Con declaraciones que demuestran la ilegitimidad de los despidos en Télam con base en la persecución ideológica y sindical, con malicia y con cinismo, con la voracidad de siempre por el control de la información –y que llevó al desguace de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual–, y sin un ápice de pesadumbre ni mueca humanista, el gobierno nacional decidió los 354 despidos en la agencia de noticias y publicidad estatal. Se trata de un ataque a la Constitución Nacional que consagra el derecho a la libertad de expresión, a la legislación laboral argentina y a la normativa internacional. También vale recordar que el Estatuto del Periodista Profesional-Ley 12.908 impide considerar como causal de despido la afiliación o afinidad sindical o política.
El presidente de la agencia, Rodolfo Pousá, reconoció que los despidos tuvieron como fundamento las cuestiones ideológicas y las acciones sindicales, lo que constituye una decisión basada en la persecución y la discriminación: “Hubo un núcleo duro que se mantuvo con un perfil muy ideológico”, dijo en declaraciones a Luis Majul, en Radio Berlín y luego sostuvo que : “De los paros que nos hicieron, muchos no tenían nada que ver con lo que ocurría aquí”. Y agregó que había adhesión “a medidas de la CGT y la CTA sólo para crear conflicto con quienes conducían la agencia”.
La brutalidad e impunidad con que Pousá hizo sus declaraciones se enfrenta con lo que constituye y requiere el mejor periodismo, con los conceptos de libertad de expresión y del derecho a la información. No hay dudas de que en Télam se aplicó el criterio de la reestructuración necesaria acorde con las ´indicaciones´ del Fondo Monetario Internacional. En sintonía, el disfrute y la mentira son parte constitutiva, esencial, de la acción estatal encarnada por el titular del Sistema Federal de Medios Públicos, Hernán Lombardi. Es por eso que en la misma jornada en que llegaron los telegramas anunciando el cese de la relación laboral, otrxs trabajadorxs fueron destinatarios de un correo electrónico en el que con grandilocuencia lxs invitaban a formar parte de una ‘nueva agencia’, supuestamente refundada sobre los principios del pluralismo, la democracia y el federalismo de los que no da muestras el propio gobierno nacional.
La destrucción de Télam integra el combo de la aspiración oficial para el vaciamiento de los medios del Estado que ya concretó estocadas a la TV pública y que ahora ofrece retiros voluntarios en Radio Nacional a quienes tengan una antigüedad de hasta quince años. Cabe recordar los despidos de directores de las emisoras de RN en el interior del país, fundados, también, en motivos ideológicos.
Esta Comisión de Libertad de Expresión y Formación Profesional del Sindicato de Prensa Rosario entiende que la persecución ideológica y sindical es la principal enemiga del ejercicio periodístico, el que necesita de la pluralidad de voces como potencia posibilitadora de una comunicación democrática al servicio de nuestro pueblo.
*Comisión de Libertad de Expresión y Formación Profesional del Sindicato de Prensa Rosario