Con una inspección ocular a un antiguo taller usado por los represores, se reinició el juicio contra los los imputados por el secuestro, tortura y asesinato, durante la dictadura, de los militantes peronistas Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereira Rossi.
En el proceso están acusados el último dictador, Reynaldo Bignone, el ex comisario Luis Abelardo Patti, los militares retirados Pascual Guerrieri, Luis Américo Muñoz, Rodolfo Rodríguez, Carlos Lucena; los ex Personal Civil de Inteligencia (PCI) Walter Pagano, Juan Andrés Cabrera, Ariel López y Carlos Sfulcini; y el policía bonaerense retirado Amadeo Spataro.
Los represores están imputados por la detención violenta e ilegal de Cambiaso y Pereira Rossi –perpetrada en el bar Magnum de Rosario el 14 de mayo de 1983–, su traslado a las afueras de la ciudad para aplicarles tormentos y su posterior homicidio.
Los cuerpos de los militantes peronistas aparecieron el 17 de mayo de ese año, en un camino rural de la localidad de Liba (provincia de Buenos Aires), con claros signos de haber sido torturados y fusilados, ante un escenario que pretendió simular un enfrentamiento armado.
Inspección
La medida de este miércoles estuvo encabezada por la jueza Beatriz Caballero de Barabani, quien fue acompañada por una nutrida delegación compuesta por representantes de las diferentes partes del juicio oral y público iniciado el año pasado, y por una numerosa presencia de gendarmes, que llamó la atención de los vecinos de Callao y Biedma, lugar donde funcionó el taller de Maiorano hermanos, al que fueron llevados las víctimas del juicio.
Según informaron fuentes judiciales consultadas por Redacción Rosario, la medida se pudo realizar, y se identificó el lugar que durante las audiencias varios testigos señalaron como el sitio donde fueron llevados Cambiaso y Pereira Rossi luego de su secuestro, y en el que estuvieron escondidos los móviles que formaron parte del operativo.
Según varios testimonios ofrecidos en las audiencias del juicio, los dirigentes peronistas del Movimiento Intransigencia y Movilización, tras haber sido secuestrados en el bar Magnum de Córdoba y Callao, fueron llevados en un camión del ejército seguido de una serie de automóviles en los que se trasladaba parte de la patota del Batallón 121 y uno de los lugares al que levaron a los detenidos fue el taller de Maiorano Hermanos.
En la inspección ocular de este miércoles, la tercera realizada en el proceso –antes se reconoció el lugar donde se encontraron los cuerpos y también se visitó el propio bar Magnum–, se “cumplió con el objetivo de la medida de constatar e identificar” el sitio, que según indicaron las fuentes ya no pertenece a la misma familia.
El juicio oral y público Cambiaso-Pereira Rossi, continuará con una nueva audiencia oral y pública el miércoles 24 de febrero.