Dos ex jueces federales y un ex fiscal fueron encarcelados en la penitenciaría de la provincia de San Luis, acusados de haber sido cómplices de delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura.
Se trata de los ex magistrados puntanos Eduardo Allende y Carlos Pereyra González, y el ex fiscal Hipólito Saá, quienes tenían pedido de captura por estar acusados de haber encubierto casos de torturas y crímenes durante la última dictadura cívico militar, y no haber evitado el asesinato de la militante política Graciela Fiochetti, de 19 años.
La información fue dada por el Servicio Penitenciario de San Luis, que confirmó que las detenciones se concretaron el viernes pasado y que ese mismo día los tres exfuncionarios judiciales fueron alojados en el establecimiento carcelario.
Pereyra González tenía pedido de captura y se desempeñaba durante la última dictadura como secretario de un juzgado federal. Estuvo técnicamente prófugo de la Justicia durante algunos días ya que no se sabía su paradero luego de que fuera dictada una orden de captura en su contra.
También fueron trasladados al penal puntano, el exjuez Allende y el exfiscal Hipólito, quienes estaban detenidos en una dependencia federal. De acuerdo con las investigaciones, los tres pudieron evitar la tortura y el posterior asesinato de Graciela Fiochetti, de 19 años, y no lo hicieron, y según dos testigos, Pereyra González asistió a la violación de la joven.
Pablo Salinas, abogado integrante de la Asamblea permanente por los Derechos Humanos San Luis (APDH San Luis), explicó que la detención de estos tres magistrados tiene que ver con la compulsa que surgió en el primer juicio por delitos de lesa humanidad, llevado a cabo en San Luis en 2008.
En esa oportunidad se condenó a prisión perpetua a cinco represores, el excoronel del Ejército Miguel Fernández Gez; el exsubjefe de la Policía de la provincia en aquella época, el excapitán Carlos Plá, y los comisarios de la D2 de la policía puntana, David Becerra y Juan Carlos Pérez, y el cabo José Luis Orozco.