El Texas Hold’em frecuentemente se lleva el reconocimiento como la variante de póker más conocida. Esta versión no solo domina los torneos más prestigiosos, sino que se luce en películas y series, e incluso en la escena online.
Sin embargo, ¿esta hegemonía ha sido siempre así? Hoy exploraremos su evolución y si siempre lideró el mundo del póker. Además, investigaremos qué hace al Texas Hold’em tan preferido por los jugadores.
No, el Texas Hold’em no siempre fue tan popular
Antes de que el Texas Hold’em conquistara las competencias más destacadas y las salas de poker online más visitadas, otras variantes dominaban las mesas y las apuestas:
- Three Card Brag en los 1700s: en Inglaterra, durante el siglo XVIII y hasta bien entrado el siglo XX, el juego de elección era el Three Card Brag. Este juego tenía reglas intrigantes como jugar a ciegas o memorizar cartas, por lo que la concentración del jugador era clave para ganar.
- Póker tapado (Five card draw) en el Viejo Oeste: en el siglo XIX, el cinco cartas cerradas floreció en Estados Unidos, especialmente durante los viajes en el río Mississippi. Las reglas de este juego se establecieron durante la Guerra Civil Americana. Con el tiempo, su popularidad se consolidó en los salones del Viejo Oeste.
- Stud de 5 cartas en los 20s y la Segunda Guerra Mundial: el póker de cinco cartas alcanzó su auge durante la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial. Jugadores de todas partes lo consideraron el juego por excelencia, lo cual viene respaldado por historias legendarias como la de Johnny Moss en 1949.
- Stud de 7 cartas hasta los 70s: tras la Segunda Guerra Mundial, el stud de siete cartas tomó el relevo y se estableció como el favorito hasta casi finales del siglo XX. Con reglas que mantenían entretenidos a los jugadores, este juego reinó en casinos y partidas caseras hasta la llegada triunfante del Texas Hold’em.
Cada una de estas variantes dejó huella en la historia del póker, pero algo es seguro: su popularidad no duró para siempre. Con la llegada del Texas Hold’em, todas estas versiones quedaron relegadas en popularidad.
¿Cuándo nació el póker Texas Hold’em?
La historia del Texas Hold’em se entrelaza con rumores y relatos que generan un aire de misterio a su alrededor.
Aunque muchos señalan a Robstown, Texas, como su lugar de nacimiento a principios del siglo XX, la evidencia histórica resulta escasa. Otra teoría sugiere que el jugador estadounidense T. Blondie Forbes lo creó en la década de 1920.
Personajes famosos del póker tienen versiones diferentes. Por ejemplo, Johnny Moss, reconocido jugador, habló de haber conocido el juego en Dallas en 1926. Por otro lado, Doyle Brunson menciona haber oído hablar de este póker en los años 50, en ciudades texanas como Corpus Christi y Waco.
La confusión se amplificó con una historia de la revista Life en 1968, que mencionó varios nombres para el juego, como «Hold Me Darling» y «Tennessee Hold Me».
Por qué el Texas Hold’em conquistó el mundo del póker
El ascenso a la cima del Texas Hold’em no es casualidad, y esto se debe a varias razones convincentes:
- Reglas simples: aprender Texas Hold’em toma solo minutos. Incluso quienes nunca antes han jugado póker pueden captar los fundamentos rápidamente, lo que lo hace accesible para todos.
- Ritmo dinámico: la intensidad crece a medida que se revelan las cartas comunitarias, lo que mantiene a los jugadores siempre al borde de sus asientos.
- Accesibilidad: para jugar al Texas Hold’em solo se requiere una baraja inglesa. Esta se puede conseguir fácilmente y estructura estándar permite que jugadores de diferentes orígenes entiendan fácilmente sus reglas.
- Interacción social: ofrece una experiencia social enriquecedora. Los participantes pueden comunicarse, establecer relaciones con otros jugadores y experimentar el juego como una actividad compartida.
Otras variantes que no son póker Texas Hold’em, pero que son buenas
Aunque el Texas Hold’em atrae toda la atención, existen otras variantes de póker que encantan y ofrecen una buena jugabilidad. Estas son:
- Omaha Hi/Lo: este juego comparte similitudes con el Pot Limit Omaha en su estructura. Sin embargo, introduce un giro fascinante. Los jugadores compiten por el mejor gran mano y la mejor baja, dividiendo el bote. La complejidad de formar una mano baja conforme a las reglas lo vuelve todo un desafío estratégico.
- Póker tapado (Five card draw): antaño el rey de las mesas, su sencillez sigue cautivando. Los jugadores reciben cinco cartas ocultas y tienen la oportunidad de intercambiar las que deseen en busca de una mejor mano. El juego implica solo dos rondas de apuestas, siendo ideal para quienes disfrutan del bluff y del juego audaz.
- Short Deck Poker: similar al Texas Hold’em, pero con un mazo reducido. Se eliminan los doses, treses, cuatros y cincos, lo que aumenta las probabilidades de manos fuertes. Un cambio crucial en sus reglas es que el color supera al full house, lo que añade un elemento de sorpresa.