El realizador local Diego Fidalgo contó las vicisitudes de la realización de El origen del pudor, que relata la causa judicial del pornógrafo radicado en Rosario, Alberto Chaume y que se estrenó este jueves en el cine El Cairo.
En la filmografía del rosarino Diego Fidalgo se encuentran temáticas tan dispersas como la vida y obra del artista plástico Fernando Traverso, un documental ensayo sobre Bolivia, el registro del segundo disco de la banda Aguas Tónicas, y el fusilamiento del anarquista catalán Joaquín Penina. Su última realización, El origen del pudor, continúa en la senda de documentales con temáticas díscolas, pero arriesga aún más. En plan detectivesco, el largometraje centrado en la figura del pornógrafo y abogado santafesino radicado en ciudad, Alberto Chaume, invita a reflexionar sobre la sociedad rosarina de la segunda mitad del siglo pasado.
La película, que recibió el apoyo para el desarrollo de proyecto (2011) y para la producción (2012) del Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales (INCAA), y ganó la categoría “Largometrajes en producción” del programa Espacio Santafesino (2012), surgió a partir de unas fotografías de tinte erótico con numeración y sellos y firmas judiciales que Fidalgo encontró junto a un contenedor de basura en Ovidio Lagos y Urquiza, inmediaciones de la sede de Cablehogar, donde se desempeña como camarógrafo.
“Cada tanto miraba las fotos y se las mostraba a mis amigos y un día le conté a un compañero del canal que vivía en el edificio de enfrente a donde las encontré y me contó que allí vivía un tal Chaume, que se dedicaba a la pornogafía y que fue detenido en el 82 por facilitamiento de la prostitución y corrupción de menores”, relató Fidalgo a El Eslabón.
Chaume era un abogado de Santa Fe, donde fue Director General de Rentas. Luego se radicó en Rosario y durante cuarenta años se dedicó a hacer fiestas clandestinas en su domicilio, donde programaba encuentros de clientes particulares con prostitutas.
Según relata el documental, las fotografías que tomaba eran publicadas en revistas de diversas partes del mundo, lo que le daba un circuito internacional en una época donde esto era mucho más difícil que en la actualidad.
El origen del pudor cuenta el caso Chaume mediante testimonios de periodistas, un coleccionista, un juez, una policía y recreaciones, pero a su vez retrata a algunos actores sociales de la época, entre ellos, la Iglesia y la Liga de la Decencia, un grupo de presión con llegada directa al poder judicial.
También entabla un diálogo atemporal entre la causa Chaume y la innominada obra de la artista Mónica Castagnotto, que presenta una analogía entre imágenes religiosas de la Virgen María y fotografías de labios vaginales, que fuera objeto de violentas manifestaciones cuando se la exhibió por primera vez en 1999, en el Museo Castagnino.
Al ser consultado por la elección de la temática de la película, Fidalgo contó: ”Salió a mi encuentro; si bien el personaje era muy interesante, me servía para abordar la cuestión de la moralidad, la Iglesia, la censura, todas esas cuestiones que estaban tan presentes en la vida cotidiana; me interesaba hacer una radiografía de la sociedad rosarina”.
“Chaume era un personaje polémico, el mismo hizo la propia defensa del caso y los vecinos del mismo piso no sabían nada sobre su ocupación, tenía bien diferenciadas una vida pública y una privada. No hacemos una defensa de su persona, como tampoco una acusación, contamos su caso dejando hablar a los actores. Las imágenes que encontré fueron las que al él le devolvieron, las de desnudos quedaron secuestradas y supuestamente fueron destruidas, se trata de comienzos de sesión. Habré recuperado 200 fotos de un cuerpo de 27 mil. En todas las fotos las chicas están mirando a cámara o riéndose, siempre hay algo de complicidad. Lo que hacía el tipo era todo artesanal, sacaba las fotos, las copiaba y revelaba”, se explayó Fidalgo. Y remarcó: “Había una sóla foto de un menor, la de un nene completamente vestido con una máscara de mono, que es la que tomo para elaborar el relato.”
“El día del preestreno vino gente vinculada a la historia, una mujer que dijo que había trabajado en la casa de Chaume y una de las hijas una de las mujeres que fotografió. Sabemos de empleadas de juzgado que participaban de las fiestas que hacía”, agregó el realizador.
Con respecto al cruce entre documental y ficción que irrumpe en la obra Fidalgo con la incursión de recreaciones con actores, comentó: “Es algo que lo pedía la película, no es una imposición mía, había muchas lagunas en el medio que tuvimos que ir llenando y no quisimos caer en en el recurso de la voz en off, porque si bien es algo que resuelve, a su vez es muy conductivo. No queda mucho espacio para el espectador”.
“Tengo proyectos para hacer ficción, pero es algo que no manejo todavía, siempre hice documentales y es el lugar donde me siento cómodo. Aunque esas diferencias entre documental y ficción son arbitrarias, para mi es todo lo mismo”, sentenció Fidalgo.
Próximas funciones
El origen del pudor se proyectará en el Cine El Cairo (Santa Fe 1120): el Viernes 21 a las 22.30, el sábado 22 y domingo 23 a las 20.30, el Jueves 27 a las 18, el viernes 28, sábado 29 y domingo 30 a las 20.30.