Horror cercano

Un equipo de realizadores se lanza a la aventura de crear animación de terror para adultos en formato microserie. El producto audiovisual más contraindicado para quien pretenda monetizar se encuentra con la tozudez de sus hacedores y puede que funcione.

Martín Parodi, Diego Rolle y Luciano Redigonda se conocen de la carrera de Comunicación Social, hace casi un cuarto de siglo atrás, cuando el amateurismo más apasionado recorría cada rincón de la producción artística local y el acceso a películas, discos y demás se viabilizaba a través de la socialización física. Juntarse a ver o escuchar algo que alguien consiguió, pasarse un texto, etcétera. Construyeron parte de la comunidad artística y su crecimiento profesional fue de la mano con la profesionalización de la escena local. Todos ejercen la docencia en diferentes ámbitos.

En este último año le han puesto muchas fichas a un proyecto que dieron en llamar Gualicho, horror litoral. La idea tuvo su origen en un podcast que escribió Luciano Redigonda y al que Martín Parodi dio vida sonora desde la productora que integra: erre podcast.

“Espectro sonoro era un podcast que surgió en Radio UNR y lo produce erre podcast. La idea era, teniendo como referencia a series como La Dimensión Desconocida (que daban los sábados a las cuatro de la tarde por Cablehogar en los 90 y que se juntaban a ver y a grabar en VHS en la casa de un amigo) hacer una antología de terror y fantástica”, recuerda Luciano.

“Primero empezó con la idea de que iban a ser episodios largos, como de 20 minutos, divididos en 8 o 10 capítulos. Arrancamos con el piloto pero no terminábamos nunca de realizarlo, había algo ahí en el formato que nos complicaba y surgió la idea de modificar eso y que fueran mejor microhistorias”, admite, y se explaya: “El tema con el episodio largo era que había una producción que requería muchas más actrices y actores. Como no teníamos la infraestructura para resolverlo, decidimos resolverlo más tipo cuentos, narrados por Guillermo Peñalves, con guiones míos y el diseño sonoro y toda la puesta y edición de Tincho (Martín Parodi). Entonces surgió más como historias breves fantásticas y de terror, y lo pensamos como un podcast, como si fuera un libro de cuentos en el que te metés y hay muchas historias cortas. Eso se lanzó, no recuerdo bien si en julio o agosto de 2021, y prontamente surgió la idea de hacer una adaptación animada. Nos parecía ideal porque la animación permitía y habilitaba un modo de producción más posible que con una ficción”.

“Al poco tiempo salió el llamado a concurso del Plan de Fomento de Industrias Creativas y había una categoría para series en desarrollo –continúa Luciano–. Nos presentamos, ganamos y después participamos también de Pulsar, que era un mercado audiovisual de acá de Santa Fe y en el que también ganamos. Empezamos a tener devoluciones de que había un interés, no sólo en el formato de la serie sino en el concepto de gótico litoraleño que incorporábamos a la serie, que era un poco pensar o repensar las historias fantásticas y de terror pero en nuestra región, la región del litoral argentino donde en vez de la campiña inglesa tenés el campo santafesino; en vez del bosque, la selva misionera, y así”.

Cuando empezaron a desarrollar la serie, el concepto de lo gótico litoraleño era uno de los principales “pero laburándolo en el desarrollo con Silvina Cornillón, que fue la tutora en el Plan de Fomento. Ella señalaba esta cuestión de que estaba bueno una mayor presencia del gótico litoraleño porque si bien nosotros lo teníamos incorporado como concepto por ahí no en todas las historias de Espectro Sonoro se notaba eso. Estuvo bueno como desafío redireccionar y decir: bueno vamos a hacer todo específicamente del litoral, y ahí cambió un poco el concepto de la serie y pasó a llamarse Gualicho, horror litoral”.

“Decimos ahora que casi podrían ser dos series distintas, por un lado Espectro Sonoro y por el otro Gualicho, porque terminó siendo otra cosa: son 8 historias que ocurren específicamente en el litoral. Trigo Sucio transcurre en el campo santafesino a principios del Siglo XX y los peones que son explotados laboralmente son robots”. La idea es “pensar lo social pero resignificado a través del género fantástico y de terror, como que es algo que siempre estuvo presente en el género, no es algo ajeno sino que si uno revisa la historia del terror tanto en el cine como en la literatura siempre estuvo ese componente social de por medio”.

Diego Rolle, el director de animación surgido de la cantera de El Sótano Cartoons, es el encargado de coordinar a los equipos que harán las animaciones. Diego destaca que en las historias es importante deslizar “algo de subtexto, algo que te dispare una temática que no sea la evidente, que es la del terror y el fantástico, y que no sea sólo alguien que se asusta, sino que en esos pocos minutos que dura el capítulo haya algo de lo que se pueda discutir y demás”.

En la serie, además de Luciano Redigonda, Diego Rolle y Martín Parodi, trabaja Agostina Zaros como productora. En cuanto al equipo de animación, cada uno dirige un capítulo distinto. “Ahora en la etapa de desarrollo tomamos cuatro de los 8 capítulos. Facón está a cargo de Raquel De Simone; Diego Rolle está en doblete con Corned Beef y también formando parte del equipo de Sr. Manduví en Trigo Sucio junto a Emanuel Gastaldi, Andrés Almasio y Pablo Rodríguez Jáuregui. Yaguareté Abá está a cargo de Inés Labarrere, Trinidad Ventos, Sofía Lorber y Francisco Favaro”, detalla Luciano.

Si bien Rolle, Redi y Parodi comparten el rol de dirigir la serie en general, Martín Parodi se encarga más de la parte sonora y de la edición en sí. 

Redigonda celebra que en este proyecto están haciendo lo que verdaderamente quieren. “Un proyecto al que le está yendo bien en su recorrido de desarrollo con una combinación imposible que a priori si se desmenuza es todo lo que te dicen que no hagas para un proyecto. Animación para adultos, no existe. Animación para adultos de terror, menos. Y animación para adultos de terror en microserie es un formato que todavía no termina de estar probado. Es como que nos interesa hacer esto pero a su vez no tiene que ver con el mercado. Sería fácil especular y hacer algo más infantil, o en vez de terror ampliar los géneros para buscar otro público interesado, o hacerla más larga porque es un formato más comercial. Pero en ese sentido estamos siendo consecuentes con nuestra tozudez”.

Además del acceso al plan de fomento, Gualicho ha sido premiada por Flixxo, una plataforma de streaming de Argentina, y se encuentra en pleno proceso de producción.

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