Foto: Alejandro Belvedere/Télam

El ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, defendió la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y coincidió con ella en criticar el rol de los medios, al afirmar que “nuestra prensa está exiliada dentro del propio país. Cuando uno critica, dicen que los atacamos. Cuando nos atacan, dicen que es democracia”, sentenció.

Lula destacó no obstante que «cuando los gobiernos construyen justicia social, pueden venir todos los canales de televisión a decir lo contrario, pero eso no se olvida».

El ex jefe del gremio metalúrgico brasileño enfatizó que «venga quien venga después, nadie podrá negar el apoyo que dio el gobierno de los Kirchner a los pobres».

En ese sentido, recordó que «hoy la prensa sigue hablando mal de mí y de Dilma. Me parece increíble, nuestra prensa está exiliada dentro del propio país. Cuando uno critica, dicen que los atacamos. Cuando nos atacan, dicen que es democracia. Eso no puede ser».

“Vos no te imaginás las cosas que dijeron del gobierno peronista”, replicó Cristina. “No sabés las cosas que dijeron de Eva y de Perón, pero no pudieron con ellos porque habían ampliado derechos. Ahora podrán tener diez mil titulares y editar 25 mil frases, pero nunca podrán borrar la vivencia de cada argentino de lo que pasó en esta década, los derechos, las obras, las escuelas, los millones de trabajadores que hoy tienen trabajo”.

“Cada vez que nos quieren criticar nos dicen que no somos como Brasil. Pero la verdad es que por suerte sí somos. Somos como Lula, somos como Dilma”, dijo la Presidenta.

Cristina y Lula compartieron el acto de inauguración de la Universidad Metropolitana por la Educación y el Trabajo (UMET). Al sostener la palabra, el ex presidente de Brasil enumeró los ejes que sostienen una política inclusiva en este sentido: acceso de más jóvenes a la educación universitaria, valorización del trabajo docente, reducción de la brecha digital y una mayor interrelación entre el sistema educativo y el sistema productivo.

“No hacemos milagros, no hay milagros en política. La educación cumple una función fundamental en la tarea de hacer más justa a la sociedad –dijo Lula–. En Brasil luchamos contra todos los monopolios y eso incluye también al monopolio de la educación” por parte de las clases más altas, agregó, porque “eso no es otra cosa que el monopolio del poder”.

En ese sentido, destacó la importancia de “beneficiar a todos, pero especialmente a aquellos a los que la educación les fue históricamente negada”.

La Presidenta marcó un contrapunto al recordar que en la Argentina “después del 2001 la clase media estuvo al borde de la extinción” y gran parte de la tarea acometida por el kirchnerismo en esta década pasó por recuperar ese sector, que siempre fue muy fuerte en este país, a diferencia de lo que sucedía en Brasil, donde las desigualdades eran más notorias”.

“Quiero recordarles a las clases medias que golpeaban con martillos las puertas de los bancos que, aunque a veces se olviden, fue este gobierno el que les devolvió los ahorros”, concluyó la Presidenta, destacando que “éste fue el gobierno en el que los trabajadores, los sindicatos y los organismos de derechos humanos volvieron a entrar en la Casa Rosada”.

Ambos coincidieron en la necesidad de seguir alentando la integración regional que comenzaron, hace ya una década, Lula, Néstor Kirchner y Hugo Chávez. “Hemos derribado el mito de la rivalidad brasileño-argentina que impedía que creciéramos juntos y servía a intereses que estaban en contra de los nuestros. Los poderosos necesitan la división para seguir siendo poderosos, y ustedes quebraron esa pretendida desunión”, dijo Cristina.

Por su parte, Lula cerró su discurso reafirmando que todos “tenemos el derecho y la obligación de luchar por un mundo más justo. Será más justo cuando los derechos no sean patrimonio de aquellos que tengan dinero para comprarlos”.

El ex mandatario será distinguido este viernes con el título de Doctor Honoris Causa por las universidades nacionales de Córdoba, Cuyo, Lanús, La Plata, San Martín, Tres de Febrero, San Juan, y la Flacso, en reconocimiento a «su gran aporte al desarrollo del pensamiento social y político».

Fuentes: Télam, Página 12.

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