La partera acusada de interrumpir por la fuerza el embarazo de Paula Perassi, la mujer desaparecida en septiembre de 2011 en San Lorenzo dijo en el juicio oral que “nunca” fue “abortera” y que dedicó su vida a criar a sus hijos.
El fiscal del juicio Donato Trotta pidió reclusión perpetua por aborto seguido de muerte para la partera Mirta Rusñisky, quien este martes pidió declarar ante el tribunal para rechazar los cargos en su contra.
Rusñisky declaró ante el tribunal integrado por los jueces Griselda Strólogo, Mariel Minetti y Álvaro Campos: “Nunca fui abortera, yo sólo quiero decir que jamás me dediqué a eso, jamás hice abortos”.
La mujer, acusada de practicarle un aborto a Paula Perassi a pedido del amante de la joven desaparecida, Gabriel Strumia, le dijo al tribunal que tiene cinco hijos, dos de ellos con discapacidades.
De ese modo buscó rechazar la acusación de practicar abortos que le endilga el fiscal Trotta. Rusñisky dijo que las imputaciones de su yerno al respecto fueron “por venganza” ya que su hija lo echó de su casa porque “no quería trabajar. Yo jamás fui abortera, sólo soy una madre que ama a sus hijos y a sus nietos”.
En el proceso están acusados por aborto seguido de muerte el empresario Strumia, amante de Paula Perassi; su esposa Roxana Michl; la partera Rusñisky y un empleado de Strumia llamado Antonio Díaz.
Según el fiscal, ante la noticia del embarazo de su amante, Strumia habría decidido practicarle un aborto por la fuerza a Perassi con la complicidad de su chofer Díaz y la participación de la partera.
Perassi, que estaba casada y tenía dos hijos, desapareció la noche del 18 de septiembre de 2011 y su cuerpo nunca fue encontrado.
A la vez, están imputados por presunto encubrimiento agravado, falsedad ideológica y destrucción de pruebas los policías Adolfo Puyol, Jorge Krenz, Gabriel Godoy, Aldo Gómez y María José Galtelli.
El comisario inspector Puyol, que al momento de los hechos era jefe de la Agrupación Cuerpos de la Policía de San Lorenzo, también pidió declarar para explicar que la relación que mantenía con Strumia era “comercial” y no de amistad. Dijo que “el caso fue mediático” y que “el señor (Alberto) Perassi (padre de Paula) siempre apuntó que yo era amigo de Strumia y que tenía que ver con la causa. Y por todo eso terminé detenido”.
Relató que en 2005 inició un “emprendimiento familiar” con su esposa por el que compró un camión y que dos años después conoció a Strumia para que “me arreglara el camión”, y mantuvo ese vínculo comercial hasta la desaparición de Paula en 2011.
“Yo lo entiendo a Perassi, lo entiendo porque también soy papá, y si le pasara algo a mis hijos no sé qué haría”, dijo Puyol.
“Pero –agregó ante el tribunal– no es justo lo que yo vengo padeciendo hace cuatro años. Perassi dice que le arruinaron la vida y seguro que es así, pero ¿y la mía qué?”.
El comisario dijo que está “preso sin pruebas” y que “hay una diferencia entre Perassi y yo: él hizo todo lo posible por arruinarme la vida a mí, en cambio yo no hice nada contra él”.