La ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, aseguró que “la violencia en el fútbol involucra a una multiplicidad de responsables e intereses” y que “no hay solución posible si se pretende abordarla únicamente como un problema policial”.
Garré señaló como un ejemplo al presidente de Independiente, Javier Cantero, al que le brindó su apoyo “desde el primer momento”; apuntó que “algunos dirigentes perdieron la capacidad de conducir sus clubes”; y enfatizó que “por pedido de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner” se está trazando “un mapa preciso de la violencia en el fútbol”.
La ministra consideró que “la violencia en el fútbol tiene múltiples determinaciones e involucra a una pluralidad de responsables e intereses. Pero no hay solución posible si se pretende abordar la violencia en el fútbol únicamente como un problema policial, sin tener en cuenta al resto de los factores involucrados”.
En ese sentido, la titular de la cartera de seguridad elogió a Cantero por enfrentarse con la barra brava de Independiente: “Nosotros apoyamos su gesto desde el primer momento, porque decidió no ceder a las extorsiones de los violentos. Y a la vez puso de manifiesto que estos grupos dirimen espacios de poder e inclusive participación en negocios del club a través de la intimidación y la violencia”.
«Sin embargo, es llamativo que sólo Cantero haya formulado una denuncia. Algunos dirigentes perdieron capacidad de conducir sus clubes. Otros, dirigentes y futbolistas también, se fotografían con los barras de manera desafiante, mostrando la promiscuidad con esos violentos. Antes la violencia se generaba entre barras de diferentes clubes, era parte de la ética machista y guerrera, bastante primitiva debo decir, que convierte la violencia en instrumento recurrente”, agregó la ministra.
“Ahora pareciera que la violencia se genera también dentro de los clubes, entre barras que se disputan poder y negocios”, completó.
Garré adelantó que “es materia de investigación en varias causas” una posible responsabilidad dirigencial en el crecimiento de las barras, y se permitió “colegir al menos prácticas intimidatorias”.
Y continúo sosteniendo la funcionaria que “es llamativo que personajes que fueron condenados por hechos de violencia, salen en libertad y en unas pocas horas obtienen su credencial de socios a clubes para los que hay que esperar décadas antes de ser aceptados”.
La ministra se refirió también el asesinato del hincha de River Plate Gonzalo Saucedo, ocurrido en el estadio Monumental durante el partido que el equipo de Núñez le ganó a Boca Unidos de Corrientes por 2 a 1, por la 36ta. fecha del torneo de la Primera B Nacional.
“El homicidio del joven Saucedo dentro del estadio de River expresa que la violencia en el fútbol no es solamente, y como ya lo dije, un problema policial. Los dispositivos supervisados por el Ministerio de Seguridad permitieron a la justicia identificar al presunto autor, pero no evitar el asesinato. La justicia deberá asignar responsabilidades institucionales del club, si cupiera”, afirmó.
Y continúo: “Nosotros evaluamos la actuación policial de aquella jornada. Pusimos a disposición del fiscal (José María) Campagnoli todos los recursos disponibles para colaborar en esa investigación y en todas las demás en trámite. Siempre hemos sancionado con rigor a los funcionarios policiales cuando pudimos constatar complicidades”.
En ese sentido la ministra advirtió: “Yo quisiera llamar la atención hacia el fenómeno estructural, no sólo a los casos policiales como si fueran hechos aislados. Desde la creación del Ministerio de Seguridad diseñamos una arquitectura institucional para terminar con la violencia en el fútbol, sin promesas demagógicas de soluciones mágicas. Lo plasmamos en instrucciones, procedimientos y un Protocolo de actuación”.
Entre las medidas adoptadas por el Ministerio para los operativos de seguridad en los estadios, Garré citó: “Dispusimos un sistema de sanciones disciplinarias para los clubes con controles laxos de seguridad. El año pasado, tras los desmanes en River-Belgrano en el Monumental, los operativos policiales en las canchas en la Ciudad ya no están más a cargo de las comisarías de esa jurisdicción sino de una planificación centralizada en el Departamento de Prevención de la Violencia en el Fútbol, de Policía Federal”.
“De esta forma redujimos las complicidades que se generan entre barrabravas y policías de la misma jurisdicción. Dentro del estadio y en las inmediaciones, instalamos dos anillos de seguridad, con un comisario a cargo de cada uno. En una segunda zona exterior, dispusimos un tercer anillo para prevenir delitos en el barrio” explicó la ministra.
Y prosiguió: “Ordenamos a los clubes modernizar sus cámaras de videovigilancia para que sean realmente útiles a la prevención y la investigación eventual de delitos. El 9 de febrero pasado emitimos una resolución con estrictas especificaciones técnicas a las que se deben ajustar los clubes en materia de cámaras de video, de conectividad y de salas de monitoreo. Estas están conectadas a la red de video operacional de la Policía Federal Argentina (PFA), con centro en el Departamento Central de Policía”.
“Establecimos un protocolo de actuación policial en espectáculos futbolísticos´ que recoge nuestros lineamientos y que esperamos se convierta en referencia para todas las fuerzas de seguridad del país. De hecho, lo presentamos también a los ministros de Interior, Seguridad y Justicia del Mercosur en el encuentro del 7 de junio en Buenos Aires, y lo acogieron para ser aplicado en todos los partidos internacionales que tengan lugar en países del Mercosur ampliado”, sostuvo Garré.
La ministra explicó como se planificará la prevención policial ante cada evento deportivo: “Según este protocolo, la intervención policial pasa a ser especializada con la afectación del cuerpo de elite Doucad 2 en lo que se refiere a la PFA. La planificación es centralizada para que las comisarías se centren en la custodia del barrio en vez de dedicarse al fútbol. La seguridad del estadio se articula con las empresas privadas contratadas por los clubes para no afectar innecesariamente recursos profesionalizados”.
Garré adjudicó las medidas a un pedido especial de la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, “que impuso la necesidad de trazar un mapa preciso de la violencia en el fútbol”.
“Lo hicimos con información de inteligencia criminal específica y con aportes de los socios de clubes y organizaciones no gubernamentales recogidos en las mesas barriales de participación comunitaria en seguridad. Las primeras soluciones están plasmadas en el protocolo al que hice referencia y las otras medidas que venimos adoptando”, detalló.
Finalmente, la funcionaria explicó que “las barras bravas mutaron a lo largo de los últimos 30 años, incluso intentan legitimarse jurídicamente en torno a fundaciones o asociaciones. El objeto públicamente expresado de estas ONGs es siempre altruista, obviamente”.
“Y también se dieron ciertas condiciones de tolerancia, inclusive la aceptación de los violentos como si fuera un dato más del folklore futbolístico, que tal vez hayan tenido incidencia en la violencia en el fútbol. Pero vamos a seguir enfatizando la prevención y seguiremos siendo inflexibles con los que produzcan hechos delictivos y violentos”, concluyó.
Fuente: Télam