Las fuerzas de seguridad utilizarán chalecos antibalas realizados por seis cooperativas de trabajo textiles. Del proyecto, además de las empresas asociativas, participó la fabrica militar Fray Luis Beltrán que confeccionó los paneles blindados de la indumentaria.
“Las fuerzas de seguridad contarán con un chaleco antibala de tecnología de punta. Se está produciendo en Argentina, en la provincia de Santa Fe, es un claro indicio de que estamos profundizando el camino de la sustitución de importaciones”, afirmó el ministro Rossi en el acto en que el Ministro de Defensa le entregó al Ministerio de defensa mil chalecos.
La partida fue realizada a través de una cadena productiva en la que intervienen varios ministerios, cooperativas textiles y la Fábrica Militar Fray Luis Beltrán donde se desarrolló el acto, en noviembre próxomo pasado.
A través de la Dirección General de Fabricaciones Militares, de quien depende la Fábrica Militar Fray Luis Beltrán, se realizó la confección de los paneles que hacen a la protección balística y punzante del chaleco multi-amenazas (antibala), y de su completo ensamble.
Por su parte, la cartera de Seguridad estableció las especificaciones técnicas que deben cumplir los chalecos; mientras que el Ministerio de Desarrollo Social y la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) coordinaron a las cooperativas que intervinieron en la confección de las fundas externas necesarias para la terminación de los mismos. Luego de esta cadena de producción interdisciplinaria, el Ministerio de Industria, a través del Inti, homologó el producto.
Martín Micucci, de la Cooperativa Patria Grande, quien participó de la cadena productiva, enfatizó que «nunca antes en la histpria de nuestro país se había hecho algo así, donde el Estado argentino alienta la producción por medio de la sustitución de importaciones, y recurre a las cooperativas para hacer nada menos que chalecos antibala para las fuerzas de seguridad. Acá hay inclusión social, hay desarrollo, pero también hay calidad, una mano de obra excelente, es un trabajo de alta gama supervisado por el INTI y donde la Cnct tiene un papel relevante en la logística. Lo que hay que destacar es que todo esto fue posible gracias a una decisión política. Esto se da en el nuevo país, antes era impensado. Pero además hay que agregar que no se trata de una política para los pobres, sino para los trabajadores». La cooperativa Patria Grande cuenta con dos fábricas, la Bartolina Sisa en La Plata y la Manuel Dorrego en Mar del Plata, en cada una de ellas hay alrededor de 40 trabajadores textiles.
La ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, sostuvo que “estos chalecos antes se importaban a valor dólar, hoy generan trabajo argentino. Nuestro país se levanta desde el trabajo y con el esfuerzo de todos los argentinos y del Estado que nos permite construir hacia adelante”.
Además, se informó que se avanzará en la confección de chalecos para personal de seguridad femenino.