Tener tus propias plantas de marihuana es una experiencia sumamente agradable y relajante, pero el momento en el que deben germinar las semillas puede ser estresante. En todas las demás etapas del crecimiento del cannabis, la misma planta brinda información sobre si el proceso va bien o si es necesario corregir algo. Sin embargo, a la hora de germinar las semillas, lo único que hay que hacer es esperar a que ocurra; y si no sucede, es muy difícil saber cuál puede ser el motivo.
La realidad, es que existen varios factores que pueden influir en la germinación de las semillas de marihuana. Algunos pueden ser el clima, la calidad o el tipo de la semilla, la luz, la temperatura o el pH del suelo. Con la información correcta, los cultivadores pueden tomar medidas para garantizar que las semillas germinen con éxito.
Introducción a las semillas de cannabis
La semilla de marihuana reacciona de diferentes maneras dependiendo de las condiciones ambientales que influyen directamente en el desarrollo de las mismas. Este dato es fundamental, ya que al momento de comenzar con la germinación es clave tener la capacidad de controlar el ambiente a la perfección. Cualquier cambio brusco puede traer consecuencias graves para el cultivo.
Lo primero que debe tenerse en cuenta son las características de la semilla. Cuando se tome la decisión de comprar, siempre es importante que la venta de semillas de marihuana venga de una persona de confianza. La semilla debe estar bien formada, esto quiere decir que la base esté bien marcada y el color varíe entre gris claro, marrón claro o blanquecino.
El tamaño también es importante. Las semillas demasiado pequeñas probablemente no germinen o se desarrollen pobremente. Si son demasiado grandes puede ser a causa de una cáscara demasiado gruesa, esto puede impedir que el agua penetre y empiece a germinar.
Proceso de germinación
Cuando se planta la semilla, esta absorbe el agua, se abre y crece una pequeña raíz llamada radícula. Las condiciones deben ser las adecuadas para su germinación. La temperatura, la humedad y la oscuridad cumplen un rol importante. Esta fase es la que sentará las bases del ciclo de crecimiento general de la planta.
El tiempo normal de germinación de las semillas es de entre 4 y 10 días. A veces, pueden germinar antes, mientras que otras pueden tardar hasta 20 días. El 90% de las fallas en la germinación llegan justo cuando cambia el tiempo y se produce una variante brusca de las temperaturas.
Motivos por los que no germinan las semillas
Si tus semillas han decidido no salir por algún motivo, ¡no te desesperes! Aquí los principales motivos y como revertir esas situaciones para tener unas plantas maravillosas.
1. Sustrato demasiado húmedo
Es posible que el medio de cultivo esté demasiado húmedo. El sustrato debe estar húmedo pero no empapado, ya que aumenta las probabilidades de que aparezcan ciertos patógenos que pueden matar las plantas rápidamente. Si te parece que tu sustrato está demasiado húmedo, la recomendación es replantar las semillas y empezar de nuevo.
2. Sustrato demasiado seco
El contrario son las semillas demasiado secas. Si las plantas en un sustrato seco o con muy poca humedad, deberás regar hasta que esté lo suficientemente húmedo (en un 70% – 90%), y después cubrir la semilla para evitar que se seque mientras intenta germinar. Si el suelo comienza a secarse durante el proceso, procura regarlo ligeramente.
3. Muy poco oxígeno
Las semillas necesitan oxígeno para germinar y metabolizar antes de que se realice la fotosíntesis. Independientemente de si eliges cultivar en interior o exterior, el suelo deberá ser arcilloso y aireado para que la marihuana germine correctamente. Esto se extiende a todas las etapas de cultivo.
4. Exceso de abono
Si el suelo está lleno de fertilizantes, especialmente sintéticos, podría ser tóxico e impedir la germinación. Esto se resuelve muy sencillamente, utilizando tierra de calidad. Un buen suelo ya contiene los nutrientes que las plantas necesitan.
5. Poco espacio
Para que las semillas germinen de manera saludable, deberás sembrarlas separándolas con una distancia de al menos 5cm para que tengan espacio para abrirse y empezar a desarrollarse. Si arrojas un puñado de semillas a la tierra y esperas que crezcan, lo más probable es que algunas lo hagan, pero otras no.
6. Temperaturas bajas
Para germinar, las semillas de marihuana prefieren las temperaturas altas, idealmente entre unos 20-22ºC. Este es el motivo principal por el que muchos cultivadores germinan en interior. Si las temperaturas descienden abruptamente, la germinación podría retrasarse y hasta detenerse por completo. Existen algunas semillas que pueden brotar con temperaturas inferiores a 12ºC, pero no es lo normal.
7. Temperaturas altas
Pero, si las temperaturas son demasiado altas, las semillas también tendrán dificultades. Por supuesto que, dependiendo de la variedad, algunas podrían germinar en condiciones un poco distintas. Sin embargo, muy pocas pueden hacerlo en el calor intenso. Las pequeñas fluctuaciones de temperatura no causarán problemas, pero un periodo prolongado de calor impedirá que las semillas se abran.
8. Semillas de mala calidad
Si compras semillas de buena calidad, tu tasa de germinación será más alta. Esto no tiene nada que ver con la variedad o el tipo de semilla, sino con la calidad. Pero, ¿cómo saberlo? Simplemente comprando en lugares de confianza y bien referenciado. Si las semillas son buenas y germinan muy pocas, seguramente el problema sea algún factor ambiental. En cambio, si esto se da con semillas de dudosa procedencia, lo más probable es que sean malas.
9. Semillas viejas
Aunque las semillas pueden servir durante muchos años, la realidad es que cuanto más viejas sean, más tardarán en germinar. Y si pasa demasiado tiempo, dejarán de hacerlo. Como recomendación general, para conseguir los mejores resultados, lo ideal es usar las semillas en un plazo de entre uno y dos años a partir del momento en que las plantas madre las produzcan.
Ha quedado claro que para que las semillas de cannabis germinen debe existir un equilibrio entre varios factores ambientales como el suelo, la temperatura, el agua y otros. Ninguno es difícil de resolver, pero las semillas requerirán del ambiente ideal si quieres que en futuro se conviertan en unas bellas plantas.
