A los 93 años, el histórico dirigente peronista y líder sindical dejó esta vida pero, entre tanto hechos, uno de sus legados aún resuena en los pasillos del Congreso: sus palabras en 2001 en defensa de la buena política, en medio de la crisis.

¿Tan mala es la política? ¿Alguien recuerda que, gracias a esta política volvió el Estado de derecho a la república? Gracias a la política el respeto a la dignidad de las personas volvió a la república y el sistema democrático comenzó a funcionar. Creo que no es tan mala la política. ¡Guay con los que promueven esa idea!

¿Saben cómo termina esta historia? : ¡Van a sentar en estas bancas a los gerentes de las multinacionales, al imperio, a los poderosos!

El ex diputado y ex sindicalista peronista Lorenzo Pepe fue despedido este lunes por diferentes personalidades de la política en el Salón de Pasos Perdidos del Palacio Legislativo. El histórico referente peronista murió la noche del domingo. Uno de sus recuerdos más particulares era que la verdadera diferencia del peronismo con el resto era “el abrazo” entre los militantes e incluso guardaba en su memoria el propio abrazo de Perón. Toda una forma de entender la política.

Durante 20 años, fue diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, representando los intereses de los trabajadores en cinco períodos consecutivos tras el regreso de la democracia en 1983.

Nacido en Sáenz Peña, partido bonaerense de 3 de febrero, en agosto de 1931, Pepe comenzó su carrera laboral a los 17 años en los ferrocarriles, donde inició su actividad sindical. Ocupó importantes cargos en la Unión Ferroviaria, la Asociación Latinoamericana de Ferrocarriles y fue delegado parlamentario ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, Suiza.

El diputado Eduardo Valdéz lo recordó con una emotiva semblanza: “Lorenzo Pepe nos decía: «Si hay otra vida, Perón tiene ganado un lugar de privilegio y ojalá pudiera abrazarlo de nuevo». ¡Allí va Lorenzo Pepe, General! Allí va uno de los que hicieron el 17 de octubre del ‘45 en las escalinatas de la Catedral Metropolitana, frente a la Plaza de Mayo, con sus 14 años de la mano de su padre.

“«Ese día temprano estábamos en nuestra casa en el partido bonaerense de Tres de Febrero. Mi papá se tomó unos mates y me dijo dame la mano y no paramos hasta llegar a Capital. No me preguntó si quería ir, me dijo dame la mano y me llevó. Yo tenía 14 años. Mi viejo fue un militante socialista, transversal, que apoyó el proceso revolucionario que encabezaba Juan Domingo Perón». De ahí viene este caballero de fina estampa”, expresó Valdez.

“De joven empieza su trabajo ferroviario que lo hizo delegado y dirigente gremial. Abrazó la causa de estos trabajadores, fue perseguido y preso por el plan CONINTES, impulsado por Arturo Frondizi en 1961. Fue protagonista decisivo de lo que se conoció como «la batalla del riel», lucha que evitó el despido de 70.000 trabajadores ferroviarios al impedir el plan Larkin -apellido de un tecnócrata traído por Álvaro Alsogaray-, que implicaba el cierre de ramales y talleres de conformidad con los lineamientos del Banco Mundial”, rememoró Valdez en un texto publicado en Infobae.

“En el ‘68 junto a Raimundo Ongaro integró la combativa “CGT de los argentinos” contra el Gobierno de Onganía. Pepe fue uno de los dirigentes más importantes del movimiento obrero que peleó por el regreso de Perón durante los 18 años de exilio, fue un luchador incansable a favor de los trabajadores y en contra de los regímenes que proscribían al peronismo en Argentina y un gran constructor de puentes en la consolidación democrática desde 1983 a la fecha”, agregó en homenaje a Pepe.

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