Foto: Txema Novelo.
Foto: Txema Novelo.

El exitoso dúo de experimentación sonora, compuesto por argentinos radicados en Europa, se presentará por primera vez en Rosario este sábado a la medianoche en Floyd, Dorrego 1362.

A fines de 2016, el empresario Joe Corré, hijo de Malcolm McLaren, ex manager de Sex Pistols, y de la diseñadora de moda Vivienne Westwood, en una suerte de Potlach contemporáneo, quemó a las orillas del Támesis su memorabilia de la escena punk inglesa, valuada en aproximadamente cinco millones de libras. En las entrevistas previas a la mediática hoguera, Corré dijo que se trataba de un acto de protesta por la celebración del 40 aniversario del punk, promovido por el alcalde de Londres. “En 1978 la movida ya estaba terminada”, sintetizó el hijo de McLaren, en referencia a los por aquel entonces jóvenes que supieron poner en jaque al conservadurismo británico. Sin embargo, los ecos del punk adoptaron disímiles formas en las más diversas vanguardias musicales que surgieron en las últimas cuatro décadas, una de esas tantas es el synthpunk, rótulo acuñado para identificar a aquellas bandas punks donde primaba el uso de sintetizadores sobre las guitarras. Y es en esta tradición donde se podría enmarcar a Mueran Humanos, grupo formado en Barcelona en 2006 y que integran la pareja argentina compuesta por la tecladista y artista plástica Carmen Burguess (ex Mujercitas del Terror) y el bajista Tomás Nochteff (ex Dios y Travesti) –la cuota vocal y programaciones corren por cuenta de ambos–.

Pero Mueran Humanos también toma elementos del krautrock, la electrónica de pulso y la psicodelia, para lograr un sonido denso e hipnótico por el que desfilan letras en un claro español latinoamericano. Una sonoridad que logró captar la atención de miles de oyentes alrededor del mundo y los llevó a editar por sellos de Estados Unidos, México, Inglaterra e Italia, a pesar de que no trabajan con agentes de prensa, manager ni agencia de booking.

En vísperas de su visita a Rosario, donde se presentarán por primera vez, Tomás Nochteff desde Berlín, ciudad en la que se encuentra radicado junto a su compañera, respondió algunas preguntas sobre el fenómeno Mueran Humanos.

—¿Cómo surgió la banda?
—Carmen y yo nos conocíamos de Buenos Aires pero no tocábamos juntos, yo vine primero a Europa y un año después vino ella a encontrarse conmigo. Yo tocaba como solista y cuando llegó ella le propuse tocar el teclado para acompañarme, pero en cuanto empezó a tocar me di cuenta de que mi proyecto solista había terminado. Nunca había sentido una química así tocando con alguien y a minutos de tocar juntos nos dimos cuenta de que ya éramos una banda. Todo pasó en un día.

—¿Cómo y por qué arribaron a Europa?
—Por el impulso de viajar. Siempre lo tuve, cuando era adolescente me tomaba trenes colado y viajaba por la Argentina, viajando en el estribo, sin rumbo, conociendo gente que vive así. De hecho, la primera vez que fui a Rosario fue de esa manera. Mi abuelo materno, oriundo de Galicia, era igual, sólo que él se tomó un barco en vez de un tren y terminó en Argentina. Quizás lo llevo en la sangre, aunque no me tomo en serio la cuestión de la sangre.

—¿Y el por qué del nombre de la banda?
—Mueran Humanos era el nombre de un fanzine que yo hacía, recortaba titulares de diarios y armaba poemas automáticos con ellos. Veía la manipulación mediática metafóricamente como una operación masiva de magia negra y mis cut ups como una forma de contrarrestarla, como una guerra psíquica. A Carmen le encantaba el nombre y se lo pusimos a la banda.

—Tenés alguna hipótesis para explicar el éxito de la banda en países de no habla hispana, sobre todo teniendo en cuenta que existen pocos antecedentes que respondan a ese fenómeno.
—No. Fue algo inesperado, justamente porque nunca pasó, o casi nunca. Además yo no esperaba ningún tipo de éxito, más allá del éxito de hacer lo que quiero. Para mí eso es el éxito, hacer una canción que me gusta, nada más. Las primeras bandas argentinas que me gustaban eran Los Corrosivos, Los Pillos, para mí eran super grosos y tocaban para 50 personas, entonces cuando empecé a tocar nunca esperé más que eso. Por supuesto uno fantasea, por ejemplo cuando llegué a Europa fui al Primavera Sound y por un momento pensé qué flash sería tocar acá, pero como un pensamiento pasajero, ni a palos me lo tomé en serio. Pero luego sucedió. Y bienvenido sea, no me detengo mucho a pensar ni le busco explicación, a la gente le gusta nuestra banda y ya está, yo estoy contento porque para mí somos una buena banda. Si no les gustara a los demás pensaría lo mismo.

—¿Cómo componen?
—Es un proceso largo en el que participamos los dos, la idea surge o bien tocando juntos, experimentando, o bien tocando por separado. Pero si bien algunas canciones surgen de uno o el otro, a partir de la idea original la trabajamos entre los dos, es totalmente colaborativo, no hay líderes, o más bien los dos somos líderes.

—¿Qué elementos toman del punk y en qué cosas creés que se distancian?
—Del punk tenemos el espíritu y el habernos criado en ese ambiente, la rebeldía y los discos escuchados, las vivencias, el hacerlo uno mismo y la ideología antiautoritaria. Igual, ya de chico me movía en el ambiente punk pero escuchaba bastante poco punk rock, siempre me gustó lo más experimental, la psicodelia, el uso del ruido y la repetición, por eso me inclinaba por cosas relacionadas al punk pero más experimentales como Neubauten, Swans, Birthday Party y cosas así, eso era punk para mí. Ninguno de los dos, en las bandas que tuvimos, jamás hicimos música punk convencional. De hecho, la idea de punk convencional es una contradicción total. El punk para mí significa algo que existía antes del punk y va a existir siempre, pero ya el nombre punk me da igual. Cuarenta años después de la explosión ya va siendo hora de abandonarlo. Yo escucho de todo y me junto con todo tipo de gente, me interesan todo tipo de ideas y nada me aburre más que discutir qué es punk y qué no. Al que le haga feliz llamarse punk, por mí que lo haga, me es totalmente irrelevante discutir qué es punk y qué no a esta altura de la historia y a esta altura de mi vida.

En vivo. La cita para ir a escuchar Mueran Humanos en Rosario es el sábado 11 de febrero a partir de las 23.30 en FLoyd, Dorrego 1362. La apertura de la velada correrá por cuenta de la agrupación local Víctima del Vaciamiento y una vez finalizados los recitales musicalizarán la deejay Tau Ceti y Black Pope. Las entradas anticipadas a 100$ se consiguen en la disquería Utopía, Maipú 778.

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2 Lectores

  1. massimo barbieri

    07/02/2017 en 20:09

    Para mi es una gran banda!

    Responder

  2. massimo barbieri

    07/02/2017 en 20:10

    Gran banda, los amo!

    Responder

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