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El Chelito lanzó su candidatura a concejal, y engrosa la lista de ex futbolistas que se someten al voto popular sin militancia previa. No será el único en estos comicios. El espacio al que representa también sigue de cerca a un jugador titular de Central.
Palito Ortega y Carlos Menem recorren –subidos a un gran colectivo que lidera una caravana–, las calles del barrio Las Flores de Rosario. Con los dedos en V en alto, afrontan una campaña electoral, “la del 89, creo. O en los 90”. Uno de los tantos pibitos que salen a la vereda a curiosear, y que hoy se le escapan de la memoria detalles de aquella recorrida, es César Delgado. En una especie de juego de asociación libre sobre su primer episodio relacionado a la política, el ex Rosario Central, Lyon de Francia, Cruz Azul de México, Selección Argentina, relata ese que vivió en su infancia. Y asegura que no hay muchas más imágenes que –al momento de conceder la entrevista a El Eslabón– se le vengan a la cabeza. Ni en vestuarios ni concentraciones ni entrenamientos habló de política con sus compañeros de equipo. Tampoco, agrega, eso fue tema de conversaciones con amigos y conocidos.
Salvo excepciones, como la del propio Palito por ejemplo, tiempo atrás una candidatura era una consecuencia de la militancia política. Para muchos, como el propio Chelito por ejemplo, ahora una candidatura es el paso inicial en la política. Pero no es el primero ni el único. Tampoco, no es arriesgado decirlo, será el último. “Te puedo hablar del barrio, porque de política, nada. Cero. No tengo referentes, no me interesa”, reconoce el postulante a concejal de la alianza Activemos –de Marcelo Lewandowski– y Participación e Igualdad –de Rubén Giustiniani–. En su nuevo equipo no habrá futbolistas, pero casi: Aldana Icardi, hermana de Mauro –el delantero y ex de Wanda Nara– y Bruno Carlovich, hijo del Trinche.
Esta campaña
“No, Aldo, gracias” fue la respuesta de Delgado cuando Poy le propuso meterse en política. También histórico de Rosario Central, Aldo Pedro Poy fue concejal de la ciudad entre 2011 y 2023. En su condición de edil fue a Las Flores a darle una mano al Club Deportivo Amistad, que fundó el Chelito y unos amigos. “Ahí fue cuando me lo propuso, por cómo estoy ligado al deporte en el barrio. Muchos saben lo que colaboro con el barrio, y las propuestas vinieron por ese lado”.
Pero años después, cambió de opinión. Más charlas con conocidos le hicieron rever esa postura. “Fue todo rápido. En mi cabeza no estaba la idea de entrar a la política. Pero estoy un poco enterado de lo que pasa y de las noticias e informes”. Una charla de meses atrás “no con un amigo sino con un profe que le daba clases a mi hijo, me la dejó picando. Me dijo un par de cosas que me dejaron pensando. Le dije que me dejara ver qué onda”.
Ahí empezó a llamar a dirigentes que conocen el paño. Habló nuevamente con Poy, con Carlos Comi (ex concejal y funcionario, dueño del bar Gran Centralito). “También hablé con mis íntimos, que a lo mejor tampoco saben mucho de política pero siempre es importante escuchar desde otro lugar”. Por último, cuenta, llamó a Marcelo Lewandowski, “por lo mismo, para informarme, interiorizarme, no para ofrecerme. Él me dio información, me preguntó si estaba interesado. Y me propuso estar con él ahí”, dice entre risas. Tras pensarlo unos días, dio el sí: “No estoy metido en el tema pero hay algo que me dice que tengo que estar ahí para poder ayudar a esas personas, como las de mi barrio, porque en algún momento me tocó estar ahí”.
Firmando planilla para un nuevo partido ⚽️✍🏼
Decidí dar un nuevo paso en mi vida: voy a ser candidato a Concejal de Rosario 🙌🏼 🙌🏼
Es momento de salir a jugar por la ciudad que me dio todo.
Ya les voy a contar un poco más…Abrazo para todos!!! pic.twitter.com/4XTMnQvp9y
— César Delgado (@ChelitoDelgado) February 7, 2025
Una risita menos de gracia que de nerviosismo acompaña al Chelito Delgado en la entrevista. Como lo noto, le pregunto si esto de jugar en un terreno que desconoce casi por completo, lo pone nervioso: “Sí, claro, sin dudas. Si te digo que no, te miento. El nerviosismo porque soy una persona pública, porque si fuera equis no me llamaría nadie, je, eso es así. Por eso me da un poco de nerviosismo. Pero tengo temple, tengo tranquilidad, no vengo del palo”.
Le agrego, le insisto, que si no le atemorizan los juegos de la política, las roscas, algunas miserias, debates, eso que apasiona a algunos y espanta a otros. “Tengo atrás a la gente de Marcelo que me respalda, me van a apoyar y siento que esa gente de experiencia va a ayudar a que pueda estar tranquilo y crecer en este ambiente”.
Nunca me metí en política
Hace rato que no es novedad la incursión de ex deportistas, famosos y periodistas en listas para las elecciones. Aquello que fue mirado de reojo, hoy alcanza a gran parte del abanico partidario. Sino pregúntenle al ahora ex conductor de TV Juan Pedro Aleart, candidato local de La Libertad Avanza. “Los que construían política «de otra manera» ahora tienen candidatos periodistas y futbolistas. No les veo coherencia”, tuiteó en 2019. Y antes, en 2012: “En días donde el periodismo se confunde con la política, renovemos el compromiso con la gente”.
En dias donde el periodismo se confunde con la politica, renovemos el compromiso con la gente
— Juan Pedro Aleart (@JAleart) June 7, 2012
Entre otros outsaiders en estas elecciones también estarán Pablo Gavira, periodista deportivo que competirá en la interna del frente Unidos, bajo el ala del pastor evangélico Walter Ghione; Ricardo Lunari, ex jugador y reciente DT de Newell’s, que se anotó en las filas del PRO por un lugar en el Concejo de San José de la Esquina; y la múltiple campeona mundial de boxeo Alejandra Locomotora Oliveras, que volverá a postularse, ahora como convencional constituyente, por el Frente de la Esperanza.
Delgado no sabe ni quiere saber nada con peronismo, antiperonismo, radicalismo, macrismo, mileísmo y cuantos “ismos” aparezcan en su camino. “No tengo un referente, jeje”. Entre las condiciones que le puso a Lewandowski para aceptar la candidatura, cuenta, está la de evitar confrontaciones con otros espacios y dirigentes. “Marcelo, le dije, no tengo la necesidad de pelearme con ninguno, con todos me llevo bien acá en Rosario, sabiendo lo que es la política”.
Le pasa Fatura
“En su momento iba a estar el Fatu, que lo habían sondeado ahí”, revela César Delgado en referencia a una posible postulación del actual arquero canaya, Jorge Broun. “Pero Fatura todavía tiene carrera por delante. Así que decidí ir para adelante yo, porque las propuestas y el proyecto de Marcelo me gustaron, por eso di un paso al frente”.
La política, agrega, no le tapará el fútbol: “Sigo el fútbol argentino, a Central, siempre voy a la cancha. De hecho, laburo en la empresa que me representó, así que sigo ligado. Cuando puedo miro partidos de Central Córdoba”, donde también jugó, en el final de su carreta. De todas maneras, reconoce que “ahora me voy a tener que interiorizar más por la política, pero al fútbol no lo voy a dejar porque es algo que lo llevo adentro. Pero sí tendré que informarme más, leer un poco más y esas cuestiones. Y después caminar el barrio”.
Una vez que lo despido, me pide la palabra, ya en modo candidato: “También, otra cosa, si querés poner, es que yo podría quedarme acá en mi casa tranquilamente tomando mate, porque no necesito vivir de la política. Gracias al fútbol tengo un buen pasar y estoy bien. Quiero estar ahí porque siento que se puede ayudar a los barrios a que estén un poquito mejor. Es eso básicamente, jeje”.
El corazón mirando al sur
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Surgido en la canchita de la plaza Itatí, por la que pasaron desde el campeón del mundo Ángel Correa hasta el Sapito Hernán Encina y el árbitro Claudio Martín, entre otros, César Delgado siempre vuelve a Las Flores, ya sea de manera presencial o en recuerdos. “En el barrio tengo a mi familia: mis suegros, dos hermanos. De vez en cuando voy. Lo conozco como la palma de la mano: las calles, los pasillos. Me encanta volver”.
Reconoce que ahora “hace mucho que no voy porque uno ya tiene familia, ya no es el pibe aquel que iba siempre. Hay más obligaciones y el tiempo no alcanza. Los hijos demandan mucho, no es como antes, que nos largaban a la calle y andábamos”.
En 2017, municipio y provincia le cedieron unos terrenos en el corazón del barrio para montar, junto con amigos, el Club Deportivo Amistad. “Tras la pandemia –lamenta– quedó reducido por falta de infraestructura. Nos han sacado los tejidos, está sin iluminación. Estaba todo bien armado cuando lo comenzamos”. De las categorías de fútbol que tenían, tanto masculino como femenino, hoy apenas conserva una en infantiles. “Queremos que comience de vuelta, que quede como lo habíamos dejado”. Pero casi como él en la política, sostiene que en el club “hay que arrancar de cero”.
Publicado en el semanario El Eslabón del 15/02/25
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