El IV Relevamiento Nacional de Empresas Recuperadas realizado por el Programa Facultad Abierta, de la Universidad de Buenos Aires (UBA), reveló que más de sesenta empresas continuaron funcionando gracias a sus trabajadores desde el año 2001 hasta estos días.
De esta forma, los trabajadores que recuperaron las empresas en las cuales se desempeñaban aseguraron la continuidad de más de 2500 fuentes laborales.
Según informó la agencia de noticias Ansol, desde 2001, se cuentan más de 300 firmas quebradas, vaciadas o abandonadas que fueron reconvertidas por sus ex empleados. De las cuales varias, sin en embargo, corren riesgo de ser avasalladas por decisiones judiciales.
«Uno de los datos más sobresalientes del informe tiene que ver con la incidencia de la Ley de Quiebras, que no es la que se esperaba porque los conflictos duran más, porque son muy pocas las empresas que han logrado hacer valer a su favor la norma, porque quizás opere en contra de las expropiaciones haciendo un camino jurídico más largo, más complejo que antes cuando no había nada resuelto pero por la vía de los hechos los casos avanzaban», opinó para esta agencia Andrés Ruggeri, el director del espacio de investigación focalizado en las empresas recuperadas.
El IV Relevamiento Nacional de Empresas Recuperadas por los Trabajadores, del Programa Facultad Abierta de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, fue presentado el viernes 21 durante la celebración por el 11º aniversario de la Cooperativa Hotel Bauen, cuyas autoridades ese mismo día anunciaron que la jueza Paula Hualde había dado un plazo de 30 días para que desalojen el edificio de Callao 360, en pleno centro porteño.
La decisión de la magistrada es un revés en contra de una de las empresas emblemáticas, que sus trabajadores lograron reabrir cuando todavía se encontraba vigente el neoliberalismo en el país.
Mientras en Rosario, los trabajadores de Fabricaciones Rosario se encuentran en una situación similar que los del Hotel Bauen. Los obreros de gráfica Mom esperan desde hace más de dos años en la puerta para poder entrar y hacer funcionar una empresa que está parada.
Sin embargo, los trabajadores continúan utilizando estas metodologías para garantizar sus fuentes de trabajo. Según Facultad Abierta, en el periodo 2010-2013 un total de 63 iniciativas de autogestión lograron que se conservaran los puestos laborales de 2664 personas.
«Hay una nueva generación de empresas recuperadas, hay un número interesante, y la idea es preguntarse por qué hay un resurgimiento que si bien no es tan masivo como en 2001 y 2002, da cuenta de que la mitad de las que recuperadas que existen actualmente son posteriores a la crisis», dijo Ruggeri.
Según los datos desprendidos del relevamiento, durante el cuarto periodo analizado, la recuperación se expandió a otros rubros: mientras que en las primeras tres muestras la metalurgia llevaba la delantera, en los últimos tres años se diversificó alcanzando a establecimientos educativos y gastronómicos, tal como los últimos ejemplos del colegio Guido Spano o del restaurante Alé Alé, y sumando a otras gráficas.
El relevamiento también incluyó los plazos de ocupación de las empresas por parte de los trabajadores, el estado legal de los emprendimientos y la participación en movimientos de recuperadas, entre otros elementos.
«El movimiento de las recuperadas argentinas es una referencia a nivel internacional, a nuestro entender, es el más importante del mundo. Los trabajadores han adoptado como herramienta viable la recuperación de las empresas cuando se cierran las fuentes laborales porque la ven como una opción y una realidad», sostuvo Ruggeri.
Desde los primeros relevamientos, que se realizaron entre 2001 y 2002, hasta el último, el Programa Facultad Abierta enumeró 311 empresas recuperadas, procesos que posibilitaron la continuidad laboral de 13.500 trabajadores en el país.
«Observamos que la cantidad de recuperadas creció», expresó el director del espacio y asentó que la mayor cantidad de empresas de ese tipo (150) se encuentran en el área metropolitana (Ciudad y Gran Buenos Aires) y el resto en el interior bonaerense y el resto del país.
Fuente: Ansol