Dos de los tres acusados en el juicio por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura en la localidad santafesina de San Lorenzo declararon este jueves ante el Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) de Rosario y negaron los hechos que se les imputan, mientras que el restante se negó a hacerlo, informaron fuentes judiciales.
El teniente coronel retirado del Ejército Rubén Osvaldo Cervera, que en marzo de 1976 era el jefe del Batallón de Arsenales 121 de la localidad santafesina de Fray Luis Beltrán y luego del golpe fue intendente de facto de San Lorenzo, negó las acusaciones de las querellas.
El militar retirado dijo que no había participado del secuestro ni había torturado al ex secretario general del Sindicato de Municipales de esa ciudad, Manuel Ricardo Casado, la única víctima del juicio oral.
Y luego se negó a responder preguntas de la fiscal federal Mabel Colalongo y de la querella particular de Casado.
Según la denuncia que originó la causa por delitos de lesa humanidad, Casado fue secuestrado el 25 de marzo de 1976 en el centro de la localidad de San Lorenzo y llevado en primer lugar al municipio, donde sufrió tormentos.
Luego fue trasladado al Batallón de Arsenales 121 y finalmente estuvo en la Jefatura de Policía, de donde finalmente fue liberado, señala el expediente.
En tanto, el civil Pedro Alberto Rodríguez, también imputado en la causa y asesor jurídico del municipio tras el golpe de 1976, se abstuvo de declarar ante el TOF1 de Rosario.
El tercer acusado, capitán retirado Rubén Osvaldo Cervera, también negó las imputaciones por secuestro, tormentos, violencia y amenazas que pesan sobre él en el juicio.
Cervera era el segundo en la jerarquía del Batallón de Arsenales 121 durante la dictadura y fue secretario de Gobierno durante la intervención militar en el municipio de San Lorenzo.
Además de negar las acusaciones, el imputado se explayó sobre “la teoría de un complot” presuntamente urdido por la víctima y otras personas que también padecieron el Terrorismo de Estado durante la última dictadura.
Dijo que tras el golpe fueron a visitar a los funcionarios municipales democráticos y les aclaró que ellos (los militares) “no tenían nada que ver”.
Consultado por la querella particular de Casado, que ejerce el abogado rosarino Gustavo Feldman, Cervera contó que el día del golpe fue a la Intendencia junto a otros militares, vestido con ropa de fajina, en un vehículo perteneciente al Ejército y armado porque, explicó, era “parte del uniforme”.
Entonces, Feldman replicó: “Le pido que explique al tribunal por qué le dijo entonces a los funcionarios municipales que no tenían nada que ver”.
Finalmente, también declaró como testigo el ex intendente de San Lorenzo en el período 1973-76, Luis Reynaldo Vivas.
El ex funcionario justicialista relató que en la madrugada del golpe de Estado fue sacado de su casa por un grupo del Ejército que lo llevó hasta la Intendencia, donde lo recibió Cervera y le preguntó si no quería hacerse cargo del interinato en el municipio.
Vivas contó este jueves que respondió que él era un hombre de la democracia y eso era un golpe de Estado, por lo que desestimó el ofrecimiento y luego fue encarcelado.