Con cuatro votos contra uno, con la disidencia del presidente del tribunal, Carlos Rosenkrantz, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictaminó este martes que el 2×1 no es aplicable para criminales de lesa humanidad.
El fallo fue dictado en el marco del caso Rufino Batalla. De esa manera, el tribunal revocó el fallo que había dado a conocer en 2017 y que benefició al represor Luis Muiña.
Uno de los elementos «novedosos» con el que contó la Corte para cambiar de postura, al menos en los casos de los dos jueces que en la oportunidad pasada había votado a favor –Elena Highton de Nolasco y Horacio Rosatti– fue la ley sancionada por el Congreso de la Nación, votada luego de la multitudinaria movilización contra el 2×1 a los represores realizada apenas conocido el «fallo Muiña«.
En aquella oportunidad, los jueces Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda fueron los únicos que votaron en contra.
Ahora, la Corte adoptó esta decisión por cuatro votos contra uno, con la disidencia del presidente del tribunal, Carlos Rosenkrantz. El hombre del presidenteo volvió a quedar en soledad en un fallo trascendente.
Más allá del caso particular, la decisión es extensible a todos aquellos otros represores condenados por delitos de lesa humanidad.
La resolución judicial fue ampliamente celebrada por las organizaciones de derechos humanos.