Familiares y amigos de Jonatan Herrera, realizaron este miércoles una conferencia de prensa en las escalinatas de los Tribunales Provinciales, para reclamar justicia para el joven asesinado por agentes de la Policía de Acción Táctica en enero del 2015, mientras lavaba el auto en la puerta de su casa.
En el acto, la familia de Jonatan, rechazó «la pretensión de la fiscalía de homicidios que busca llevar a los responsables a un juicio abreviado».
Acompañados por organizaciones sociales, de derechos humanos, los ediles Norma López, María Eugenia Schmuck y Eduardo Toniolli, la madre y hermana del joven asesinado exigieron «un juicio oral y público para todos los imputados».
Además, los familiares de Jonatan presentaron por medio de la defensora oficial, Cintia Garcilazo, un pedido de audiencia con el fiscal regional Jorge Baclini.
Herrera, de 23 años, murió de un balazo en la cabeza en Pasaje Villar y Ayacucho mientras lavaba su automóvil, al quedar en medio de un tiroteo entre un supuesto ladrón de una juguetería que escapaban en moto y cinco efectivos del Comando Radioléctrico, a los que se sumaron los cuatro detenidos del PAT que se sumaron a la persecución.
Jonatan era repositor en la tienda Falabella, vivía con sus padres y ocho hermanos en la esquina de Ayacucho y pasaje Villar, donde fue asesinado. Tenía un hijo recién nacido.
Aunque las primeras informaciones apuntaron a implicar en el homicidio a un presunto ladrón de una juguetería –quien habría portado una pistola Bersa calibre 22–, las pericias preliminares fueron diluyendo esa hipótesis oficial.
La autopsia demostró que Jonatan recibió tres impactos de bala, uno (mortal) en la cabeza, otro en el pie y el tercero, que ingresó por la pierna y quedó alojado en su cadera, permitió determinar que se trató de un proyectil 9 milímetros, los mismos que usa la policía.
“Nadie se puede engañar con esto. Sabemos que fue la policía la que lo hizo. No pueden tirar tantas balas, siendo que el barrio está siempre lleno de chicos, de gente”, dijo María Elena Herrera, la madre de Jonatan.
El juicio abreviado –que aún no fue homologado por un juez– acordado entre la fiscalía de Adrián Spelta y la defensa, impone a tres miembros de la Policía de Acción Táctica (PAT) penas de 3 años de prisión efectiva por el delito de abuso de armas. Por otro lado, para el cuarto policía imputado, identificado como Ramiro R., el fiscal Spelta solicitó la pena de prisión perpetua bajo la figura de autor material del crimen, calificado por ser integrante de una fuerza de seguridad.
A través de su abogada, la madre de Jonatan, impugna la propuesta de juicio abreviado acordado por una de las querellas y el fiscal, con el argumento de que «se impide la acusación alternativa que permite el código» y «se vulnera el principio de congruencia y búsqueda de la verdad debido a que aún restan realizarse innumerables medidas probatorias».
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