El juez federal Alejo Ramos Padilla citó como testigo a Gabriel Bouzat, ex socio del presidente de la Corte Suprema Carlos Rosenkrantz, quien junto a Horacio Rosatti habrían sido espiados ilegalmente por agentes de la AFI.

La citación –pautada para el jueves próximo– se da en el marco de la causa en la que se investiga una presunta red de espionaje ilegal, y es en carácter de declaración testimonial.

Fuentes cercanas al juzgado de Dolores aseguraron que Bouzat, quien era socio de Rosenkrantz en el estudio privado que compartían antes de que el segundo se integrara a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, fue objeto de tareas de espionaje ilegal a cargo de agentes de la Agencia Federal de Investigaciones, ex Side (AFI).

Facsímil de la citación de Ramos Padilla al socio de Rosenkrantz.

En principio, entre el material secuestrado durante los allanamientos a la mansión del falso abogado Marcelo DÁlessio, se encontraron informes de seguimiento y registros de viajes al exterior de Bouzat durante casi una década, desde 2007 a 2016.

Esto habría sido ratificado por la declaración ante Ramos Padilla del ex agente de la AFI Hugo Rolando “Rolo” Barreiro, que habría revelado que también fueron objeto de espionaje ilegal el propio Rosenkrantz y Rosatti, también integrante de la Corte.

Las planillas de ingresos y salidas del país encontradas en el domicilio de D’Alessio las proveía la Dirección Nacional de Migraciones desde la propia base de datos del Sistema Integral de Captura Migratoria (Sicam).

Del análisis realizado por la Comisión Provincial de la Memoria de la documentación secuestrada a D’Alessio surgen esas pistas de espionaje a los ministros Rosatti y Rosenkrantz, en particular una sucesión de viajes de este último a Panamá. “Rolo mencionó que una de las cosas que la banda debía investigar era, supuestamente, la reiteración de viajes de Rosenkranz a Panamá”, publicó este lunes el diario Página 12.

El espionaje a los integrantes de la Corte habría sido ordenada por el fiscal de Mercedes, Juan Ignacio Bidone, segùn surge de la indagatoria del espía Barreiro, quien además aportó un dato que, de ser confirmado, sería muy relevante: Bidone habría cobrado por ese trabajo de inteligencia y entre los pagos recibidos se pueden contabilizar pasajes a Cancún a nombre del fiscal y su familia.

“La compra del paquete se hizo en una agencia de Canning, donde vive D’Alessio, y el pago lo hizo una mujer que se llama Julieta y que sería la secretaria de D’Alessio. El espía contó que el falso abogado se quejaba de las exigencias de Bidone”, señalan los periodistas Raúl Kollman e Irina Hauser en Página 12.

Las tareas de espionaje ilegal a Rosenkrantz y Rosatti se llevaron adelante mientras se desarrollaba lo que en el Palacio de Justicia se conoció como “el golpe de estado”, promovido por el gobierno de Mauricio Macri, que se llevó puesto a Ricardo Lorenzetti como presidente, a quien reemplazó Rosenkrantz.

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