Buscar a la jueza, una “odisea”.
Buscar a la jueza, una “odisea”.

Aníbal Fernández anunció que el gobierno apeló las medidas dispuestas por la jueza María José Sarmiento, quien restituyó en su cargo al ex presidente del Banco Central (BCRA), Martín Redrado, y trabó la creación del Fondo del Bicentenario.

El insólito pero para nada inexplicable relato del Jefe de Gabinete ilustra lo que se juega a la hora de hablar de las reservas que los dos últimos gobiernos acumularon en poco más de un lustro.

Fernández denunció la negativa de la jueza a recibir los recursos apelatorios presentado por el Gobierno. Si esto fuera poco, Néstor Kirchner reveló que Redrado, “antes de su insubordinación al decreto presidencial, tuvo una reunión con Héctor Magneto”, el mandamás del Grupo Clarín. El episodio del BCRA no se limita a otra de las pujas por las “formas republicanas”. Las reservas son el botín de guerra que la oposición y el Partido Mediático se ilusionan administrar y saquear como se hacía en los 90, pero para comer el ciervo hay que cazarlo.

Fernández, en el canal C5N, afirmó que “el gobierno presentó los recursos de apelación” ante la Cámara de feria, ya que la misma “habilitó día y hora” este domingo al mediodía. El hombre del bigote prominente calificó de “odisea” el intento de presentación de los recursos ante la jueza Sarmiento: “Comenzamos a buscar a la jueza en el día de ayer (por el viernes), y nos fue imposible hallarla. Como no podíamos encontrarla le pedimos a la Policía que en el lugar de su domicilio se apostaran de forma tal que en el momento en que la pudieran ubicar pudieran trasladarle la inquietud que nosotros teníamos”.

El insospechado relato de Fernández incluyó un suceso que devalúa la “calidad institucional”, tan pregonada por opositores como Gerardo Morales y Fernando Pino Solanas, porque contó que durante la mañana, cuando enviados del gobierno intentaron presentar los recursos en su domicilio, la magistrada, “cuando escuchó que se trataba de la presentación por parte del Gobierno, nos dijo que no, que no los recibía en su casa, y que lo hiciéramos el lunes a las 7.30 en su juzgado”.

Tras constatar que el juzgado porteño número 11 se encontraba “cerrado”, los enviados del gobierno procedieron a llevarlos ante la Cámara de feria. “Atento a las razones de extrema gravedad que vivimos y en función de que ocurre una situación que no admite demoras, la Cámara habilitó día y hora y permitió que se dejen interpuestos los recursos”, reafirmó Fernández.

El jefe de Gabinete explicó que “la jueza, al habilitar (el viernes) día y hora para notificarnos a nosotros, nos intimó a que presentáramos los recursos dentro de las 48 horas, lo que vencería mañana a las 17 horas”.

“Si la jueza –ponderó Fernández– nos dice que no podemos presentar las cosas en su casa, y que nos presentáramos el lunes a las 7.30 de la mañana, estaríamos fuera de los plazos que ella misma nos había impuesto, con lo cual la preocupación por parte del gobierno era superlativa, y por esa razón nos presentamos ante la Cámara”.

Consideró que “es aviesa la forma en que se negó el derecho de defensa que consagra la Constitución a todos los argentinos. Estamos en presencia de un gesto de judicialización de la política”.

Tras calificar de “perversa” la actitud de Sarmiento, Fernández reafirmó que ésta “no obedece a ninguna justificación jurídica, nos da que pensar que tiene una raíz política evidente”.

“Nosotros –señaló el jefe de Gabinete de Ministros–, en esto pensamos, como dijo el gobernador del Chaco, (Jorge Capitanich) que los jueces que quieran gobernar que se presenten a elecciones”.

Fernández definió que a partir de este momento “empiezan a correr los plazos”, y deslizó que “si la jueza se comportara como lo ha hecho con Redrado, deberíamos tener en el día de hoy (domingo) una respuesta”.

Aclaró que “el actual el actual presidente (del Banco Central) es Miguel Pesce, en ejercicio de la presidencia”, y confirmó que las cuentas del Fondo del Bicentenario “fueron abiertas”.

Finalmente, Fernández cargó nuevamente contra el vicepresidente Julio Cobos al considerar que “la actitud del vicepresidente de conspirar no se ve en ninguna democracia del mundo”.

“Nunca vi a nadie que con tanta formación ética tuviera un gesto tan agresivo y que pretenda ser candidato a presidente enfrentando a la fórmula que lo ungió vicepresidente”, refirió.

Lo que no dicen ni Morales, ni el procesado amigo de Luciano Benjamín Menéndez, Oscar Aguad, ni Pino Solanas, es que las elecciones presidenciales de 2011 se presentan para ellos como los espejismos en el desierto, cuando el sediento ve oasis que no están o percibe que los mismos están más cerca que lo que puede aguantar sin desfallecer. Y las reservas, que dicen defender para proteger salarios o para evitar la inflación, son loables expresiones de deseos que, en los primeros dos casos, tuvieron oportunidad de hacer realidad. Sólo que el funcionario de entonces, Morales, y el acompañante de turno Aguad, optaron por bajar sueldos y jubilaciones el 13%, para pagar la deuda que, lejos de bajar, aumentó exponencialmente. Los fondos del Banco Central son para el PRO, la UCR, la Coalición Cívica y el centroizquierda presuntamente ingenuo, un botín sobre el cual quieren arrojarse desde ahora, con los mismos fines con que se instrumentó la ya olvidada por muchos “Operación Banelco”.

Kirchner, Redrado y Magnetto

Si lo revelado por Aníbal no alcanzara para que los “demócratas” reflexionen si una explosión judicial en cadena como la que detonó la jueza Sarmiento sería posible en Estados Unidos, Francia, España, Alemania o cualquiera de los países que cada tanto enarbolan para contrastar con el estilo “crispado” del gobierno argentino, el ex presidente y actual diputado nacional del Frente para la Victoria, Néstor Kirchner, en una entrevista que le hizo Horacio Verbitsky y que publica este domingo el matutino Página 12, confió que Redrado, “antes de su insubordinación al decreto presidencial tuvo una reunión con Héctor Magneto”.

Kirchner no sólo defendió la política de reservas por él inaugurada y seguida por Cristina, sino que dio a entender que a la Presidenta “le toca enfrentar un núcleo duro y desestabilizador”, dentro del cual incluyó a quienes “se oponen a la política de derechos humanos, más los sectores monopólicos mediáticos, a los que se suma una oposición política que destruyó la Argentina dos veces”.

El ex presidente aseguró que esos sectores “siempre tratan de profundizar cualquier contradicción para que todo se agrave”, pero confió en que Cristina “tiene la capacidad y la inteligencia para dar bases al modelo”, y habló de los errores que se corrigieron después del 28 de junio.

“Esos aciertos, hicieron que se juntaran muchos sin ideas y sin proyectos, sólo por tratar de revertir lo avanzado. A Cristina le toca enfrentar un núcleo duro cerrado y desestabilizador, que se opone a la política de derechos humanos, más los sectores monopólicos mediáticos, a los que se suma una oposición política que destruyó la Argentina dos veces y no aporta ideas para la construcción a partir del caos que ellos crearon”, agregó.

Asimismo, Kirchner señaló que estos grupos “siempre tratan de profundizar cualquier contradicción para que todo se agrave. Eso es lo que hoy tenemos enfrente y lo que en la Argentina futura se va a debatir”.

El ex mandatario, además, pidió que se tome conciencia del lastre que debe remontar Cristina, con el único “vicepresidente desestabilizador” que tuvo la democracia desde 1983, que “goza de los privilegios institucionales de un proyecto político al que traicionó y del que se plantea como alternativa”.

Kirchner preguntó a su entrevistador: “¿Se imagina si hubieran estado a cargo quienes gobernaron la Argentina en la década del ’90 o en la crisis de 2001? Hubiéramos tenido política de ajuste, descuento de salarios, descuento de ingresos a las provincias, pactos fiscales a cuenta de la coparticipación”. Y agregó: “Quienes hoy tanto hablan de coparticipación son los mismos que firmaron todos los pactos fiscales y llamaban a los gobernadores para que las provincias resignaran fondos”.

El mismo día en que se produjo la primera quiebra en el año de un banco norteamericano, Kirchner, que no lo sabía porque sus declaraciones fueron formuladas el jueves pasado, se refirió a la crisis económica internacional y sostuvo: “Decían que se iban a vender 200 mil automóviles, se vendieron 550 mil. La recaudación aumentó en los dos últimos meses del año, y en este enero que comienza, está creciendo a dos dígitos. Se exportó carne por 1.935 millones de dólares, cuando decían que iba a ser necesario importar. También ingresaron 670 millones de dólares por exportaciones de lácteos. A pesar de la tremenda crisis internacional, de la sequía, del conflicto, de no haberse liquidado algunas cosechas, los resultados económicos permitieron llegar a 48.240 millones de dólares de reservas”.

(Fuentes: Página/12, C5N, Télam)

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