En medio de la dramática situación que atraviesa todo el país a raíz de la pandemia de coronavirus y de la altísima demanda de salud en sus diferentes instancias, el gobierno municipal de Venado Tuerto decidió cerrar un centro de salud ubicado en el barrio Santa Rosa, uno de los sectores más alejados del radio centro y de los más vulnerables, ya que se trata de los pocos sectores que aún no cuentan con servicios básicos como agua potable ni cloacas.
La decisión fue tomada sin ningún tipo de consulta y se dio a conocer a partir de comentarios de los vecinos del barrio en un grupo de WhatsApp del que participa una de las concejalas de la ciudad, Liliana Rostom.
Después de notificarse de que los vecinos del barrio habían sido informados por los propios médicos de la decisión gubernamental de cerrar el centro de salud para realizar refacciones en plena pandemia del Covid-19, la concejala le formuló la inquietud al intendente municipal, el radical Leonel Chiarella -que pertenece al sector referenciado en el senador Lisandro Enrico-, aprovechando que este se había hecho presente en el Concejo Municipal. La respuesta del primer mandatario fue que la médica designada en el espacio se encontraba dentro del grupo de riesgo y había pedido licencia. Sin embargo, Rostom señala que en el lugar también se desempeñaban otros profesionales, que tampoco continuarán prestando servicios.
Además, la edila afirma que el intendente les contestó que “el lugar permanece abierto con una trabajadora social anotando las necesidades del barrio y para la entrega de mercadería y medicamentos bajo coordinación del director de Vivienda, Fabián Vernetti, pero sin prestar ningún tipo de asistencia médica”.
“Esas necesidades de las que hablan son pedidos de alimentos, porque las personas que hacen changas y trabajos diarios no tienen para comer”, explica Rostom, quien agrega: “Es una decisión política, aprovecharon para cerrarlo. No queremos que pase lo que sucedió con el centro de salud del barrio San José Obrero. No me parece aceptable que cierren un centro de salud en este momento de tanta incertidumbre”.
El caso que menciona la dirigente de la fuerza local Nuevo Horizonte refiere al centro de salud ubicado en el barrio San José Obrero, que desde enero permanece cerrado con motivo de refacciones que aún no comenzaron a realizarse. Tras finalizar la anterior gestión que encabezaba el justicialista José Freyre, Venado Tuerto contaba con una red de 11 centros de salud distribuidos en los distintos barrios de la ciudad y prestando un servicio de atención multidisciplinar. El posible cierre de los mismos había sido insinuado por los dirigentes del radicalismo en la previa a las elecciones, algo que fue desmentido luego durante la campaña electoral.
Tras confirmarse el cierre del espacio de salud, la concejala Rostom presentó un proyecto de comunicación solicitando que se revierta la decisión. En el mismo se establece que “ante la pública y grave situación que atraviesa la sociedad toda, con motivo de la pandemia Covid-19 es imprescindible mantener abiertos y disponibles todos los centros de salud de la ciudad a los fines de atender las consultas que fueran a efectuarse” y que “es ahora cuando más operativos deben encontrarse todos los centros sanitarios para paliar la importante cantidad de consultas y atenciones”.
“En el caso de que el motivo real de dicho cierre fuera el de centralizar la atención en solo algunos puntos de la ciudad, consideramos que sería totalmente inoportuno, dado que se trata de uno de los barrios más alejados de la ciudad”, indica Rostom, quien explica que los vecinos ahora deberán movilizarse hasta el centro de salud del barrio Malvinas Argentinas, debiendo atravesar una importante cantidad de cuadras e, incluso, cruzar la ruta nacional N° 33.
Por último, la concejala expresa que al interpelar sobre esta situación al intendente, el mismo le respondió que fuera ella quien consiguiera el médico generalista y lo pague, reconociendo más tarde que sería la Municipalidad quién se haría cargo del salario. Tras no recibir mayores precisiones, la edila publicó una solicitada en las redes sociales convocando a médicos para ocupar el cargo y subraya que ella misma le pagará mediante la donación de su salario durante el periodo de cuarentena.
“Se complica porque no me corresponde y es difícil que un médico se comunique, estuve tirando líneas por otras localidades, pero parece que todos quieren ser obsecuentes con el intendente. Si lo tengo que pagar, me saldrá una fortuna. Espero que la Municipalidad asuma su responsabilidad”, finaliza.