“Es perjudicial para los usuarios”

Foto: Manuel Costa.

El Observatorio Social del Transporte de Rosario consideró “lesiva para el interés de los usuarios” las modificaciones al sistema que entran en vigencia desde este lunes, que incluye el fin de la circulación por el centro de cuatro líneas de colectivos. “Se contradice abiertamente con los objetivos esgrimidos por el Ejecutivo Municipal para justificar tal decisión”, señalaron.

La municipalidad informó que a partir de las cero hora del próximo lunes 7 de noviembre, las líneas 110, 134, 135 y 140 dejaron de circular en el centro por calle Sarmiento de manera definitiva, modificando de esta manera el recorrido y las paradas en el sector.

Además, las líneas 134 y 135 lo harán por calle Entre Ríos, en tanto los servicios de la 110 y 140 pasarán a circular por el carril exclusivo de calle Laprida. En el caso de la línea 140, ésta se verá modificada también en su recorrido de regreso, pasando a circular por el carril exclusivo de calle Maipú.

De acuerdo a un informe del Observatorio Social del Transporte, difundido este lunes por el concejal Eduardo Toniolli, la medida instrumentada “afectará significativamente a los usuarios de las líneas del TUP comprendidas, tanto por la modificación de sus tradicionales recorridos como por el aumento de los tiempos de viaje y de los lapsos de espera entre unidades”.

Para el Observatorio, las modificaciones impulsadas por el municipio también complicarán “a los usuarios de las demás líneas que ya operan sobre los tramos a los que se superpondrán aquellas, así como la circulación general sobre las calles con el tránsito recargado, y finalmente repercutirá en un costo adicional para la explotación del Sistema del TUP”.

Informe completo del Observatorio Social del Transporte

El traslado de recorridos de líneas del TUP en el microcentro es perjudicial para los usuarios.

Tal como lo anunciaran autoridades municipales la semana pasada, a partir del día de la fecha se retirarán de circulación de manera definitiva por calle Sarmiento a las líneas 110, 134, 135 y 140, que serán reubicadas en calles Laprida y Entre Ríos, según cada caso. La modificación también afecta el sentido contrario de la línea 140, siendo desviada de su recorrido actual por calle Mitre hacia calle Maipú.

Este Observatorio considera que la medida adoptada es lesiva para el interés de los usuarios del TUP, y se contradice abiertamente con los 3 objetivos esgrimidos en distintos medios de comunicación desde el Ejecutivo Municipal para justificar tal decisión.

Aquí cada objetivo detallado y a continuación nuestra mirada:

Objetivo 1 enunciado por el Ejecutivo: “…apunta a generar una circulación más ordenada y coordinada de las líneas del transporte, logrando una mayor eficiencia en los recorridos y brindando una mayor oferta y espacios de ascenso y descenso más amplios”.

– La circulación más ordenada de las líneas TUP se lograría si en las calles donde se las concentrará se prohibiera de manera absoluta la circulación de todos los vehículos particulares; entre tanto, el aumento de líneas TUP circulando por determinadas arterias traerá aparejada mayor congestión tanto en la circulación propiamente dicha como en las paradas que serán demandadas por mayor número de líneas y usuarios, con lo que el aumento en el ancho de las veredas en la zona de paradas no traerá aparejado beneficio neto alguno. Por ejemplo: para el caso específico del carril por calle Laprida, la ampliación de la vereda realizada en la parada situada en su intersección con calle San Juan ha resultado en un aumento sensible de la congestión en el sector debido a su cercanía con un establecimiento hospitalario, con el movimiento regular de autos y taxis deteniéndose para subir y bajar pacientes, ambulancias de emergencias y traslados, vehículos que conducen insumos, etc. Agregado a esto, una cuadra más adelante se encuentra la restricción ocasionada por la reforma realizada años atrás en las calzadas en torno al Teatro “El Círculo”, donde se reproducen rato a rato estrangulamientos en la circulación vehicular.

Objetivo 2 enunciado por el Ejecutivo: “Los cambios se desarrollan en el marco de los trabajos en el área Histórica de la ciudad, iniciados a principios de este año con el objetivo de mejorar la movilidad en el sector y promover el uso del transporte público masivo”.

– La única movilidad que mejorará en el sector intervenido es la movilidad individual, mientras que la movilidad colectiva se verá dificultada en base a los efectos descriptos en el análisis del punto precedente y del siguiente. La aplicación de medidas de este tipo (que también ya se han anunciado para ser aplicadas en otras arterias tales como la calle Rioja) resultan en una mala promoción del uso del transporte público masivo, tanto por el alejamiento de los recorridos del TUP del corazón del microcentro, como por el mayor congestionamiento de los corredores reconcentrados a raíz del aumento de líneas operando sobre los mismos.

Objetivo 3 enunciado por el Ejecutivo: “El plan incluye una serie de obras tendientes a generar áreas calmas de circulación vehicular y a jerarquizar la circulación del transporte de pasajeros, con el fin de reducir los tiempos de viaje y brindar mejoras a los usuarios del servicio público”.

– Las áreas “calmas” de circulación vehicular que resultarán de la aplicación de estas medidas serán para provecho exclusivo de la movilidad individual y particular, con lo cual es falaz el argumento de que estas obras “brindarán mejoras a los usuarios del servicio público”, quizás con la única excepción de los usuarios de taxis, pero de ninguna manera resultarán en un beneficio para los pasajeros del transporte colectivo.
En cuanto a la invocada reducción en los tiempos de viaje, esto resulta dudoso si se tiene en cuenta que la velocidad promedio se verá afectada en las calles a las que se trasladarán las líneas removidas por mayor concentración de unidades de transporte -especialmente en las paradas, como se ejemplificó en el punto 1) de estas observaciones- a lo que se debe agregar el mayor recorrido inútil que deberán realizar varias de las líneas afectadas, que en el caso de la Línea 140 acumulará 6 cuadras de más en cada sentido de viaje, totalizando 12 cuadras extras por recorrer en cada vuelta dada por cada coche; según los horarios actuales de esta línea, el cruce del macro y microcentro le insume en horario diurno de temporada alta un promedio de 0,62 minutos por cuadra, entonces resulta que en cada sentido cada coche insumiría 3 minutos 43 segundos extras o en cada vuelta la pérdida de tiempo por mayor recorrido adicional e inútil acumularía 7 minutos 26 segundos, tiempo perdido por los usuarios y que también repercutirá en una extensión en los tiempos de espera entre coches.
Y no solo el perjuicio emergente de esta medida se traducirá en pérdidas de tiempo de viaje y aumento de tiempo de espera entre coches, sino que el mayor recorrido inútil también impacta sobre el costo de operación del TUP. Citando también el caso de la Línea 140, que según los horarios oficiales realiza un estimado anual de 38.709 vueltas, el suplemento de 12 cuadras (equivalentes aproximadamente a 1,56 kilómetros dada la longitud media de 130 metros por cuadra) por vuelta equivaldría a 60.386 kilómetros inútiles anuales adicionales, recorrido al que aplicando el costo kilométrico de $42,70 reportado por el EMR para el mes de junio de 2016, resultaría un costo inútil anual de $2.578.482 equivalente a $7.064 por cada día de aplicación de esta medida.

En síntesis: La medida instrumentada afectará significativamente a los usuarios de las líneas del TUP comprendidas, tanto por la modificación de sus tradicionales recorridos como por el aumento de los tiempos de viaje y de los lapsos de espera entre unidades; también afectará a los usuarios de las demás líneas que ya operan sobre los tramos a los que se superpondrán aquellas, así como la circulación general sobre las calles con el tránsito recargado, y finalmente repercutirá en un costo adicional para la explotación del Sistema del TUP.
Este es el primer paso de una metodología que ya se ha anunciado seguirá con su aplicación sobre calle Rioja y otras del Área Central. Sus consecuencias obrarán negativamente sobre la movilidad colectiva y no harán sino agravar la situación de crisis del Transporte Urbano así como la circulación en general de la ciudad.

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