Una familia de Rosario necesitó 24.500 pesos en julio para cubrir el total de gastos del hogar, 1,78 por ciento más que el mes pasado. Los principales aumentos se dieron en alimentos y servicios.
La asociación de usuarios y consumidores Cesyac difundió este lunes su relevamiento de precios del mes de julio para Rosario y estimó la canasta en 24.505 pesos. La entidad local registró subas en comestibles envasados, frutas y verduras, bebidas, medicina prepaga y combustibles. Según el Cesyac, la canasta lleva 13,32 por ciento de suba en lo que va del año.
El total del gasto del consumo del hogar para julio en la ciudad llegó a los 24.505 pesos, donde los productos de consumo masivo se llevan 7.210 (casi 30% del total), y los servicios básicos para el hogar sumaron 17.295 pesos (el 70% restante).
La sumatoria total de productos y servicios que debió comprar y contratar una familia trepó en promedio un 1,78 por ciento con respecto a junio, aumento que tiene que ver con la suba de comestibles envasados (4,37%) mientras que los demás variaron un -0,29% (carnes), 0,95% (productos de limpieza), 6,44% (frutas y verduras) y en bebidas 5,22%.
Y con respecto a los servicios, las prepagas aumentaron 6 por ciento y los combustibles 6,77 por ciento para la canasta básica, siendo el aumento real del bien mayor al 7 por ciento.
“Seguimos con incrementos en rubros clave, como son alimentos y servicios, que a su vez generan otros incrementos”, sostuvo Juan Marcos Aviano, director del Cesyac.
“En julio tuvimos aumentos fuertes, y vamos a ver cómo repercuten los incrementos de gas en el general de los productos y servicios. Al igual que en 2016, el inicio de año ha sido complicado, y un aumento de casi 14 por ciento en siete meses es mucho, y 30 por ciento anual también”, comentó Aviano.
Los datos que difundió Cesyac se conocen en la previa a las cifras de inflación que anunciará el Indec a nivel nacional. Mediciones privadas estiman un aumento de precios al consumidor promedio por encima del 2 por ciento en todo el país, empujado por la suba de los combustibles y los saltos en la cotización del dólar.
El nuevo IPC alejará un poco más la meta de inflación del Banco Central e impactará de manera negativa en los bolsillos de los trabajadores. En campaña, el gobierno de Mauricio Macri repite que la inflación está bajando, aunque la realidad lo desmienta.
