Abuelas de Plaza de Mayo convocó a dibujantes y guionistas para relatar historias de secuestros perpetrados durante la última dictadura en nuestro país. Parte de esa producción puede verse en la Plataforma Lavardén hasta el 31 de agosto de lunes a viernes de 10 a 19 con entrada libre y gratuita.
En el marco de la quinta convención de historietas Crack Bang Boom, la cual se llevó a cabo del 14 al 17 de agosto en diversos centros culturales, gestionados en su totalidad, o en parte, por los gobiernos de la provincia y la ciudad, se montaron exhibiciones que dan cuenta de diversos universos visuales de la narrativa gráfica. En el Centro Cultural Parque de España pueden visitarse Comics che passione! y TEBEOS: una España de viñetas, compuestas por ilustraciones de la escena italiana y española a lo largo del tiempo; en el Fontanarrosa –ex Bernardino Rivadavia– se encuentra una retrospectiva del historietista Eduardo Risso y una extenuante muestra de productos de fabricación industrial de los superhéroes con delirios superyoicos, Batman y Superman; mientras que la sala Miradas de la Plataforma Lavardén se encuentra cubierta de gigantografías que narran historias de secuestros perpetrados durante la última dictadura cívico-militar en nuestro país.
La muestra titulada Historietas por la Identidad, es producto de una convocatoria de Abuelas de Plaza de Mayo a guionistas y dibujantes, que recibieron como consigna realizar una historieta de dos páginas que incluyese nombres, actividades y fechas de desaparción, fotos de familiares y presuntas fechas de nacimiento de los bebés; y que además sirviera como paradigma de las historias de los 500 jóvenes víctimas del plan sistemático de apropiación de niños y, a su vez, como instrumento de búsqueda de personas que permanecen sin conocer su verdadera identidad.
La propuesta es parte del programa cultural del que participan actores, músicos, productores televisivos, radiales y periodistas. Teatro por la identidad, Radio por la identidad, Música por la identidad, Televisión por la identidad son expresiones de la red que reivindica al arte como herramienta política, particularidad que fue perdiendo con el correr del tiempo a razón de la cooptación del mercado.
De la convocatoria participaron jóvenes promesas del género, entre ellos, Matías Trillo, Azul Blaseotto, Salvador Sanz, Max Aguirre y Lucas Nine. Como exponente de la ciudad se puede ver el trabajo realizado para el Diario de los Juicios –suplemento que acompaña mensualmente a este pasquín– por Sabrina Gullino Valenzuela, quien además es hija de desaparecidos y recuperó su identidad en 2008. Los autores abordaron la propuesta sin focalizarse en el desarrollo técnico, sorteando la imposición de la cultura de masas, que acentúan el divorcio entre ejecutantes y consumidores.
El resultado es conmovedor, no sólo da cuenta del poder de sintaxis y capacidad pedagógica de la historieta, sino que reivindica a este mal llamado género menor del arte como instrumento de transformación, e inaugura una herramienta en la inagotable paleta desplegada por las abuelas, quienes comenzaron buscando niños y hoy trabajan para que sus nietos, ya adultos, sean quienes se acerquen a ellas. Historietas por la Identidad se propone a su vez rendir tributo a Héctor Germán Oesterheld, el guionista de historietas más importante de nuestro país, secuestrado en 1977 por las fuerzas armadas en La Plata, habiendo ya desaparecido sus cuatro hijas; y lo hace con creces.
Como relata en el informe Nunca Más Eduardo Arias, compañero de Oesterheld en uno de los centros de detención en los que estuvo: “En Nochebuena del 77, los guardianes nos dieron permiso para sacarnos las capuchas y para fumar un cigarrillo. Y nos permitieron hablar entre nosotros cinco minutos. Entonces Héctor dijo que por ser el más viejo de todos los presos, quería saludar uno por uno a todos los presos que estábamos allí. Nunca olvidaré aquel último apretón de manos”.
Hoy, 37 años después, Oesterheld vuelve a estrechar las manos de los jóvenes que continúan su legado, para felicitarlos, pero sobre todo para recordarles que tienen la ardua misión de continuar conjugando arte y militancia. La muestra, que permanecerá en la ciudad hasta el 31 de agosto, puede visitarse con entrada libre y gratuita de lunes a viernes de 10 a 19 en la sala ubicada en Sarmiento y Mendoza.