El director Oscar Medina pone en escena una obra original de Aldo El-Jatib, estrenada en 1985. Dos señoras y sus escobas, y un bla bla eterno y condenatorio, se pondrán en juego en una única función, el próximo 29 de octubre a las 21, en el teatro La Comedia, Mitre 958.
Con actuación de Leandro Doti y Mauro Lemaire, Litófagas es el universo cerrado, poético y patético de la Señora 1 y la Señora 2. Roen la piedra con millones de palabras instaladas en la tragicomicidad. Señora 1 y Señora 2 que no miran a ninguna parte como en toda obra absurda. Absurdo de la existencia. Hablar y barrer, hablar y barrer, hablar y barrer. Y la condena a un infierno de ángeles rojos y el fuego. Dos personajes Señora 1 y Señora 2, tan humanos sin almas, benditamente horrorosos.
Medina reincide
En diálogo con este medio, el director Oscar Medina, que hizo una versión de la dramaturgia a principios de los noventa, recordó que le llamó muchísimo la atención la obra «cuando la vi en 1988. En el 92 le pedí el derecho de autor a Aldo, y al año siguiente estrenamos con las actuaciones de Pablo Razuk y Pablo Palavecino, que eran alumnos míos y que ahora viven en Buenos Aires, y que asistirán a la esta nueva función pero como espectadores», aseguró.
«Yo cuando tomo un autor respeto el texto -afirma Medina- eso fue lo que hice con Litófagas, sí puedo decir que toqué pequeñas cosas; y como yo estoy seguro de lo que quiero hacer, me considero un co-autor porque a la obra la voy a iluminar y a trabajar el espacio de una manera determinada, y además el teatro de Aldo (El-Jatib) es muy antropológico, y yo no hago ese tipo de teatro, por esto es que mi puesta sorprendió en aquel momento, y se mantuvo en el tiempo, hasta el 97. En ese lapso fuimos al teatro Cervantes, de Buenos Aires, a Montevideo, a San Jorge; fuimos al norte; luego paramos y la retomamos en el 2000, e hicimos un teatro Lavardén. y después la dimos por cerrada.
La vuelta de Litófagas, bajo la dirección de Medina, se debe, según él mismo, a la insistencia de Leandro Doti y Mauro Lemaire, los protagonistas en esta versión de 2017: «Ellos me pidieron que les haga un casting. Yo quería hacerla nuevamente con Palavecino y Razuc, pero uno de los dos no quería y entonces terminé con esa idea».
«La Señora 1 y Señora 2 son dos caricaturas, los actores tienen que ser, uno bajo y otro alto, o los dos iguales de estatura: porque en el teatro del absurdo hay una cuestión de problema de identidad, una señora se diluye en la otra en casi 1200 palabras que intercambian. Es muy maravilloso el texto de Aldo, va navegando por un lugar y después dobla, aparece un tercer personaje en off que hago yo; y en ese hermetismo y autismo que comparten las protagonistas, de repente es invadido por alguien que les habla en inglés cayendo en lugares comunes».
Por último, el director reflexiona: «La obra tiene un eje profundo en la condición humana, por debajo de todo, como la cebolla, algunos se van a quedar con capas más exteriores, como puede ser el diálogo mismo de estas dos vecinas harapientas o mal vestidas, pero hay elementos del absurdo y el surrealismo, el lenguaje esta quebrado todo el tiempo, y entonces, aparecen otras cosas».
Antecedentes
Escrito por Aldo El-Jatib, este espectáculo fue presentado por primera vez ante el público en Buenos Aires en 1985. Los actores de la puesta, conformaban en ese momento el Grupo TAIET dirigido por el mismo El-Jatib. Para el quinto aniversario de “El Rayo Misterioso” en 1999, se repone esta puesta para conformar un ciclo junto a otros dos espectáculos de la misma compañía y en 2001, Litófagas hace temporada en el teatro del Rayo en Rosario, cerrando el ciclo el 24 de marzo, 25 años del último Golpe Militar en Argentina.
En 2004 El-Jatib adapta la obra para presentarla al público español, en una versión completamente renovada que estrena en Abril de 2005, en Endrinal de la Sierra y ha realizado a lo largo de ese año diez presentaciones en la Provincia de Salamanca, España. Se reestrenó el 27 de Abril de 2007 realizando una función en la Plaza Cívica de la ciudad de Rosario.