El futuro ministro de Seguridad de Santa Fe indicó que se jerarquizará a los «buenos policías» y se separará a los que no cumplan sus tareas. «La seguridad tiene que ser una política pública», enfatizó.
Este martes el actual diputado provincia de la Unión Cívica Radical (UCR) Maximiliano Pullaro, quien a partir de diciembre tendrá a su cargo el ministro de Seguridad del gobierno de Miguel Lifschitz, anticipó que una de las primeras tareas que realizará consistirá en un censo para determinar cuántos policías cumplen funciones administrativas, cuántos están en las calles, qué cantidad tienen licencia por carpeta médica y quienes registran un pase a disponibilidad. Pullaro argumentó la idea indicando que de esa manera se podrá “disponer de más efectivos en las calles».
«Hay que comprender que la seguridad tiene que ser una política pública», aseguró Pullaro y añadió: «Hoy los problemas de seguridad no se solucionan con más recursos. Hoy es necesario construir datos propios, que el ministro y equipos de asesores puedan analizar lo que sucede en profundidad en cada zona de la provincia de Santa Fe, y planificar una política pública que va a ejecutar la policía de Santa Fe y va a monitorear la política desde cada una de sus direcciones y unidades».
«No va a haber lugar para que esté mezclado la paja del trigo, a los buenos policías los vamos a jerarquizar, les vamos a dar lugar para hacerlos crecer. Y a los malos policías los vamos a separar», indicó Pullaro. El actual legislador también sostuvo que es “necesario recomponer la verticalidad en la fuerza policial, comprender que un policía debe recibir órdenes de otro policía de rango superior y no un político. Sí, la política tiene que supervisar y monitorear».
Por último, al ser consultado sobre cuántos policías deberían patrullar las calles de la ciudad de Rosario, señaló: «Si tuviésemos trabajando en tareas de prevención policial a todos los policías que hoy tiene Rosario, en términos generales mejoraríamos muchísimo lo que es la seguridad pública, los índices de seguridad».
Fuente: La Capital
