Lunes, 17,30, en plaza Pringles. Convocan a “trabajadorxs de prensa, periodistas, fotoperiodistas, camarógrafxs, fotógrafxs y a toda la ciudadanía” a solidarizarse con el fotógrafo herido en la represión del Congreso.

“Levantaremos nuestras cámaras contra la violencia y la represión institucionales que ponen en riesgo nuestras vidas. Defendemos el derecho a la protesta y a la libertad de expresión. No queremos ser el blanco de ataques de las fuerzas de seguridad en cada movilización. Fuera Bulrich y Milei”. 

Estas fueron las consignas de la convocatoria a la plaza Pringles, en el mismo ligar donde se encuentra la placa que recuerda a José Luis Cabezas, reportero gráfico asesinado en 1997.

Pablo Grillo, fotoperiodista de 35 años, resultó gravemente herido el miércoles pasado tras recibir un golpe en la cabeza con una cápsula de gas lacrimógeno durante la marcha de los jubilados frente al Congreso, fue sometido a una nueva intervención quirúrgica por un hematoma en el cerebro. Su estado es crítico y se mantiene en estricta reserva.

El uso de la pistola lanza gases que hirió gravemente a Pablo Grillo estaba prohibido hasta que Patricia Bullrich asumió como ministra de Seguridad en diciembre del 2023, por tratarse de un arma potencialmente letal. Sin embargo, con la instauración del protocolo anti protestas, las fuerzas de seguridad volvieron a tener vía libre para usar este tipo de armas en manifestaciones, reseñó Página 12.

Según normas internacionales, deben dispararse en un ángulo de 45º, ya la velocidad a la que viaja el proyectil podría causar daños severos en caso de impacto directo. Un informe reciente de Amnistía Internacional alertó que bajo ningún concepto, el gas lacrimógeno puede dispararse directamente una persona.

Para Bullrich, las fuerzas de seguridad usaron estas armas “como dicen los manuales”, pero el cartucho “rebotó en el piso”, argumento que queda desdibujado tras la difusión de las imágenes aéreas. 

Por el momento, la Ministra profundizó su postura de respaldar a las fuerzas de seguridad y desestimó iniciar una investigación interna para conocer qué efectivo estuvo detrás del disparo que hirió al fotógrafo y si el uso del arma fue el adecuado.

Pablo Grillo vive en Remedios de Escalada, es un fotógrafo aficionado, estudió en la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) y suele ir con su cámara a registrar las movilizaciones. Es un militante popular (hasta hace un tiempo integró Nuevo Encuentro) y trabaja como jardinero en el Hospital Evita de Lanús, en la Provincia de Buenos Aires.

Su padre, Fabián Grillo, calificó de “aberrantes” las declaraciones de los funcionarios del Gobierno después de que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, justificara el accionar policial en la movilización y dijera que el estado del reportero gráfico “es consecuencia de aquellos que generan violencia”.

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