La Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista, y contra Milei en repudio a su discurso en Davos, se hizo extensiva a sus políticas de ajuste. Amplió la convocatoria que desborda de reclamos y padecimientos de vastos sectores sociales.
Las declaraciones de Javier Milei en Davos, como de costumbre llenas de falsedades, desprecio, prejuicios y odio, y esta vez cargadas de homofobia, fueron la gota que rebalsó un vaso lleno de impotencia y de ausencia de referencia opositora. La comunidad LGTBIQ+, afectada como tantos otros sectores por los ajustes y cierres de programas y bajo amenaza de perder los derechos conquistados –y encima estigmatizada en un espacio internacional como fue el Foro Económico Mundial (FEM) donde Milei hizo su discurso en el que entre otras cosas los tildó de pedófilos–, decidió salir a enfrentarlo en las calles. Así surgió y se consolidó la convocatoria a la Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista, y contra Milei, que recibió el abrazo solidario de distintas expresiones de una sociedad quebrada que resiste solitaria, casi en silencio, la impunidad de un gobierno que vuelve a mostrar su hilacha autoritaria y discriminatoria.
En Rosario, la asamblea antifascista y antirracista del miércoles 30 de enero fue multitudinaria. Allí, en una desbordada plazoleta Sandra Cabrera, ubicada en Córdoba y Castellanos, donde se encuentra además la casa LGBTI, se decidió realizar una movilización local este 1° de febrero. La numerosa cantidad de asistentes remitía a esa primera asamblea que tuvo lugar en el parque Lezama de Buenos Aires, el sábado 25 de enero pasado, cuando la masiva reacción a los dichos de Milei sorprendió por el número y la participación de amplios sectores.
A los reclamos contra los cuestionamientos homofóbicos y antifeministas de Milei se fueron sumando además múltiples motivos para indignarse que salieron a luz en medio de la oscuridad mediática. Son los mismos que sufren también otros argentinos: falta de medicamentos, problemas por falta de insumos o personal en las atenciones de la salud, programas de asistencia y de empleo caídos, represión y persecución policial, economías al borde de la indigencia y sobre todo temor y preocupación de que estas políticas de hambre y ajuste se profundicen aún más.
De allí que el reclamo de la comunidad LGTBIQ+ se hiciera extensivo socialmente y se convirtiera también en una manifestación política. Entre los derechos en peligro está el proyecto del gobierno para derogar los cupos laborales para personas trans y con discapacidad, la eliminación del cupo femenino para candidaturas políticas, que no haya nuevos DNI no binarios y hasta eliminar la figura de femicidio del Código Penal.
Nafta al fuego
El lunes pasado, centenares de mujeres y disidencias sexogenéricas convocadas desde la Asamblea Lesbotransfeminista de Rosario se reunieron para sumarse a la organización de la movilización federal antifascista. El sábado anterior, un centenar se agrupaba en Rosario alineada a la asamblea del parque Lezama.
El clima de preocupación y acción solidaria fue creciendo también en otros ámbitos a pesar de los intentos del gobierno de bajar los decibeles a través de declaraciones de funcionarios y allegados a la Libertad Avanza, que pretendían imponer que hubo “una mala interpretación” de las palabras del presidente, o que “no quiso decir eso”, o que directamente “no dijo eso”.
Hasta el propio Milei se refirió al tema con un tuit titulado “de falacias y algo más”. “Nos acusan de decir cosas que no dijimos”, publicó. Y lejos de aplacar las aguas agitó más tempestades: “No nos conmueven sus actos de falsa indignación. No nos van a hacer sentir culpables de algo que no somos. No somos nosotros los que tienen que andar encubriendo actos de abuso”, dijo el presidente.
Después remató: “Frente a cada curva que ustedes quieran inventar, nosotros vamos a seguir acelerando. Porque a diferencia de ustedes, nosotros sabemos hacia dónde tenemos que ir para rescatar este país de sus garras. No se pongan en nuestro camino”.
La bravuconada solidificó la convocatoria a una gran marcha de repudio y en apoyo a la comunidad LGTBIQ+ imposible de parar. Con el paso de los días se sumarían las adhesiones de distintas ciudades del país, mientras se multiplicaban los repudios a las palabras de Milei por parte de personalidades públicas y dirigentes políticos, entre otros.
“Tenemos que ser capaces de recoger la solidaridad que se ha escuchado esta semana de una cantidad enorme de sindicatos y de asambleas de autoconvocados”, se escuchó decir desde el micrófono asambleario en la colmada plazoleta Sandra Cabrera. Había referentes de todos los espacios LGTBIQ+, pero también militantes sindicales, sociales, ambientales y estudiantiles, algunos legisladores y sobre todo gente de a pie.
A nivel nacional el consejo directivo de la CGT anunció que la central obrera apoyará la convocatoria, luego de que las dos CTA y los movimientos sociales confirmaran su propia adhesión. La noticia se conoció tras la reunión en la tarde del miércoles pasado, en la que los sindicalistas mantuvieron un encuentro con la presidenta de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Taty Almeida, y organismos de Derechos Humanos, ante los que ratificaron su apoyo frente a los ataques del Gobierno
En el plano local, las mujeres de la Intersindical Rosario también sumaron su adhesión a la marcha y expresaron su repudio a “los discursos de odio que legitiman violencias”.
Líderes de distintas fuerzas, desde CFK hasta Elisa Carrió, salieron al cruce de Milei. De modo oficial también el peronismo, la Unión Cívica Radical (UCR), la Coalición Cívica y el Frente de Izquierda (FIT) anunciaron que serán de la partida de la movilización bajo la consigna “La vida está en riesgo ¡Basta! Al clóset no volvemos nunca más”.
Denuncia en tribunales
El martes pasado, el Observatorio de Violencias por Motivos de Género de Rosario encabezado por la concejala Norma López hizo una presentación contra Milei ante la Justicia federal de Rosario por los presuntos delitos de incitación al odio, a la violencia colectiva, amenazas, abuso de poder e intimidación pública.
La denuncia del Observatorio fue acompañada por varios sindicatos locales, agrupaciones y colectivos defensores de los derechos de las minorías y disidencias, agrupaciones políticas y legisladores nacionales, provinciales y locales como Eduardo Toniolli, Lucila De Ponti, Claudia Balagué, Leandro Busatto, Matilde Bruera, Caren Tepp, Norma López, Jesica Pellegrini y Mariano Romero.
“Es un discurso sin precedentes en nuestro país. El presidente atacó a las mujeres, a las personas trans, a las migrantes y a las parejas homosexuales. En este escenario, al otro día el ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, salió públicamente a decir que eliminarán la figura de femicidio del Código Penal Argentino. Es una situación realmente muy grave y desde las organizaciones de Género y Derechos Humanos no vamos a permitir ningún tipo de retroceso en este sentido”, aseguró Norma López.
“Creemos que lo que ha hecho el presidente de la Nación en el foro mundial de Davos ha sido un compromiso público de persecución y hostigamiento a mujeres, a las personas trans, personas migrantes, personas homosexuales, cuando las acusa de delitos tremendos como la pedofilia sin que haya datos científicos que puedan determinar esto”, señaló López.
“Estamos en un absoluto retroceso (en políticas de género) y todo esto tiene que ver con los recortes presupuestarios y la eliminación de las políticas públicas que lleva adelante Milei desde que asumió la Presidencia de la Nación. Eso significa que nos están arrojando a mujeres y a las personas del colectivo de la diversidad a la fatalidad de la violencia”, manifestó la concejala.
Agenda woke
En su discurso en el foro de Davos, el jueves 23 de enero pasado, que incluso fue motivo de notas en medios dedicados a chequear posibles mentiras y datos erróneos que constataron múltiples falsedades en los conceptos citados por el libertario, Milei amplió su provocación verborrágica sin límite. En un escenario internacional, aunque la sala estaba medio vacía, dejó atrás a “kirchneristas” y “zurdos hijos de puta” locales, para volcarse hacia su rol de referente de la ultraderecha mundial.
Cuestionó con desprecio la “ideología woke” (woke proviene del pasado del verbo en inglés wake, que significa despertar) que para él representa el feminismo, el cambio climático y la ecología y también los inmigrantes. El término woke es uno de los ejes de debate de la derecha y la ultraderecha internacional. Donald Trump convirtió la lucha contra el wokismo en uno de los puntos claves de su última campaña.
Pero en el capítulo diversidad, el derrape de Milei fue mayúsculo: “Desde estos foros se promueve la agenda LGBT, queriendo imponernos que las mujeres son hombres y los hombres son mujeres sólo si así se autoperciben y nada dicen de cuando un hombre se disfraza de mujer y mata a su rival en un ring de boxeo o cuando un preso alega ser mujer y termina violando a cuanta mujer se le cruce por delante en la prisión”, sostuvo.
“Sin ir más lejos, hace pocas semanas fue noticia en todo el mundo el caso de dos americanos homosexuales que, enarbolando la bandera de la diversidad sexual, fueron condenados a cien años de prisión por abusar y filmar a sus hijos adoptivos durante más de dos años”, dijo, con su papel en mano, y agregó: “Quiero ser claro que cuando digo abusos no es un eufemismo, porque en sus versiones más extremas la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil. Son pedófilos, por lo tanto, quiero saber quién avala esos comportamientos”.
Los repudios comenzaron a caer en cataratas. Pero Elon Musk lo ensalzó al compartir fragmentos de las declaraciones donde afirmaba que “el wokismo es un virus mental”. Así devolvía favores a quien también defendió en su momento al magnate, luego de su polémico saludo símil nazi-facista eufórico tras la asunción de Trump, el 20 de enero pasado.
Una lucha sin cuartel
Guillermo Lovagnini es un histórico militante por los derechos de la diversidad en Rosario que vio crecer el movimiento desde los oscuros años de la dictadura militar. Considera este momento como parte de esa misma lucha antifacista pero actualizada. “Son cosas que uno tiene que prever porque los derechos, si no se los defienden, no son perdurables en el tiempo”, sostuvo.
“En Alemania, en la década del 20, se había logrado una gran cantidad de derechos a los homosexuales y vino Hitler y se acabó todo. Pero voy a coincidir en el análisis con lo que dice mi colega y amigo (y diputado nacional) Esteban Paulón que me parece que la sociedad ya metabolizó la cuestión. La sociedad no lo va a tolerar”, consideró.
“Me parece que la cultura argentina está fundada en la libertad, en la libertad bien entendida, no en el uso que le da este señor (por Milei). La sociedad argentina siempre consideró que había derecho de vivir nuestra vida y apoyó nuestra lucha desde los años 80 hasta hoy”, confió uno de los referentes de aquellos años del colectivo Arco Iris y después de la ONG Vox.
Su optimismo era acompañado por una multitud que se convocaba en la asamblea en torno a la plazoleta Sandra Cabrera. “La gente ha salido, acá hay mucha gente que no es activista y que sabe que sus derechos están en peligro. Han venido y han respondido. A mí, en lo personal, me emociona mucho. Estoy orgulloso porque he sembrado y han florecido, como decía Mao, han florecido cien flores”.
Publicado en el semanario El Eslabón N° 702 del 1/02/25
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