La Cámara Federal de Rosario dio lugar a la recusación con causa del juez Reinaldo Rodríguez, planteada por las dos querellas en la investigación del asesinato de Silvia Suppo, víctima y testigo de crímenes de lesa humanidad. La Secretaría de Derechos Humanos informó que pedirán la nulidad de lo actuado por el magistrado en el caso.
La recusación contra Rodríguez en marzo de 2010 fue por su reticencia a agotar la investigación de la pista del asesinato por encargo y dictar el sobreseimiento de dos imputados de la causa. Pero el magistrado rechazó el planteo de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y de los abogados Guillermo Munné y Lucila Puyol -que patrocinan a los hijos de Silvia, Marina y Andrés Destéfani.
Finalmente la Cámara Federal de Rosario dio lugar a la recusación, según informó este viernes la representante de la Secretaría de Derechos Humanos, Virgina Blando.
“Presentamos la recusación ya que no se estaba garantizando la imparcialidad que debe tener un juez al momento de investigar un caso de extrema gravedad para la Justicia, y en el marco de los crímenes de lesa humanidad por tratarse del asesinato de una testigo clave”, sostuvo Blando en declaraciones al programa Poné la Pava.
«El juez Rodriguez dio todas las pautas para cuestionar su imparcialidad en la hipótesis de esta causa”, concluyó la abogada.
Las contradicciones entre el juez y la Cámara se plantearon por la situación procesal de otros dos imputados en la causa: Emiliano Rodríguez y Miguel Angel Mendoza. El juez les dictó el sobreseimiento dos veces, lo que significaba desvincularlos de la investigación.
«Tengo la certeza de la inexistencia de un plan para eliminar físicamente a Silvia Suppo y de la no participación de Mendoza y Rodríguez en el hecho», escribió el juez en su polémica resolución. Pero la Cámara revocó ese fallo, también dos veces -en junio de 2012 y en abril de 2013- y dispuso la falta de mérito.
“Cuando se establezca al nuevo magistrado la querella podrá plantear la nulidad de la actuación del juez Rodriguez”, informó Blando.
Durante la dictadura, Suppo fue secuestrada, torturada, violada y sometida a un aborto y dos meses después de dar testimonio de su martirio, el 29 de marzo de 2010, asesinada de nueve puñaladas en un supuesto intento de robo, al que no opuso resistencia en la ciudad de Rafaela. «Tanta violencia, tanta saña y tanto salvajismo no pueden quedar impunes», dicen sus hijos y sus compañeros.