El presidente del centro de estudiantes de la facultad de Humanidades y Artes, Felipe Porta, pidió que “continúen las clases” en otra dependencia de la UNR, y exigió “clausurar el edificio” donde la caída de un vidrió hirió a una estudiante. Los alumnos reclaman frente al viejo establecimiento ubicado en calle Entre Ríos, con corte de tránsito.
Sorprendidos por la decisión de las autoridades de la Universidad Nacional de Rosario de no dictar clases lunes y martes (el miércoles tampoco habrá por el feriado), los estudiantes realizan un festival frente al edificio de calle Entre Ríos, con el objetivo de “visibilizar el problema y pidiendo que se clausure el nuevo edificio”.
“Planteamos que continúen las clases, y conseguimos que las autoridades se comprometan a darnos una sesión del consejo directivo, para que retornen las clases hoy lunes. Pero este domingo nos enteramos por un medio no oficial que no iba a haber clases”, sostuvo Porta.
En diálogo con Redacción Rosario, el presidente del Centro de Estudiantes consideró que esa decisión “es una forma de desmovilizar al estudiantado en general”, y por lo tanto “estamos haciendo un festival, con varias bandas y mostrando la alegría que genera movilizarse”.
“Sostenemos que se tiene que clausurar el edificio hasta que no esté habilitado con los informes correspondientes. Queremos volver a clases. Todas las acciones que tomamos fue para tener clases”, adelantó el referente de la agrupación Mate Cocido antes de la asamblea que mantendrán a partir de las 18, donde evaluarán “cómo se sigue con el plan de lucha”.
“Ya logramos con los estudiantes y el gremio docente (Coad) que se instruya una revisión de la Superintendencia de Riesgos del Trabajos de la Nación, para que no sea sólo la universidad la que se avale a sí misma, sino que además haya otros entes que la regulen. Porque esa es una manera que tienen de conseguir que se apruebe todo y de hacer de cuenta que no pasa nada”, afirmó.
Por último, Porta responsabilizó de esta situación a la agrupación radical Franja Morada “porque es la autoridad de la facultad” y “este hecho pudo ser evitado”. Y agregó: “Al primero que le quisieron echar la culpa fue al obrero, y después a la empresa que ellos mismos contrataron”. En este último caso “entendemos que pueden estar implicados, pero los que estaban al tanto de todo eran las autoridades de la facultad y los secretarios de políticas edilicias de la UNR.
“El decano José Goyti sabía que estábamos estudiando en un edificio en construcción. También quisieron clausurar sólo el 6º piso y la chica que se sufrió las consecuencias no estaba ahí, sino en la planta baja”, concluyó.
