En el marco de la Expo Conocimiento, el Municipio de Zárate fue el anfitrión del Foro de Municipios (Fomden) para el Desarrollo Nuclear donde se expusieron diferentes ejes sobre el Plan Nuclear Argentino. A propósito, este Observatorio decidió entrevistar a los especialistas del sector que participaron de dicho Foro para analizar el estado actual del sector nuclear desde distintos enfoques. En esta ocasión, dialogamos con Pablo Pesce, médico pediatra especialista en oncología infantil y Director del Centro de Medicina Nuclear y Radioterapia Patagonia Austral (Cemnpa) de Río Gallegos (Santa Cruz). «Con el cambio de gobierno en 2015, a la par de la desaparición del Ministerio de Planificación Federal y el parate del Plan Nuclear, el plan Nucleovida quedó trunco. Solamente se inauguró en un 100% un único centro de los que quedaron pendientes: el de Río Gallegos (Cemnpa)», nos cuenta Pesce, para quien la apertura del Cemnpa fue todo mérito del Gobierno de Santa Cruz. «Este Centro es el legado de un Gobierno Nacional que pensó en el desarrollo y la salud de sus habitantes, seguido por la consecuencia de un Gobierno Provincial que decidió su apertura en las peores condiciones del país porque era un dolor en el alma que los pacientes tengan que irse a otras provincias con un centro listo para operar», sostiene el director del Cemnpa. A continuación, la entrevista completa.                     

Fuente: Impacto Local (20 de septiembre de 2019). Se llevó a cabo en el Municipio de Zárate, y en el marco de la Expo Conocimiento, el Foro de Municipios para el Desarrollo Nuclear (Fomden) donde se expusieron diferentes ejes sobre el Plan Nuclear Argentino. De este foro participó bajo la temática «Medicina Nuclear, educación y formación de recursos humanos» nuestro entrevistado, Pablo Pesce, Director del Centro de Medicina Nuclear y Radioterapia Patagonia Austral (Cemnpa).
  1. ¿Cuál es la importancia de la medicina nuclear y la radioterapia en el cuidado de los pacientes con cáncer?

El cáncer es un conjunto de enfermedades complejas y diversas en cuanto a su biología y a sus abordajes diagnósticos y terapéuticos, pero a pesar de esta heterogeneidad es posible pensar en lineamientos comunes que faciliten el control global de la enfermedad.

La radioterapia es hoy uno de los tratamientos indiscutidos para toda la población de pacientes con cáncer. Se calcula que el 60% de los pacientes puede necesitar radioterapia en algún momento de su tratamiento. Para ponerlo en números, la Argentina tiene 130 mil pacientes nuevos al año con diagnóstico de cáncer. Por lo tanto, la radioterapia es una estrategia terapéutica de primera línea.

Por su parte, la Medicina Nuclear es una estrategia diagnóstica muy útil, no sólo para los pacientes con cáncer sino también con otras enfermedades crónicas. Una de las herramientas de la medicina nuclear es el uso de la PET-CT que hoy por hoy es el estándar en el seguimiento de muchas patologías oncológicas. (1)

  1. ¿Cómo era la estructura del sistema de medicina nuclear y radioterapia en Argentina antes de la llegada del kirchnerismo?

Nuestro país nunca tuvo políticas públicas centrales con foco en el acceso universal a la medicina nuclear y la radioterapia hasta el gobierno anterior. Entendiendo la salud desde una perspectiva de derecho y como parte del Plan Nuclear Argentino, después de haber favorecido la expansión del sector en el país, en el año 2014 el entonces Gobierno Nacional encabezado por la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, impulsó el Programa Nacional de Medicina Nuclear y Radioterapia «Nucleovida».

Fuente: Diapositiva utilizada por Pablo Pesce, Director del Cemnpa, en la presentación oficial del Programa Nucleovida en 2014.

Para darnos una idea, en el año 2003 había en Argentina sólo 2 PET-CT y al final del Gobierno de Cristina Fernández llegaron a ser 23, aunque sólo 2 eran de gestión pública. Por eso, el Plan «Nucleovida» aumentaba la oferta de equipos dentro del sistema público a 10. Por su parte, la cobertura de radioterapia en 2014 era menor al 50% de lo estimado por población pero se preveía incrementar el equipamiento nacional en un 50%.

  1. ¿En qué consistía puntualmente este programa y cuál era su relación con el Plan Nuclear Argentino?

El «Nucleovida» era un programa dentro del Plan Nuclear Argentino en el que interactuaban el Ministerio de Planificación y el de Salud y que tenía como objetivo la instalación de centros de medicina nuclear y de radioterapia a lo largo y a lo ancho de todo el país con la premisa de que ningún argentino o argentina viva a más de 800 kilómetros de dichos centros.

En este sentido, no sólo hablamos de calidad sino también de acceso a estas tecnologías para todos los compatriotas. Además, estos centros no eran solamente de asistencia sino también gestores de conocimientos ad hoc, articulados, a su vez, por universidades y con un fuerte rol de la CNEA. Asimismo, eran centros de desarrollo profesional y también de software y equipos.

Fuente: Diapositiva utilizada por Pablo Pesce, Director del Cemnpa, en la presentación oficial del Programa Nucleovida en 2014.
  1. ¿Cómo evolucionó este programa después de la llegada de Cambiemos?

Con el cambio de gobierno en 2015, a la par de la desaparición del Ministerio de Planificación Federal y el parate del Plan Nuclear, el plan «Nucleovida» quedó trunco. Solamente se inauguró en un 100% un único centro de los que quedaron pendientes: el de Río Gallegos (Cemnpa). No se pudieron inaugurar los previstos para Jujuy, Santiago del Estero, UNSAM y La Pampa. Se abrió parcialmente el de Pergamino y se progresó en adquirir algunas cuestiones técnicas en el de Bariloche, inaugurado durante el kirchnerismo.

Sin embargo, el programa como tal dejó de existir. Actualmente, cada uno de estos centros trabaja siguiendo su propia línea y sólo funcionan mancomunada e informalmente intercambiándose ideas y decidiendo estrategias de organización interna. El apoyo de la CNEA es diverso, dependiendo los centros.

  1. ¿Qué implicó para la Provincia de Santa Cruz y para la región la apertura del Centro de Medicina Nuclear? ¿Qué dificultades tuvieron?

La creación del Cemnpa fue un sueño. Nunca se habían realizado este tipo de estrategias diagnósticas y terapéuticas en la región. Esto implicó, por ejemplo, evitar 100 derivaciones por mes. Son 100 familias que pueden hacer tratamientos de calidad en la Provincia. Eso también implicó una optimización de recursos, porque a veces sale más caro derivar un paciente (pasajes y estadía) que algunos de los tratamientos que se pueden hacer.

Por otro lado, este centro significó para la Provincia empezar a tener una voz dentro del mundo nuclear. Y por sobre todas las cosas, demostró de lo que es capaz la voluntad política cuando se tiene un proyecto de país. El Cemnpa es el único centro abierto sin que, inicialmente, la CNEA o ninguna universidad formen parte.

Fuente: Tiempo Sur (2 de agosto de 2019). «La decisión política del Gobierno Provincial hizo posible que hace un año se pusiera en funcionamiento el Centro de Medicina Nuclear y Radioterapia Patagonia Austral, el único en la región por su equipamiento de última generación y porque brinda prestaciones a pacientes de toda la provincia Santa Cruz contemplando sus diagnósticos, tratamientos y seguimientos», informa el matutino santacruceño.

Se trata del legado de un Gobierno Nacional que pensó en el desarrollo y la salud de sus habitantes, seguido por la consecuencia de un Gobierno Provincial que decidió su apertura en las peores condiciones del país porque era un dolor en el alma que los pacientes tengan que irse a otras provincias con un centro listo para operar. Por si fuera poco, todavía no vivía ningún físico nuclear en Río Gallegos.

  1. ¿Y hoy? ¿Cómo funciona el Cemnpa? ¿Cuáles son los desafíos que se vienen a futuro?

Un año después de haberse inaugurado, tenemos 1.200 atenciones mensuales (10 mil desde la inauguración) con 700 historias clínicas de pacientes oncológicos en tratamiento, todas las áreas funcionando y todos los profesionales viviendo en la Ciudad de Río Gallegos. Además, estamos por lanzar tres residencias y contamos con distintos convenios con universidades y demás centros de medicina nuclear. Por otra parte, tenemos una muy buena relación (no institucional) con CNEA.

Con el cambio de gobierno, buscamos solucionar dos cuestiones. En primer lugar, llegar a concretar una relación formal con la CNEA, y en segundo término, conseguir nuestro ciclotrón, porque el Gobierno de Mauricio Macri sigue sin entregárselo a la Provincia (2).

Los desafíos a futuros son múltiples. No puede pensarse estos centros por fuera del Plan Nuclear e integrado al sistema de salud pública nacional, así como también debe avanzarse en el desarrollo de equipos y software locales para garantizar soberanía tecnológica y facilitar su sustentamiento a futuro.

Conclusión

Considerando las ventajas reales que otorga el aprovechamiento de la energía nuclear para realizar tratamientos médicos, los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández impulsaron en nuestro país la creación del «Plan Nacional de Medicina Nuclear» con el objetivo central de dotar a la Argentina de las herramientas que la actividad nuclear posee para la prevención, el control y el tratamiento de las denominadas «Enfermedades Crónicas No Transmisibles» (enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y enfermedades respiratorias crónicas).

Asimismo, dicho Plan tenía como meta desarrollarse en un marco de equidad social donde quedara asegurada la accesibilidad de toda la población bajo una infraestructura y un equipamiento de alta tecnología y complejidad acordes a los estándares mundiales y con la formación y la capacitación de los recursos humanos profesionales y técnicos necesarios, contribuyendo a la generación de fuentes de trabajo genuinas para los mismos y al crecimiento y desarrollo de las regiones donde efectuaran su labor.

En efecto, entre 2004 y 2014, el Plan Nacional de Medicina Nuclear llevaba invertidos 156 millones de pesos en obras y equipamientos (ver bibliografía). Lamentablemente, con la llegada de Mauricio Macri en 2015 –como explicaba Pablo Pesce en la entrevista precedente–, el Plan quedó trunco y absolutamente desfinanciado, encontrándose inaugurado únicamente a la fecha en un 100% el Cemnpa. Y sólo gracias a la sola voluntad política del Gobierno de Alicia Kirchner en Santa Cruz.

Por eso mismo, y de cara al triunfo de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner, no dudamos que la ciencia, la industria y la tecnología volverán a elevarse como políticas de Estado. Para ello, resultará impostergable el relanzamiento del Plan Nuclear Argentino, y con él, la inmediata reedición del Plan Nacional de Medicina Nuclear para que los 45 millones de compatriotas puedan ejercer su derecho a la salud de forma federal y equitativa. Porque como bien decía el Dr. Ramón Carrillo: “Sólo sirven las conquistas sobre la salud si éstas son accesibles al Pueblo”.

(1) (2) La medicina nuclear es una especialidad médica que emplea isótopos radioactivos (radioisótopos) unidos a moléculas específicas (radiofármacos) para el diagnóstico, tratamiento e investigación médica de las enfermedades. Pero para que el ciclo de producción de radioisótopos se lleve a cabo es necesario poner en funcionamiento un equipo llamado Ciclotrón, esto es: un acelerador circular de partículas (protones) que al impactar sobre un blanco producen reacciones nucleares creando nuevos radioisótopos que son la materia prima de los equipos utilizados para diagnóstico y tratamiento.
Por otra parte, la medicina nuclear también emplea radiofármacos (compuestos que contienen estos elementos radioactivos llamados radioisótopos y que al unirse a moléculas especificas permiten analizar diferentes funciones metabólicas que se originan en los órganos, los huesos o los tejidos). Y no puede haber radiofármacos sin laboratorios de radiofarmacia que reciban los insumos generados en el Ciclotrón y prepare los radiofármacos necesarios para llevar a cabo los estudios que se requieran.
Asimismo, para completar el proceso de generación de radioisótopos es importante realizar una Tomografía por Emisión de Positrones (PET) basada en una técnica no invasiva de diagnóstico e investigación por imagen capaz de medir la actividad metabólica del cuerpo humano. Al igual que el resto de técnicas diagnósticas en medicina nuclear, el PET consiste en detectar y analizar la distribución tridimensional que adopta en el interior del cuerpo un radioisótopo administrado a través de una inyección. El equipo utilizado para realizar todo este trabajo se denomina PET/CT y combina en un mismo aparato el tomógrafo por emisión de positrones (PET) con un avanzado tomógrafo computado multicorte (CT), permitiendo generar imágenes de alta resolución en 2D, 3D y 4D que se aplican al estudio neurológico, cardiológico y oncológico.
(*) Prof. en Sociología por la Universidad Nacional de La Plata. Vicepresidenta del Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (Oetec). Docente.

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