Juani Favre está por publicar De pies a cabeza, su nuevo álbum, y el próximo viernes tendrá su preestreno. El lugar elegido para la escucha compartida del nuevo material será Mal de Archivo/Post café, la librería y bar que sus hermanxs tienen en Urquiza 1613.

Juan Ignacio Favre adoptó el apodo Juani siendo adolescente, desde sus primeras presentaciones a finales de los 90. Es una persona interesada activamente en las manifestaciones culturales, “entre ellas, a la que más tiempo le dedico es a la música”, destaca.

Empezó con la música de muy pequeño, a los dos o tres años, “en los albores del regreso de la democracia” ya mostró interés por la música y la política.

Sus primeros recuerdos con la música son familiares, “armonizando melodías de Charly García, con mis hermanxs. Con ellos, más otros vecinos, armamos una incipiente banda. Desde ese momento empecé a experimentar con la composición, curiosidad que mantuve de manera constante hasta la actualidad”, repasa.

Juani aprendió y aprende permanentemente de sus hermanxs y compañerxs de prácticas diversas. Esa mismísima denominación, de hermanxs y compañerxs que en algún momento reemplazaba con x y @ fueron una especie de ensayo en los 90 y 2000 de lo que hoy resulta ser el lenguaje inclusivo que con el empleo de la letra e ha hecho mucho más sencillo llevarlo al habla. Aquel empleo de la x en fanzines y publicaciones ha quedado grabado en el lenguaje escrito de Juani.

La formación de Juani ha sido en gran medida autodidacta. “Siempre tuve interés en participar de todas las etapas que comprenden los procesos creativos, y en las mecánicas de su realización. En relación a los aspectos más formales de la música, comencé de niño cantando en un coro y luego fui alumno de grandes maestrxs como Juancho Perone, María Sol Benassar y Carlo Seminara”, destaca. Sin embargo considera que uno de los episodios más instructivos de su vida fue “haber trabajado durante mucho tiempo en una compraventa de discos usados”.

“Los años que pase entre discos y clientes melómanos anónimos, proveen experiencias que difícilmente tienen su equivalente en la educación formal. Hace un tiempo que me dedico a la docencia artística y siempre tengo presente que para unx artista es tan importante y necesaria la formación que podamos desarrollar dentro de las instituciones como fuera de las mismas, es por eso que siempre trato de poner en diálogo esos universos”, remarca.

Los espacios colectivos fueron clave para su desarrollo, principalmente en torno a la autogestión y la horizontalidad que como conceptos tuvieron un protagonismo destacado en procesos políticos de principios de este siglo.

 

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“Una de las actividades más importantes de mi vida fue la participación, desde sus orígenes, en el colectivo cultural Planeta X, una experiencia formativa impresionante. La posibilidad de crear y experimentar con pares, y haber podido llevar adelante un espacio horizontal y realizar cientos de actividades, de las cuales participaron miles de personas. La experiencia fue tan potente que creo que todxs quienes pasamos por allí de alguna manera u otra fuimos atravesadxs por la misma, y llevamos huellas indelebles de aquellos momentos compartidos”.

Planeta X es parte de un importante y variado grupo de organizaciones o proto organizaciones que se relacionaron fuertemente en la Rosario de fines de los 90 y hasta entrada la primera década de los 2000. Antes de sostener un lugar propio, el grupo se reunía en la Biblioteca Ghiraldo (aka anarquista), cuando ésta se encontraba en Paraguay casi Riobamba.

Juani también formó parte de otras experiencias colectivas, cómo el Club del trueque, la Asamblea de la Toma y el Cirkito a cuerda (una cooperativa de circo autogestiva, nacida al calor de la casa okupa y las fiestas del fuego).

“Más allá de que muchos de mis trabajos tienen que ver con un proceso íntimo y hasta solitario, me queda muy en claro que siempre necesitamos de otrxs. Los procesos colectivos demuestran que el todo es mucho más que la suma de las partes”.

En estos días, Juani va a sacar un disco nuevo, De pies a cabeza, “un disco caleidoscópico y ecléctico que tiene varias fuentes compositivas”.

En el 2020, Juani lanzó “una serie de simples de formato híbrido, mixturando técnicas de producción acústicas y electrónicas, trabajando casi todo en soledad, fruto del momento reclusivo en pandemia”. Aquel episodio “dio pie a un nuevo estilo compositivo”, que siguió explorando los siguientes años.

Por otro lado se viene presentando con un pequeño ensamble de vientos llamado Modo Eólico, “para el cual estuvimos adaptando algunas de mis composiciones previas y nuevas, dos de las cuales se encuentran incluidas en el nuevo disco”.

Además, el disco “incluye una especie de incunable, una pieza coral que compuse para teatro en 2017, que aparece versionada en el álbum”.

Si bien el disco partió de un largo trabajo solitario, se sumaron personas que resultaron indispensables para el proceso. “Mi hermano Oscar, con quién ya colaboramos en numerosas ocasiones, brindó aportes estéticos valiosos, así como un montón de ideas sumamente creativas para la producción artística. También mi hermano Cristian estuvo colaborando dando una mirada general aguda y precisa. Otro colaborador fundamental del disco es Natalio Rangone, compañero de muchas andanzas que grabó sintetizadores y pianos en gran parte de los temas, con la alegría de que su hija Clara, de 17 años, se sumó como bajista en tres temas, produciéndose aquí su debut discográfico, lo cual nos llena de orgullo”, confiesa.

 

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El disco también cuenta con colaboraciones de la violinista sueca Katarina Haara Lofstet, de compañeros de las épocas de Planeta X como Mariano Conti, Andrés Mantello y Lalo Giandomenico, y miembros del ensamble de vientos como Melina Spizzirri, Jimena López Zaric y Franco Santángelo.

“El último tema cuenta con un coro de doce personas, en el cual participan algunos de los músicos ya mencionados, más Rosario Chyla, Paulina Rova, Maria Elisa, Beatriz, David Alvarez y Claudio Devigili, así como la destacada participación del maestro Juancho Perone, que creó un ensamble impresionante de percusiones afro latinoamericanas”.

La portada del álbum es obra de la artista plástica Celina Mundet que ya ha colaborado en muchos de los trabajos de Juani.

Consultado por la actualidad musical y social, el artista estima que estamos “viviendo muchas transformaciones, tantas que resultan abrumadoras”.

“No sé si me siento calificado para hablar porque no creo tener suficientes herramientas para dimensionar (las transformaciones). No es ninguna novedad si digo que estamos en un momento terrible. Una sociedad fragmentada, empujada al individualismo exacerbado. La crueldad reina en la comunicación, pero también en los hechos, en la pobreza, las guerras, la destrucción del ambiente. Ante estás realidades, es difícil no ser pesimista, eso no quita que no haya que seguir creando, imaginando, pero también poniendo el cuerpo. Estamos obligadxs a tomar un rol activo en la transformación de nuestra sociedad hacia modos más empáticos, igualitarios y respetuosos de las diversidades. Quedarse en la pasividad adormecida no debería ser más una opción, de este modo estamos siendo cómplices por omisión”.

La música de Juani pretende “sensibilizar, compartir, movilizar, activar sentimientos”. Lo que no es poco en esta época en la que “todo opera por el lado de las emociones pero donde abunda la insensibilidad”.

Para Juani, las artes “siguen siendo ese espacio por el cual nos permitimos sensibilizarnos y llegamos a las zonas más profundas de nuestro ser, aún a aquellas donde no llega el intelecto”.

Otro objetivo, que quizás sea más complejo, es “seguir profundizando en el universo de la creación, tratando de abrir senderos en lo desconocido. Intentando, parafraseando a Machado y tal como dice una de las letras de De pies a cabeza, «ser camino al andar»”.

El martes 8 de octubre, el disco va a estar disponible en todas las plataformas, pero el próximo viernes 3 de octubre a las 19.30 ya se podrá escuchar en una especie de preestreno en Mal de Archivo / Post café (Urquiza 1613), además va a haber una barra de tragos y Juani va a aprovechar para tocar en vivo un par de temas del disco en formato acústico.

De todos modos el nuevo material seguirá sonando, “el viernes 18 de octubre en Bon Scott y el sábado 9 de noviembre en la terraza de la Lavardén”. Para enterarse de los horarios y otros detalles de las presentaciones pueden seguir a @juani.favre en Instagram y otras redes.

Publicado en el semanario El Eslabón del 28/09/24

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