Un graduado elegido para pronunciar el discurso de fin de año del Instituto Nacional de Chile, establecimiento en el que estudiaron 18 presidentes, cambió las palabras pactadas con las autoridades y en el acto criticó la educación de ese país.
Benjamín González se recibió en el Instituto Nacional, un colegio fundado en Santiago en 1813 en el que estudiaron 18 de los 34 presidentes electos del país y fue seleccionado para representar a sus cerca de 570 compañeros en el discurso final del establecimiento. Frente a todos cambió el libreto pactado y cuestionó los valores de la educación chilena.
Para resultar electo, el chico presentó un discurso edulcorado, pero falso. Porque sus planes eran decir todo lo que piensa de su país sin pelos en la lengua. Ni su familia ni sus amigos sabían de su intención hasta verlo criticando al instituto chileno más tradicional.
Una vez en el escenario se despacho: dijo que sus profesores son racistas y homofóbicos, que los estudiantes son «fanáticos que avalan y defienden irracionalmente conductas que rozan en lo enfermizo” y que el colegio nunca les explicó en las clases de Historia qué fue el Golpe de Estado de Chile.
Si fuera por su colegio, dijo, «no sabría quién es Augusto Pinochet», además de asegurar que de los 18 presidentes de Chile que el Instituto Nacional se enorgullece de haber tenido en sus aulas, «no son pocos los que tienen las manos manchadas con sangre de este pueblo».
También se dirigió al precandidato presidencial de la derecha Laurence Golborne, quien es ex alumno del colegio. «Me daría vergüenza que (…) fuera presidente de Chile», exclamó González, apelando al pasado gerencial privado del candidato.
Fuente: Diario Registrado