Pese a haber sido presentado ante la plaza San Pedro de Roma como Francisco, casi la totalidad de los medios de comunicación le adicionaron el número romano I al anunciar su nombre, convirtiendo al flamante Papa en tocayo del rey francés del Renacimiento.
Dada la confusión, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, se vio en la obligación de precisar que el flamante Pontífice debe ser llamado simplemente como Papa Francisco.
La Santa Sede dio a conocer además, que el nombre escogido por Jorge Bergoglio para asumir la representación de Dios ante el mundo, fue inspirada en la figura de San Francisco de Asís.
Es el primero en escoger dicho nombre y que por ello y hasta tanto no haya un Francisco II, sería innecesario agregarle el I, que lo convertiría en tocayo del llamado Rey Guerrero, Francisco Primero, corona de Francia en el siglo XVI, como infirieron algunos suspicaces galos vía Twitter.
