“Historia de Chicos surge de la iniciativa de las compañeras y compañeros de la delegación capitalina de Amsafe”, contó a el eslabón Javier Almirón, secretario de prensa del sindicato docente a nivel provincial y quien se puso al hombro la organización del evento en su primera edición local.
“El proyecto –continuó Almirón– se inició en mayo de este año con propuestas de trabajo para el aula junto a la comunidad educativa de cada escuela que participa y que tuvo como corolario la intervención masiva en Sportivo América junto a Peteco Carabajal”, el martes último, donde se congregaron mil alumnos de escuelas de las localidades de Rosario, Pérez, Álvarez, Coronel Domínguez, Coronel Bogado, Funes, Granadero Baigorria, Fray Luis Beltrán, Zavalla y Villa Gobernador Gálvez.
Temprano en la mañana empezaron a arribar los ómnibus a la sede del club de Tucumán y Oroño con maestros y chicos, muchos ataviados con trajes tradicionales, portando guitarras y bombos y un entusiasmo irrefrenable. En un brevísimo recreo de la frenética actividad que implicó la organización de tamaña movida, el dirigente habló con este medio sobre el trasfondo del proyecto pedagógico Historia de Chicos.
“El esfuerzo de los compañeros fue enorme. Hay que tener en cuenta que el trabajo que culmina hoy (por el martes pasado) comenzó hace meses en las escuelas, varias de ellas especiales. Los docentes hicieron un gran trabajo de integración al que se le debió dedicar mucho tiempo”, describió.
Almirón destacó que “más allá de la organización general de este proyecto en particular, lo que nos interesa desde Amsafé es apoyar a los miles de buenos maestros que trabajan en pos de una mejor educación, aportando recursos y herramientas que potencien ese trabajo”.
“El eje temático de estas actividades no es aleatorio –enfatizó Almirón–: Peteco Carabajal es un artista comprometido con la construcción de una sociedad más justa, su obra nos habla del amor, del vínculo entre las personas y el paisaje, el respeto por los pueblos originarios, y nos abre a los docentes la posibilidad de inspirarnos de ese mismo compromiso e inspirarlo a su vez en los alumnos”.
En este sentido, detalló que “los ejes de trabajo propuestos a partir de la obra de Peteco fueron pensados para estimular la generación de espacios donde transitar las historias de vida que hacen a la construcción de la identidad, a reconocer al trabajo como herramienta de inclusión y desarrollo de las personas, a reconocer la importancia del respeto mutuo, del respeto al medio ambiente”.
Amsafé distribuyó en las escuelas discos compactos con obras del músico de La Banda, especialmente editados para el proyecto, de los que docentes y alumnos eligieron uno o varios temas. A partir de las canciones fueron desarrollando actividades abordadas desde distintas disciplinas.
“Se trabajaron los derechos a la identidad, a la identidad cultural, al trabajo digno, a un medio ambiente protegido –enumeró el dirigente– desde la práctica de la danza, el canto, las artes plásticas, con talleres de construcción de instrumentos, percusión, cocina y jornadas recreativas”.
Un total de 22 escuelas públicas de nivel inicial, primario, educación especial, centros de alfabetización de jóvenes y adultos y escuelas secundarias se prendieron en el proyecto y fueron plasmando en dibujos, pinturas, coreografías, recetas culinarias y videos la letra y música de canciones como Estrella Azul, A mis viejos, Canción del Brujito, entre otras, que finalmente expusieron y compartieron extasiados con su autor, en vivo, al alcance de las manos, en Sportivo América.
“El gesto de Peteco es admirable”, remarcó Almirón, tras contar que el músico “viajó 12 horas especialmente para poder estar presente y luego volver a viajar otras 12 horas para cumplir con su agenda de recitales. Es un gesto hermoso que nos habla de su calidad como persona. Es un mensaje importante para los chicos, para los docentes y para la comunidad en general: la generosidad, el compromiso, el hecho de que en las escuelas también pasan cosas buenas”, concluyó.
Fuente: El Eslabón
