Mientras el secretario de Gobierno Municipal, Fernando Asegurado, apuesta a desdramatizar el tema y llamó a poner paños fríos a la previa de los clásicos entre Newell’s y Central, el edil justicialista Diego Giuliano recordó que “por un partido renunció un ministro de Seguridad” y pidió “que no pase lo mismo con (Raúl) Lamberto».
“El fútbol es una pasión pero también debe ser seguridad y respeto por el otro. En el caso de la Provincia de Santa Fe, la política de seguridad del socialismo es de tal debilidad, que un partido de fútbol, incluso sin público visitante, pone en riesgo la seguridad pública” afirmó Giuliano, quien agregó: “Parece difícil de entender que en nuestra ciudad, para jugar un clásico, haya que realizar dos partidos, cada uno con el público de una parcialidad, y que aún así, el Ministerio de Seguridad no pueda garantizar ni la previa”.
El presidente del bloque Encuentro por Rosario expresó que “el ministro Lamberto debe poner el espectáculo a buen recaudo y no dejar cabos sueltos” a la vez que reclamó “una intervención directa de parte de la provincia con el fin de garantizar que lo que debe ser una fiesta para la ciudad, realmente lo sea”.
También requirió informes acerca de “las medidas previas a adoptar por el municipio, cuya falta de control de la calle es evidente”.
Además de solicitar información acerca de quién será el responsable de la seguridad, la cantidad de efectivos, las medidas de prevención en el estadio y en las inmediaciones, así como también en los potenciales objetivos de cualquier tipo de agresión o violencia vinculado al clásico deportivo, Giuliano requirió “el apoyo de cámaras de seguridad en el interior y en adyacencias del estadio, así como la particular atención sobre las pintadas y las agresiones en toda la ciudad a través del Centro de Monitoreo Municipal”.
Por otro lado, el edil justicialista solicitó que “el Municipio se ponga a total disposición de las fuerzas de seguridad y colabore en la prevención de la violencia, no sólo el día o los días en los que se realizan los partidos, sino también en los previos, porque está claro que el clásico se juega dentro y fuera de la cancha”.
“Por un partido renunció un ministro de Seguridad, que no pase lo mismo con Lamberto», planteó el edil justicialista.
Por su parte, autoridades policiales y de la ciudad salieron a intentar calmar las aguas. El jefe policial de Rosario, Walter Miranda, confirmó en dialogo con la radio local LT2, que además de los 500 efectivos que se destinarán a la vigilancia en el Gigante de Arroyito y su zona, también se custodiarán otros lugares de hinchas, sobre todo de Newell´s, que no podrán asistir a la cancha.
Según Miranda, ya se dispusieron custodias especiales, y se mantendrán hasta que se juegue el segundo clásico en Newell´s, sedes de los clubes y otros lugares que pueden ser blanco de atentados como los de los últimas días.
El seretario de Gobienro municipal, Fernado Asegurado, remarcó el trabajo de la jueza Alejandra Rodenas y la fiscal Nora Marull para prevenir la violencia y respondió a las críticas vertidas desde la oposición. El funcionario sostuvo que la dirigencia de los clubes aportó lo suyo para intentar “bajar los decíbeles”.
Asegurado dijo además que para la ciudad “es importante que se realice el partido”, demostrar que los violentos son un “grupo minoritario” que no van a impedir que se “recupere la fiesta” deportiva que debe ser el clásico.
Fuente: Prensa Concejo, Rosario3.com, La Capital.
