El secretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado, acusó a los manifiestantes de ser los autores de los disparos con armas de fuego que se registraron durante el operativo de desalojo en el barrio Toba. “Se escucharon detonaciones pero no vinieron de la Policía”, afirmó primero el funcionario, para luego sostener que “hubo intercambio de balas antitumulto”.
Sin embargo, quienes resistieron el violento desalojo del viernes y sábado pasados aseguraron tener pruebas que afirman lo contrario. Carlos Junco, tío de un chico de 16 años que recibió un impacto de bala en el abdomen, aseguró este martes que su sobrino «fue baleado por la policía».
«Le sacaron la bala en el Centenario, pedimos la bala cuando lo operaron y nos dijeron que la mandaban a Tribunales. Si dicen que no tiraron balas de plomo ¿porqué ayer (por este lunes) estaban buscando cartuchos acá?”, se preguntó Junco en declaraciones a LT8, e informó además que filmaron con celulares el rastreo por parte de la policía de las vainas servidas.
Pese a los varios testimonios y denuncias, desde la Municipalidad negaron que durante el procedimiento la policía haya utilizado armas de fuego. Muy por el contrario, aseveraron que las detonaciones provenían del sector de los ocupantes. “Los policías debían retroceder porque tenían armas de fuego”, afirmó el secretario de Gobierno Fernando a Radio 2.
“Estuvimos en el lugar desde el primer momento, con la presencia de Control Urbano. El operativo de recuperación alcanzó un grave nivel de violencia y agresión al punto que un agente nuestro terminó con 8 puntos en la cabeza y debió estar internado dos días en el Heca”, indicó Asegurado.
“Se escuchaban detonaciones de arma de fuego pero no venían de la Policía”, afirmó, para luego desdecirse: “Hubo intercambio de balas antitumulto y los policías se retiraban porque usaban armas de fuego los ocupantes”.
El desalojo del predio que pertenece a la obra de la hermana María Jordán, en la zona de asentamientos tobas del barrio Empalme Graneros, resultó con al menos tres heridos de balas de plomo, disparadas por la propia policía, según las denuncias realizadas este lunes por familiares de las personas baleadas, quienes fueron recibidas por el diputado Eduardo Toniolli, presidente de la Comisión de Derechos y Garantías de la Camára baja provincial.
Otro testimonio
Por su parte Antonio Olmos, un vecino baleado que según contó a LT8 es verdulero y no participó de la toma, expresó su «bronca» con la hermana Jordán al considerar narcotraficantes a todos.
Con respecto a la versión de que el disparo pudo haber sido efectuado por los propios vecinos, Olmos no se mostró muy seguro de que es «imposible». «Vinieron del lado de la policía», aseguró, y describió cómo estaban posicionados los uniformados por un lado y los vecinos por otro. «Yo estaba del lado de la gente, ¿cómo me va a impactar la bala a mí? Están tratando de encubrir algo porque es no es cierto», agregó.
Olmos, explicó que no puede trabajar a raíz de la herida sufrida por un disparo policial en medio del desalojo y aseguró que «están tratando de encubrir algo que no es cierto».
«Siento un poco de bronca por la hermana Jordán porque metió a todos en la misma bolsa», dijo con respecto a la monja Jordán. «No tenía nada que ver porque nunca le pedí nada a nadie y menos a ella porque si queres algo tenés que pagarle o te da la sobra de lo que a ella le dan», afirmó el vecino.
El dato
Según consigna este martes la edición local del diario Página 12, la directora del hospital Centenario, Isabela Ceola, el sábado por la noche entregó a la División Judiciales de la UR II las dos municiones de plomo que fueron extraídas a dos de los internados tras la represión. De acuerdo al matutino, el hospital recibió numerosas llamadas de la comisaría 20ª – responsable del operativo- para tratar de recuperar los plomos que habían sido extraídos a los jóvenes Nicolás Juncos, de 17 años –a quien le ingresó por la espalda y quedó alojada en su vientre–, y Cristian Carmel, a quien le impactó en su muñeca derecha.
Fuentes: LT8, Rosario12, La Capital
