A 33 años del conflicto bélico ante Inglaterra, dos ex combatientes hablaron sobre el club de sus amores, y dejaron de lado la rivalidad entre leprosos y canayas para unirse bajo una misma bandera: la de Malvinas.

Primero lo hizo Newell’s, y después Central. Los dos clubes más grandes de la ciudad homenajearon –como en cada abril– a los soldados que dieron la vida y lucharon en las Islas Malvinas en 1982 en la guerra ante los británicos.

Julio Mas es un reconocido hincha de la Lepra y en la previa al choque en el que su equipo le terminó ganando a Unión, habló en el coloso con los chicos del Club Defensores de Newell’s y los de la Filial de Victoria, a quienes les contó su dura experiencia en el combate ante los ingleses. “Fue una charla como las que hacemos hace más de 20 años en las escuelas de la ciudad”, cuenta en referencia al evento organizado por el Área Solidaria del club del Parque Independencia, y sobre el objetivo de la misma señala: “Buscamos completar la tarea que hacemos desde que volvimos de Malvinas, que es día a día hacer un poquito de patria y no con un fusil. Plantamos una semillita y los resultados se van viendo a través de los años”.

Por su parte, el simpatizante Canaya y ex jugador de las inferiores del club de Arroyito, Claudio Petrucci, que en la previa al partido del sábado ante San Martín de San Juan desfiló junto a sus compañeros por el césped del Gigante de Arroyito exhibiendo la bandera de Malvinas, cuenta que “entramos a la cancha como lo hacemos todos los años. Somos un grupo de aproximadamente 20 0 25, sin importar el club del que sean hinchas”.

En este sentido, Mas reconoce que “en Central somos muy bien recibidos” y recuerda que “Newell’s recién nos abrió sus puertas con esta última dirigencia, porque muchos años entrábamos solamente en la cancha de Central”, debido a que el ex presidente “Eduardo López nunca nos abrió las puertas y ni siquiera nos recibió”.

El que no salta es un inglés

Foto: Manuel Costa.
Foto: Manuel Costa.

Tato, quien pasó por el arco de las divisiones inferiores de Rosario Central, resaltó la importancia de entrar en los estadios “porque Malvinas no tiene banderas”, y considera que “cuando uno entra a una cancha, por momentos deja de ser hincha y pone a Malvinas por delante. La bandera es la de Malvinas, la que nos iguala”.

De la misma manera reflexiona Mas –quien también dio el presente en Arroyito– al coincidir que, “seamos de Newell’s o de Central, todos los compañeros vamos a las dos canchas bajo una misma bandera que nos une a todos”.

Así también lo entienden los hinchas a lo largo y ancho del país, ya que llegada esta fecha tan particular, desciende desde los cuatro costados de los estadios, el popular cantito «el que no salta es un inglés», que incluso sonaba al unísono cuando se permitía el ingreso de los visitantes.

La pelota no se mancha

Ambos ex combatientes se reconocen apasionados del deporte de la redonda y siguen con frecuencia la participación de sus equipos. “Soy muy futbolero”, asiente Julio Mas y se enorgullece como simpatizante rojinegro de que la escuela de fútbol infantil ubicada en Zeballos al 3100, por la que corrieron detrás de una pelota cracks de la talla de Messi y Maxi Rodríguez, entre otros, lleve el nombre de Malvinas Argentinas. “Se fundó hace 33 años, cuando apenas se había terminado el conflicto. Y pudiendo elegir otro nombre, se jugaron y le pusieron ese en un momento complicado”, subraya.

Al Tato, este popular juego no sólo le apasiona desde una tribuna o frente al televisor, sino también dentro del rectángulo de juego. “Fui y soy jugador de fútbol”, dice y precisa: “Soy arquero”.

Su trayectoria con los guantes puestos tuvo en el medio el enfrentamiento bélico. “Empecé de muy chico en un pueblo de Córdoba donde vivía. En el 80 y 81 hice inferiores en Central y en el 82 viene la colimba y Malvinas.·En el 83 decidí no seguir en Central para dedicarme al estudio”, mientras que “en el 84 empecé a jugar en las ligas del interior”, rememora quien desde 2009 integra el equipo de fútbol de los Ex Combatientes. “Era compañero de Ariel Cuffaro Russo, y varios más que después llegaron a primera división”, añade.

Pero justo en el partido que enfrentó a ex combatientes con viejas glorias canayas en el Gigante, en 2007, Petrucci no pudo integrar la alineación “por cuestiones laborales”. Por el contrario, Julio no solamente fue parte de la formación titular, sino que además se dio el gusto “de tirarle un caño al Negro (Claudio) Scalise, que es un gran malvinero y una gran persona”, y aunque reconoce entre risas que en aquel encuentro “no todo fue lujo y fantasía”, porque “también hubo patadas”.

Guerra y Mundial

Un día después del puntapié inicial del Mundial disputado en España, cesaron las hostilidades en territorio malvinense y se desbarató la mentira de la dictadura que en una famosa publicación aseguraba «Vamos ganando». “Se sabía que se estaba jugando el Mundial, y de vez en cuando algunos escuchaban alguna información de Argentina, pero no teníamos ni tiempo para pensar en nada de eso”, afirma Mas.

En ese certamen, en el que el Diego cumplió su deseo de«jugar un Mundial» -y que cuatro años más tarde iba a hacer realidad su sueño de «ganarlo»- Petrucci cuenta que “en principio había algunas radios y podían comunicarse para saber” sobre la actuación del combinado nacional. “Por ahí se escuchaba alguna noticia de los primeros partidos”, rememora, y señala que “después ya fue imposible porque estábamos en pleno conflicto”.

El Patón se pone la camiseta

Guzman Malvinas

Tal como lo hace con su militancia en derechos humanos, recorriendo las calles rosarinas cada 24 de marzo cuando aún vivía en la ciudad, Nahuel Guzmán también se pone la remera de Malvinas. Durante todo un campeonato lució en su buzo de arquero la imagen del archipiélago, actitud que fue motivo de orgullo para los Ex Combatientes. “Fue algo que aún hoy se lo estamos agradeciendo, es un tipazo”, dice Julio Mas sobre el actual arquero de Tigres de México y la Selección, y revela que esa iniciativa “surgió de él, nadie se lo pidió ni le preguntó a nadie. Se lo puso en el pecho como también lo hizo con el pañuelo de las Abuelas. Nos cayó muy bien y por eso ese año le entregamos una placa, que lo hizo emocionar mucho”.

Haciendo caso omiso a la rivalidad entre leprosos y canayas, Claudio Petrucci no guarda elogios para su colega bajo los tres palos. “Yo banqué siempre a Guzmán, porque además soy arquero como él. Y también por su juego y por todas estas cuestiones de Malvinas y que también lo hace con las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo”, resalta Tato, y observa que “estas luchas que se dan en el ámbito deportivo trascienden los colores” de cada club.

Un sueño de Selección

Si bien los dos destacaron el gesto del Patón, ninguno ocultó sus deseos de ver la imagen de las islas embelleciendo la albiceleste, en el pecho de cada futbolista. Mas lamenta que en la AFA “le dan más importancia a la cuestión burocrática, que no les permite” usar ese símbolo en la camiseta del equipo que dirige el Tata Martino, y aclara que “es sólo una imagen de las islas, y no dice ni que son Argentinas, ni pide que las devuelvan”.

Para Petrucci “estaría bueno” porque eso implicaría “una forma de que vayamos incorporando a Malvinas en lo diario, y que no sea una cuestión solamente de los 2 de abril”, ya que “Malvinas es de todos los días, es un disparador de soberanía, una forma de llegar a los niños, a los jóvenes”.

Nota publicada en la edición 190 del periódico el eslabón

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Un comentario

  1. Julio Mas

    13/04/2015 en 16:06

    Simplemente gracias…

    Responder

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