Hace un rato largo que millones de personas en el país vienen comiendo salteado. O a los saltos. En ayuno forzado o rascando ollas comunitarias. Impostergable como pocos, el alimento viene raleando feo empezando por abajo, por el pie, como siempre comienzan padeceres y triunfos. Alfredo Zitarrosa le puso música a esa epopeya y la convirtió en un himno. En las últimas semanas la situación entró en los títulos con nombre propio: emergencia alimentaria. ¿Cómo metaboliza la crisis social en el Palacio Vasallo?
Por lo pronto el Concejo está analizando en sus distintas comisiones, el combo de medidas anticíclicas que días atrás presentó el Interbloque Nacional y Popular, para hacer frente al momento. Entre ellas, la emergencia alimentaria. Otra vez la coyuntura, la noria trajo de regreso políticas que atenazan sin miramiento y hay que imaginar soluciones.
“Ante la crisis que atraviesa el país y particularmente en Rosario, las y los concejales del Interbloque Nacional y Popular, junto a economistas y representantes de asociaciones presentaron una batería de proyectos para aportar soluciones inmediatas que colaboren a paliar este crítico momento que atraviesan las familias rosarinas”, enunciaron los ediles al momento de la presentación.
“Las iniciativas, con fuerte anclaje local, establecen políticas concretas para la ampliación de coberturas sociales para sectores vulnerables y para la ciudadanía en general”, expresaron desde el Interbloque.
Varias de las medidas ya habían sido presentadas. Acceso de productores de la economía popular a las grandes superficies de ventas, la creación de una Secretaría de Trabajo en el ámbito local y el aumento excepcional de la Tarjeta Única de Ciudadanía, entre otras medidas.
Emergencia en carreta
El pasado mes de abril, la concejala Marina Magnani, de Unidad Ciudadana, pidió informes sobre “cumplimiento de la ordenanza votada en septiembre de 2018, sobre la emergencia alimentaria” y habló de “una preocupación que todos estamos percibiendo en las recorridas por los distintos barrios, de parte de quienes están fuera del mercado laboral y de quienes atienden comedores y merendero, la demanda se duplicó”.
En la misma sesión el concejal del PJ Eduardo Toniolli, preguntó “¿por qué no se habilitan nuevos comedores, por qué hay padres que se reúnen para abrir nuevos lugares ante el crecimiento de la pobreza?”.
Más atrás en el tiempo, cuando finalizaba agosto de 2018, la concejala María Fernanda Gigliani decía en el recinto: “Hay proyectos que quizás no imaginábamos que se iban a tratar en este Cuerpo, como la emergencia alimentaria”. Un mes después, en septiembre de 2018, la ciudad entraba en Emergencia Social, según votaba el Legislativo local.
¿Qué pasó con esa emergencia social declarada el año pasado? “El año pasado, después de una larga discusión, en este Cuerpo Legislativo aprobamos la emergencia entendiendo que había una situación apremiante, hay cada vez más empujados a la pobreza o la indigencia, es un reclamo que no cesa porque está atado a la política de estado que lleva adelante el Gobierno Nacional”, dijo el Toniolli.
Según el edil, a partir de esa declaración, “el Municipio volcó algunos recursos extras a la atención de esa situación que es similar a la de los años 2001, ya que frente a políticas de ajuste, muchas veces son los Estados locales quienes tienen que salir”, explicó. Y dijo que el Ejecutivo cumplió “parcialmente”, y citó la decisión de “no habilitar más comedores oficiales en los barrios o clubes, en organizaciones casi espontáneas ante la necesidad”.
“A pesar de las enunciaciones de buena voluntad, algunas medidas tomadas en el marco de los recortes que anunció el Municipio, alguna consecuencia social tienen, ejemplo concreto, la obra pública y el servicio que prestan algunas cooperativas en un marco de contención social, que no se le pague hace dos meses, genera la alteración de esa contención social”, argumentó Toniolli
Para el edil, Roberto Sukerman (FpV) “el tema está en la falta de voluntad del Ejecutivo, tanto la Provincia como la Municipalidad, además de haber sido cómplice del gobierno de Macri”, señaló. Y añadió que ambos niveles del Estado santafesino “malgastaron el dinero en la campaña electoral”. “Dilapidaron recursos y ahora nos encontramos que están en dificultad para pagar sueldos, bienvenida sean las partidas que apliquen a la emergencia social, el tema es que si no hubiesen dilapidado recursos, hoy habría muchos más para darle de comer a quien ni siquiera tiene para comer”, destacó Sukerman.
Por su parte, el concejal Andrés Giménez, señaló que la mañana del jueves 5 de septiembre “fue un día clave en movilizaciones por reclamos que se vienen dando desde hace tres años, la falta de trabajo y plata en la población, por lo tanto era inevitable lo de la emergencia alimentaria”.
En su opinión, la ciudad puede “dar un parche, lo más importante es una vuelta de timón a estas economías desde lo macro, porque algún día el parche dejará de ser salvador porque estamos con datos terroríficos en materia social”.
Desde Ciudad Futura, Juan Monteverde, dio cuenta de la realidad en los territorios “como pibitas que se desmayan en el taller de danzas porque no comió, o la gente de las escuelas que dicen que cada vez más chicos sólo a comer, son relatos desgarradores día tras día”. “No sólo es urgente, atacar la cuestión alimentaria sino dar debates de fondo para ver cómo hacemos que en este país los alimentos sean un derecho y no un bien más del mercado”, sostuvo. Y anticipó que su bloque ingresó un proyecto “fundamental que en el marco de la emergencia social, se otorgue un permiso provisorio, de venta ambulante a un montón de gente que se quedó sin trabajo, se aprobó en la Comisión de Gobierno, ahora está en la de Salud, es una ayuda concreta”.
Desde el bloque Cambiemos, Agapito Blanco, expresó: “La situación está difícil, hay problemas en todos los barrios, sobre todo en la Rosario profunda y con respecto a la emergencia alimentaria, hay que tener cuidado porque muchas veces bajo pretexto de una situación que realmente salta a la vista, estas declaraciones son utilizadas para desviar fondos indiscriminadamente de Partidas que figura para determinado fin social y después terminan en Rentas Generales”.
También de Cambiemos, Roy López Molina consideró que “la realidad de los barrios en Rosario no es nueva, hay abandono de todo tipo por parte de la Municipalidad, sobre todo en lo que tiene que ver con la pobreza estructural”. Además dijo que el Gobierno Nacional fortaleció las ayudas económicas y las provisiones para comedores y merenderos, pero “aparecen situaciones que no se entienden, por ejemplo, la inauguración del Museo del Deporte, de 900 millones de pesos, cuando alrededor del lugar de ese museo, falta lo que tiene que ver con lo más básico de lo cotidiano, las prioridades están alteradas”. Y cuestionó que la declaración de emergencia social “no mostró avances, fue un slogan”.
Reunión con Asegurado
Representantes de todos los bloques del Concejo se reunieron con secretario de Hacienda, Santiago Asegurado para conocer de primera mano, el alcance de las medidas tomadas por la Municipalidad frente a la crisis social. «En momentos de crisis las demandas se incrementan, por lo tanto vamos a priorizar las urgencias, como el sistema sanitario, especialmente las solicitudes alimenticias, el transporte y los programas educativo”, explicaron los responsables del Palacio de Los Leones.