Rosario Central le ganó 3 a 1 al Funebrero en el Gigante de Arroyito. El pibe Maziero tuvo unos minutos en cancha y fue clave para la victoria, aportando dos goles. Parot abrió la cuenta, y Alderete puso el empate transitorio.

En el inicio de la 20ª fecha de la Superliga, el entrenador Leonardo Fernández tuvo un feliz cumpleaños, con el regalo especial de uno de sus muchachos. El DT mandó a la cancha Agustín Maziero, su goleador de la Reserva, cuando promediaba el complemento, y el pibe le respondió con dos tantos, que dejaron los tres puntos en casa.

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El auriazul pegó de entrada, con la misma fórmula que le dio resultado en Liniers ante Vélez: a los 12’, la cabeza de Alfonso Parot encontró un centro de Leonardo Gil, y el defensor la mandó al fondo de la red.

Pero la alegría en el Gigante duró apenas unos minutos, porque a los 15’ Elías Alderete anotó el empate, aprovechándose de una falla en la salida del chileno, que se convertía en héroe y villano.

En el segundo tiempo, el dueño de casa fue en busca de la victoria, pero el travesaño primero y el palo después, se la negaron. Hasta que a los 36’, Maziero –de pocos minutos en cancha– aventajó a su equipo con un cabezazo.

El chico de 20 años surgido de la cantera canaya, y que apenas acumula un puñado de minutos en la Primera, se encargó de liquidar el encuentro a los 42’ tras una gran jugada individual y una mejor definición.

Así, Central alcanzó los 28 puntos en el torneo local, hundió más aún a Chaca –que difícilmente se quede en la máxima categoría–, retomó la senda del triunfo tras dos partidos al hilo sin ganar, y se ilusiona con finalizar el campeonato en puestos de clasificación a la Copa Sudamericana.

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