En un mundo cada vez más dominado por la tecnología y la inmediatez, la práctica clínica de la psicología y el psicoanálisis se enfrenta a nuevos desafíos. Desde la influencia de las redes sociales hasta cierto interés por aplicaciones de salud mental, ¿cómo podemos mantener la profundidad y la humanidad en nuestro trabajo? Este texto explora estas cuestiones, ofreciendo una reflexión crítica sobre el impacto de la cuarta revolución industrial en la salud mental y la importancia de una intervención terapéutica que valore la singularidad de cada paciente.

La práctica clínica de la psicología y el psicoanálisis

¿Añoramos el ejercicio de esa ciencia que se desarrollaba con cierta elegancia, incluso con cierto elitismo? Los pacientes de Freud no eran sólo aristócratas. Se sabe que incluso él mismo aportó para la prosecución de algunos tratamientos. A los fines de este texto, es importante tener en cuenta el contexto histórico que rodeaba a Freud y que de manera elíptica se presentó en su obra: La interpretación de los sueños, un libro invaluable para el psicoanálisis, editado en 1899, figura como publicado el año 1900, posiblemente debido a cierta superstición relacionada con el nuevo siglo. Posteriormente, algunas de las ideas más profundas de la teoría freudiana se desarrollaron a partir de 1914, mientras tanto Freud trabajaba en lo que conocemos como su Metapsicología. Otro de sus textos fundamentales, Más allá del principio de placer, está terminado en marzo de 1919 (1992), con la Gran Guerra finalizada en noviembre de 1918. En esta obra, Freud indica lo que considera fundamental para clarificar a los analistas sobre la pulsión de muerte.

El ejercicio de nuestra práctica, tanto para psicólogos como para psicoanalistas, se ve alterado por diferentes demandas que, no siendo lo que se denomina teóricamente como demanda analítica, se presentan como fenómenos sociales. Nos referimos a fenómenos en relación con lo fenoménico, es decir, a lo que tiene una expresión visible y manifiesta. En su uso más amplio, un fenómeno es cualquier cosa que puede ser percibida por los sentidos u  observada. Esto incluye comportamientos individuales, tendencias sociales, cambios culturales, y cualquier otro evento o situación que se manifieste en la realidad observable.

El fin del inconsciente en el fin del mundo

Desde una perspectiva lacaniana, en el psicoanálisis, la demanda analítica se refiere a la necesidad de intervención basada en los principios fundamentales de esta corriente teórica y clínica. En este marco, el análisis del inconsciente y la transferencia son fundamentales para abordar los conflictos psíquicos. Las demandas emergentes, que pueden surgir como manifestaciones de fenómenos sociales diversos, requieren una comprensión profunda que considere los contextos culturales, sociales y personales. Así, dichos fenómenos sociales afectan las demandas que enfrentamos en nuestra práctica profesional, requiriendo una consideración cuidadosa de los contextos y factores culturales que influyen en nuestros pacientes. ¿No corremos el riesgo de deshumanizar la práctica clínica al relegarla a algoritmos y aplicaciones? ¿Está certificado que podemos confiar en los algoritmos para comprender la complejidad de la mente humana? 

Zygmunt Bauman, en su concepto de ‘modernidad líquida’, describe cómo las estructuras y relaciones sociales se han vuelto más fluidas e inestables. Esta fluidez se refleja en el incremento de patologías como la ansiedad y la depresión en contextos de crisis económica, los cambios en las dinámicas familiares y de género, y la influencia de las redes sociales en la percepción de uno mismo y de los demás. Bauman argumenta que en esta modernidad líquida, las certezas se disuelven rápidamente, lo que genera una constante sensación de inseguridad y cambio.

La cuarta revolución industrial, como la describe Klaus Schwab (2017)  está marcada por avances tecnológicos que están borrando las líneas entre las esferas físicas, digitales y biológicas. Esta revolución trae consigo una exigencia de inmediatez y eficiencia, exacerbada por la omnipresencia de la tecnología. Byung-Chul Han (2012) señala que esta inmediatez genera una «sociedad del cansancio», donde la sobrecarga de estímulos y la presión por el rendimiento constante deterioran la salud mental. Este último autor, en su libro En el enjambre (2019) conduce a las encrucijadas de un pensamiento extendido, actual y definido: “La sociedad actual no es una ‘sociedad del amor al prójimo’ en la que nos realizamos recíprocamente. Es más bien una sociedad del rendimiento, que nos aísla. El sujeto del rendimiento se explota a sí mismo, hasta que se derrumba.” (Han, 2019, p. 76).

La complejidad psíquica de un mundo complejo 

El lanzamiento de aplicaciones de salud mental, que prometen soluciones rápidas y accesibles, refleja esta tendencia. Al parecer estas aplicaciones pueden ofrecer apoyo básico, pero sin lugar a dudas corren el riesgo de simplificar excesivamente la complejidad de los problemas psíquicos y relacionales. La salud mental, tanto como la enfermedad mental, no pueden ser reducidas a análisis algorítmicos que ignoran el contexto individual y social de cada paciente.

En lugar de promover un entorno que valore la profundidad y la calidad de la intervención terapéutica, estamos siendo conducidos hacia un modelo que prioriza la cantidad y la velocidad, con el riesgo de deshumanizar la práctica clínica. Puede resultar fundamental para el futuro de nuestra práctica, que nos posicionemos críticamente ante estas tendencias y defendamos la importancia de un enfoque que reconozca la complejidad y singularidad de cada paciente. Así como el hecho de que una cura se desenvuelve en el despliegue de un deseo, que en ese mismo despliegue ese deseo/sujeto se reconoce a sí mismo, mediando la palabra y la escucha analítica, ésta última sin dudas, se encuentra por el momento, muy lejos del alcance de cualquier tipo de Inteligencia Artificial. 

*Psicoanalista – Doctor en Psicología (Ph. D.) – Psicólogo – Docente en UNR 

Bibliografía

Bauman, Zygmunt. Modernidad líquida. Fondo de Cultura Económica, 2003.

Freud, S. (1991). La interpretación de los sueños. En Obras Completas Sigmund Freud Tomo IV. Buenos Aires, Argentina: Amorrortu Editores.

——– (1992). Más allá del principio de placer. En Obras Completas Sigmund Freud Tomo XVIII. Buenos Aires, Argentina: Amorrortu Editores.

Han, Byung-Chul. La sociedad del cansancio. Herder Editorial, 2012.

——– (2019). En el enjambre. Lanús, Argentina: Herder Editorial.

Schwab, Klaus. The Fourth Industrial Revolution. Crown Business, 2017.

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