El concejal Jorge Boasso presentó un proyecto para incorporar al Reglamento de Edificación, los “Cercos perimetrales energizados”, alimentados a energía solar o eléctrica, y destinados «a la protección de la propiedad».
El edil consideró: “Estamos regulando una práctica ya existente con el fin de llevar tranquilidad respecto de su colocación y uso, evitando instalaciones precarias”.
Entre las argumentaciones divulgadas a través de un parte de prensa, Boasso subrayó que «el sistema empezó a ser utilizado en propiedades debido a los reiterados hechos de inseguridad. Hoy se adquieren en el mercado y se instalan sin respetar las condiciones mínimas de seguridad, por ello es importante regularlos para estar tranquilos que estén bien colocados. Cuando alguien o algo entran en contacto, el sistema acciona una alarma y se encienden luces, según la combinación de posibilidades tecnológicas de cada sistema».
El concejal radical, además, opinó: “La iniciativa no promueve su colocación sino que pretende legislar sobre una modalidad que ya existe y se utilizan para proteger las propiedades”.
Mascotas seguras
Para Boasso, «estos cercos de seguridad trabajan de manera disuasiva con bajo amperaje, evitando de este modo, que quien lo toque, ya sea una persona o una mascota, quede «pegado» o sufra heridas; es decir, no causa daño físico».
El proyecto del edil radical exige que se cumplan y asienten las condiciones técnicas de instalación y mantenimiento que se consideren necesarias, a efectos de exhibirlas ante la inspección que realice la autoridad municipal.
«Tendrá que tener carteles de advertencia y la altura mínima del primer hilo de alambre energizado deberá ser de dos metros, en relación al nivel del suelo, y no podrá sobresalir de los límites de la propiedad. Además se deberá mantener tensas las líneas y supervisar en períodos no mayor a 60 días el nivel de voltaje y mantenimiento correctivo y preventivo de la instalación», especificó Boasso.
En el orden técnico, el concejal explicó que «el aparato electrónico que comandar7á el cerco energizado deberá estar completamente comprendido dentro de la norma internacional de seguridad eléctrica –norma europea IEC 60335-2-76 (IEC= Internacional Electrotechnical Commission)– o la que en un futuro la remplace, incluyendo a los anexos normativos en su última versión aprobada».
Boasso citó antecedentes cercanos donde se aplica la regulación como Brasil, Uruguay y Chile, que utilizan como protección los cercos perimetrales energizados. Y también destacó que se usan en las ciudades de San Pablo, Lima, Caracas, Bogotá, México DF, Montevideo y Santiago de Chile.
Por otra parte, el proyecto prevé la creación de un Registro de Instaladores. Y en cuanto a los cercos energizados ya instalados deberán homologarse en un plazo máximo e improrrogable de 180 días a partir de la sanción de la presente ordenanza. El Ejecutivo determinará la penalidad a incorporar en el Código de Faltas de la ciudad de Rosario, como sanción ante el incumplimiento de la presente ordenanza.
“La falta de legislación municipal y provincial que regule la instalación de los cercos energizados y la necesidad de proteger la vida humana son motivo para avanzar en esta iniciativa”, finalizó Boasso.