Foto: Andrés Macera.
Foto: Andrés Macera.

Los integrantes del espacio Fábrica de Ideas cuentan cómo hicieron Mi verdad no es tu noticia, trabajo en el que interpelan a periodistas rosarinos sobre el tratamiento que le dan los medios a los hechos ocurridos en los barrios periféricos de la ciudad.

“Siempre hay que refrescarse la memoria”, dicen, y no esperan un silencio para completar: “Para no caer en lo mismo y construir un nuevo futuro”. Son palabras de los pibes y pibas –adolescentes de diferentes barrios de la periferia local– que integran el grupo Fábrica de Ideas que, desde el Museo de la Memoria Rosario, año a año eligen un tema de su interés, lo investigan, lo desanudan y lo nutren hasta convertirlo en una expresión propia. En esta oportunidad, el resultado es Mi verdad no es tu noticia, un video dónde dan su mirada sobre lo que ellos llaman “la distorsión de las noticias de los barrios en los diarios” de la ciudad. “Queremos dar nuestra perspectiva sobre un problema cotidiano que nosotros sufrimos”, explicaron.

“El manejo de la información que hacen los medios de comunicación nos afecta a nosotros, porque si un diario dice «el pibe de gorrita es el que roba», a nosotros nos ven con gorra y van a pensar eso. La espiral que analizan es bien conocida, y lo tienen claro a la hora de describirla: “Esa persona que lo lee se lo dice a otra, se expande la información, se expande ese pensamiento de la gente sobre nosotros. Y nosotros los miramos con esos ojos del que le hace mal en su vida social. Los ojos de la víctima hacia el agresor”.

“Desde principio de año teníamos muchos temas y no sabíamos cuál íbamos a tratar. Después tuvimos la visita del Polaco Abramowski (periodista que colabora semanalmente en este semanario) y ahí nos empezamos a preguntar más de dónde obtenían ellos –los periodistas– la información que volcaban en el diario. Ahí nos empezó a interesar más ese tema, porque teníamos vivencias propias sobre eso. Empezamos buscando noticias y viendo si lo que decían era verdad o tenía errores. Vimos el caso del hermano de él (señalan a uno de ellos que está directamente involucrado en un caso donde la verdad y la «versión policial» chocan entre sí en las letras impresas y abonan la estigmatización al punto de tener que abandonar su propio barrio) y el de Sheila (una foto suya fue publicada fuera de contexto y la dejó pegada a una historia que, si bien conoce porque forma parte de la cotidianeidad de su barrio, no protagonizaba)”.

A partir de ahí continuaron el recorrido interpelando su propia realidad para entender, para nutrir su vivencia con otros puntos de vista. “Entrevistamos a varios periodistas de la ciudad y a todos les preguntamos lo mismo: ¿qué los hace mentir? ¿por qué creen la versión policial? También buscamos noticias del pasado sobre otros temas y nos encontramos con títulos como «Estamos ganando» (referido a la guerra de Malvinas), o el uso de la palabra «subversivo» durante la dictadura; y el más reciente –y trístemente célebre– «La crisis se cobró dos nuevas muertes» (en ocasión del asesinato, a manos de la policía bonaerense, de Kosteki y Santillán en 2001). Nosotros sufrimos la estigmatización que hacen los medios, porque los taxis no quieren entrar a nuestros barrios, o vas caminando y la gente se cruza de vereda y vos decís: ¿qué le pasó a éste?”.

De este modo fueron elaborando su propio discurso con la certeza de ser protagonistas de esta historia de todos los días. “Uno de nuestros objetivos era que tengan nuestra mirada. porque solamente se quedan con la mirada de los medios. Entonces nosotros hicimos este proyecto para que puedan ver desde otro punto”, argumentan, y revelan la estrategia para hacer oír su voz: “Elegimos mostrarlo en un video, sentimos que así podíamos interesar más a la gente”.

Mi lugar, tu lugar

Alejandra Cavacini, coordinadora del departamento de Articulación Territorial del Museo de la Memoria Rosario, define a Fábrica de Ideas como un espacio de encuentro para jóvenes, que busca promover instancias de reflexión sobre la participación político cultural juvenil, el intercambio y la convivencia entre jóvenes, y la producción colectiva de conocimiento sobre problemáticas de vulneración de derechos en el presente, en articulación con la memoria histórica.

Los pibes lo definen a su modo. “Es un lugar en el que podemos expresar libremente nuestras ideas y luchamos por un mismo propósito”, cuenta uno, y otro se explaya: “Yo, te digo la verdad, vine al principio por él –señala al compañero sentado a su lado– porque él es mi mejor amigo, es como mi hermano. Y por problemas que tuvo, se tuvo que ir del barrio. Entonces no lo veía, y yo estaba acostumbrado a verlo siempre. Entonces empecé a venir porque acá lo podía ver. Después pasó el tiempo y con los que no conocía nos hicimos amigos. Es un lugar para conocer personas, y además nos esforzamos todos y luchamos en equipo. Cuando estábamos en Chapa me di cuenta que había hecho otros amigos y todo valió la pena, con el proyecto que hicimos”. Se refiere a que todos los años, en noviembre, viajan a Chapadmalal al encuentro de Jóvenes y Memoria. Allí, miles de pibes y pibas comparten sus trabajos y sus experiencias y, como siempre, siendo muchos y estando juntos, completan la idea de la importancia de lo que hacen, de conocerse, de pensar y expresar su punto de vista.

El próximo jueves a las 19, en el Museo de la Memoria, Mi verdad no es tu noticia será presentado por sus realizadores, junto a otros trabajos que se desarrollan en simultáneo en diferentes barrios de la ciudad. En ese momento, sus voces comenzarán a girar y quedará en el aire esta vieja historia, vista por estos nuevos ojos, los ojos de la periferia, los que siempre están en el centro de la crónica roja de estos tiempos, los que hoy eligieron ser escuchados. Los que miran el pasado, viven el presente y hacen “memoria de la actualidad”.

Fuente: El Eslabón

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