Sin exponer prueba alguna en respaldo de sus afirmaciones, y poco después de conocerse el triunfo de Juan Manuel Santos, el ex presidente colombiano Alvaro Uribe salió a regar acusaciones contra el reelecto mandatario.
Santos, quien ganó en segunda vuelta por más de siete millones de votos, sostuvo, tras conocerse los resultados, que «ha triunfado la unidad, millones de compatriotas quisieron cambiar el miedo por la esperanza».
El mandatario reelecto, que subió al escenario del Claustro de la Enseñanza, en el norte de Bogotá, acompañado por su familia y en medio de banderas de Colombia, agregó que el apoyo de esta «generación de la paz, nos obliga a trabajar y a mejorar cada día más».
«Su apoyo nos obliga a trabajar más por darle oportunidades a Ana Mercedes, esa abuelita que con su sinceridad nos alegró el final de su campaña. Vi en su rostro las huellas de la desigualdad y la guerra, pero también vi el brillo de la ilusión de que podemos construir un país mejor y más justo. Hoy le digo a doña Mechas, no se preocupe, acá está su Juanpa», agregó ante la euforia de sus seguidores.
El mandatario se refirió a los diálogos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), que fue el eje de su campaña, y reiteró que «habrá una paz sin impunidad, una paz justa».
Por esas horas, el presidente ya había recibido las salutaciones de su contrincante, Oscar Zuluaga, candidato del partido uribista Centro Democrático, quien al admitir su derrota en segunda vuelta, señaló: «Debo hacerlo, por convicción democrática en primer lugar,
felicitar al presidente Santos por su triunfo».
Pero su impulsor no pudo con su genio: “En nombre de la paz su gobierno impulsó la mayor corrupción de la historia», acusó públicamente Uribe en un comunicado.
Allí, el ex presidente aseguró que Santos abusó del «poder» y entregó «sumas de dinero a parlamentarios para la compra de votos» e hizo lo mismo con alcaldes y gobernadores, aunque no suministró pruebas de ello.
En su estilo telegráfico de hablar y escribir, aseguró que hubo «amenazas de masacres e intimidación por parte de grupos terroristas como las Farc y las bandas criminales a los electores de (Oscar) Zuluaga» y agregó: «omisión del presidente Santos para contrarrestar esas amenazas».
«El gobierno de Santos impulsó la mayor corrupción de la historia, caracterizada por el abuso de poder, compra de votos y oferta de dineros a alcaldes y gobernadores para forzarlos a intervenir ilegalmente en la campaña», insistió Uribe, según despachos de Ansa y Efe.
El ex gobernante –gestor de buena parte de la llamada «guerra sucia» durante la campaña, al afirmar que reelegir a Santos era la entrega del país al «castro-chavismo» y que las negociaciones de paz con las Farc eran una entelequia e iban a favorecer la «impunidad» de los jefes de esa organización– escribió que hubo «presión violenta de grupos terroristas sobre los electores para que votaran por el presidente candidato».
Durante la campaña, en la que apoyó fuertemente al derechista Zuluaga, el ex mandatario afirmó que en la primera elección de Santos en 2010, que él mismo respaldó, recibió dineros del narcotráfico.
Sin embargo, cuando fue requerido por la justicia para ampliar su denuncia y mostrar las pruebas, tan sólo dijo que se trataba de rumores que le habían llegado y negó tener pruebas, como lo afirmó al hacer la denuncia.