El empresario que organizó el clásico rosarino de verano, Guillermo Tofoni, confirmó que «nunca más» volverá a hacerlo por los trastornos referidos a la seguridad. Culpó a las autoridades municipales y provinciales.
«Me di cuenta que esté clásico es más fuerte que un Boca-River. Están todos divididos. Lo lamento por los hinchas verdaderos que son víctimas, por unos pocos que generan estos inconvenientes» sostuvo el empresario y agente de la FIFA. «Hace cuatro años que no se juega este clásico y 15 años que no se hacen amistosos. Pensé que iba hacer algo sencillo pero terminó siendo un milagro».
El primer partido será el domingo en el estadio «Gigante de Arroyito» y una semana después lo harán en el «Marcelo Bielsa» del Parque de la Independencia. Tofoni además culpó a las autoridades provinciales y de la ciudad de Rosario de no «garantizar la seguridad» pedida por los organizadores al momento de firmar los contratos, lo que derivó en la decisión de jugar los partidos sólo con público local y una reducción de 10.000 localidades en cada estadio.
El empresario comentó que desde el acuerdo para la realización de los dos amistosos «todo fue un caos y se fue complicando» con el transcurso de los días por las idas y vueltas en relación a la presencia de público visitante.Como síntesis de los problemas, Tofoni exageró: «Es más fácil organizar un Argentina-Inglaterra en las Islas Malvinas».
Fuentes. Télam
