La planta siderúrgica ubicada en Villa Constitución anunció que parará su producción por segunda vez en el año, medida que afecta a más de 3000 trabajadores. Las políticas del gobierno nacional, un arma letal para el sector. “Al no haber obra pública y haberse retraído la obra privada no hay casi mercado interno”, lamentaron desde la UOM y alertaron: “El panorama será aún peor”.
Producto de un derrumbe en las ventas, la fábrica Acindar frenará su producción en mayo tal como lo hizo entre marzo y abril de este 2024. En tanto, la empresa negocia con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) la suspensión de operarios. “Hace 20 años que trabajo en esta empresa y nunca vi un parate de estas características”, indicó Pablo González, secretario general de la UOM Villa Constitución.
“Al no haber obra pública y haberse retraído la obra privada no hay casi mercado interno. La empresa está trabajando con el mercado regional (Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay) pero aún eso no genera movimiento, y además es muy complejo competir con el acero chino”, indicó el referente sindical, y advirtió: “Cuando comience a ingresar ese acero chino al país, el panorama será aún peor, porque es una producción subsidiada por el gobierno de China, lo que abarata sus costos”.
En diálogo con Radio Universidad, el titular del gremio metalúrgico de Villa Constitución aseguró que esta medida de la compañía industrial “afecta a unas 5000 familias, entre empleos directos e indirectos” que “en una ciudad de 50.000 habitantes es un parate más grande”.
Por su parte, el intendente de Villa Constitución, Jorge Berti, afirmó que la situación de la empresa es “la crónica de un final anunciado”, al remarcar que debido a las políticas del gobierno nacional “no hay señales de reactivación tanto en el consumo como en la construcción”.
“Veníamos anunciando esta situación cuando se hizo el primer parate importante en Acindar, y porque en la empresa no descartaban que podrían continuar con este tipo de interrupciones. Eso era algo que tenían muy en claro, en virtud de que no había ninguna señal de que se produzca alguna reactivación en el consumo particular, y no hablo solo de la obra pública que no existe”, dijo en contacto con LT8.
“Estamos viendo la cantidad de obreros de la construcción que están quedando en el camino”, lamentó el mandatario de esa localidad santafesina, y añadió: “Esto repercute no sólo en los ingresos de los comercios y de la actividad regular de la ciudad. No hablamos solamente de la gente que trabaja en Acindar, que son alrededor de 3.500 personas, entre puestos directos y contratados, más la gente que trabaja en talleres que brindan servicios a la fábrica. Estamos hablando de 5 mil personas”.
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