Foto: Andrés Macera.
Foto: Andrés Macera.

La empresa de Ángel Calcaterra que ofertó por la licitación de las obras de refacción del Monumento fue creada en 1995 por el Grupo Macri. En 2007, esa y otras compañías pasaron del holding del ahora presidente a manos del primo, que fue beneficiado con la obra pública durante la gestión de Mauricio en el Gobierno porteño.
Creaurban SA, la firma a través de la cual el primo presidencial, Ángel Jorge Antonio Calcaterra presentó la oferta económica más conveniente para realizar las tareas de remodelación del Monumento a la Bandera, es una desarrolladora inmobiliaria creada en 1995 por el Grupo Macri como parte de su holding de empresas, de la que recién se desprendió en 2007 cuando Mauricio dejó su retiro espiritual en la Cámara de Diputados para convertirse en jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Con el propósito de aventar los obvios planteos de incompatibilidad, surgidos cuando el ex presidente de Boca asumió el Ejecutivo porteño y la empresa familiar contrataba obra pública con ese distrito, Creaurban (y otras empresas líderes del Grupo Macri) pasaron a manos del primo Ángelo, que no provenía de una panchería en la costanera sino de seis años de gestión gerencial en Sideco, una de las principales firmas del grupo fundado por Franco Macri. El acuerdo intrafamiliar –según trascendió- fue de un pago en efectivo y siete cuotas anuales, cómodas facilidades que Calcaterra terminó de saldar al año pasado. La operación –por unos 61 millones de dólares– fue objetada públicamente por sospechosa, ante la presunta incapacidad patrimonial del primo para adquirir las empresas del tío Franco. De allí las dudas que recaen sobre el verdadero propietario de la sociedad anónima.

En el caso de la oferta que Creaurban SA presentó por las obras de remodelación del ícono arquitectónico de Rosario, las dudas se acrecientan por el hecho de que los fondos para pagar los trabajos tienen origen en el presupuesto nacional, que administra el primo Mauricio.

Primos y hermanos

La exitosa empresa que conduce el arquitecto Calcaterra, de 58 años, hijo de Pía Macri, la hermana del tío Franco, no presenta impedimentos para ofertar en una licitación lanzada por el municipio de Rosario. Pero los antecedentes del desempeño de las empresas que eran de Macri y ahora ¿son de Calcaterra? en materia de obra pública en la ciudad de Buenos Aires, alimentan las sospechas de los incrédulos.

Según un artículo publicado por el sitio Chequeado.com –de incomprobable filiación kirchnerista– en base a investigaciones previas y a los registros oficiales porteños, mientras Mauricio fue el jefe de Gobierno “el primo del Presidente recibió pagos por obras en la Ciudad por $1.093 millones”.
Dice Chequeado: “Otro de los grandes beneficiarios de la obra pública en la Ciudad de Buenos Aires fue el primo del presidente Macri, Ángelo Calcaterra, titular de la empresa IECSA SA, que perteneció hasta 2007 al padre del Presidente, cuando se la vendió a Calcaterra, en una operación que según la biógrafa de Macri, la ex legisladora Gabriela Cerruti, despertó dudas porque el comprador no contaría con los fondos suficientes para hacerse con una de las principales empresas del grupo”.

Según la investigación del sitio web, “asociado con otras compañías, el primo del Presidente recibió pagos por obras en la Ciudad, entre diciembre de 2007 y diciembre de 2015, por un total de $1.093.331.730”.

El otro gran beneficiario del gobierno porteño de Macri fue Nicolás Caputo, Nicky, amigo del ahora presidente desde la infancia y a quien Mauricio alguna vez calificó como “un hermano”. “Según registros internos de la propia contabilidad de la Ciudad, a los que se tuvo acceso para esta investigación –dice el trabajo de Chequeado–, Caputo recibió obras por casi $1.400 millones en ese período”. Y precisa: “El número exacto es un total de $1.372.538.913 entre diciembre de 2007 y el mismo mes de 2015. Lo hizo a través de las compañías Caputo Construcciones y Servicios y SES Construcciones y Servicios SA, controlada por la anterior, dedicadas a la construcción de pasos bajo nivel, mantenimiento de escuelas y hospitales, de la red de Metrobus, o de espacios verdes”.

Kalkaterra

La historia del irrefrenable desarrollo del Grupo Macri, creado y liderado por Franco y luego secundado por su primogénito Mauricio, al calor de los negocios con el Estado, es conocida. Desde su vertical crecimiento durante la última dictadura –de 7 empresas en 1973 pasó a 47 una década más tarde– hasta su participación en la estatización de deuda externa privada, también durante el gobierno de facto, pasando por los fabulosos negocios con el Estado durante el período descuartizador de Menem.

Al holding familiar no le fue tan mal, tampoco, durante los años del kirchnerismo, en el que el primo Ángelo –ya propietario de la constructora Iecsa, la más importante del grupo– se asoció en varias obras públicas con el satanizado dueño de Austral Construcciones, Lázaro Báez.

De acuerdo a un detalle que brindó el Ministerio de Planificación Federal sobre los contratistas de obra pública durante las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner, la más beneficiada fue Techint con 16.420 millones (4,81 por ciento de las obras); luego Electroingeniería con 15.494 millones (4,61 por ciento) y en tercer lugar Iecsa, de la familia presidencial con 14.050 millones de pesos (4,18 por ciento de las obras).

Para la clase media

Creaurban SA fue constituida el 27 de febrero de 1995 e inscripta en el Registro Público de Comercio el 4 de abril de ese año. Su objeto social “es la realización de desarrollos inmobiliarios residenciales definidos en dos segmentos claramente diferenciados: los emprendimientos urbanos y las urbanizaciones integrales suburbanas”.

De ese modo, se propone desarrollar “proyectos inmobiliarios, orientados a lograr que la clase media argentina pueda acceder a la vivienda propia, a partir de un producto inmobiliario totalmente innovador, acorde con los más avanzados conceptos arquitectónicos y urbanísticos, y provisto de las mejores condiciones de financiación”, señala el informe que en 2006 la empresa –que todavía pertenecía al grupo del ahora presidente– presentó ante la Comisión Nacional de Valores (CNV).

Con el correr de los años, la firma ahora inmersa en una polémica pública por su intento de participación en una obra local con financiamiento nacional, también incursionó en las obras de arquitectura, tal la que pretende llevar adelante en el Monumento a la Bandera.
La desarrolladora Creaurban forma parte de un holding capitaneado por Calcaterra, Grupo ODS, en el que está asociado al italiano Lorenzo Ghella, mediante la sociedad Latina de Infraestructura, Ferrocarriles e Inversiones SL (Latifer).

Día de la Bandera

Constituido el 20 de junio de 2007 (justo el Día de la Bandera) ODS “nació originalmente bajo la denominación ACSC SA”, pero en menos de 60 días su nombre cambió por el actual.

Ese mismo año, Calcaterra anudó con su tío Franco la transferencia de la constructora Iecsa y la firma Sideco –naves insignia del Grupo Macri– a manos del hijo de Pía, como se dijo más arriba.

Según el último balance de ODS, cerrado en diciembre de 2015, las acciones del holding que controla Creaurban SA están distribuidas en un 51 por ciento a nombre de Calcaterra por 132,4 millones de pesos; mientras que Latifer posee el 49 restante por 127,2 millones.

La memoria presentada ante la CNV, reseña que “Creaurban se incorporó al Grupo ODS en el año 2007 con la adquisición durante dicho año por parte de Ángel Jorge Antonio Calcaterra de la mayoría de su capital social”.

“En virtud del proceso de fusión por absorción de la sociedad ACSC (ex Calcaterra S.A.) por Creaurban como sociedad incorporante, ODS se convirtió en accionista directo de Creaurban, manteniendo a la fecha del presente una participación del 0,782% en su capital social, siendo el 94,636% restante de titularidad de Iecsa, Ángel Jorge Antonio Calcaterra (2,291%) y Latifer (2,291%)”. Iecsa, la gran constructora del Grupo Macri, es entonces la principal accionista de Creaurban.

En la maraña de sociedades y accionistas, el mismo documento indica que “a principios del año 2007, Ángel Jorge Antonio Calcaterra adquirió la mayoría del capital social de Iecsa. Posteriormente, el 16 de agosto de 2007, la Sociedad se convirtió en accionista directo de Iecsa, en virtud de un aporte en especie de acciones de Iecsa efectuado por parte de Ángel Jorge Antonio Calcaterra a favor de ODS, produciéndose la incorporación de Iecsa al Grupo ODS”. Y completa: “A la fecha de la redacción de esta memoria (diciembre de 2015), y luego del último aumento de capital de Iecsa de fecha 19 de diciembre de 2013, la Sociedad mantiene una participación del 94,75% en el capital social de Iecsa, siendo el 5,25% restante de titularidad de Ángel Jorge Antonio Calcaterra (2,625%) y de Latifer (2,625%)”.

El holding del primo de Mauricio participa en forma directa o indirecta de las siguientes compañías: Iecsa Argentina e Iecsa Chile; Ingenium Obras e Servicios Limitada (Brasil); Líneas Mesopotámicas SA; Líneas del Norte SA; Líneas de Comahue y Cuyo SA; Minera Geometales SA; Fidus; Rocío SA; Dominicana de Vías Concesionadas; Inversora Andina; Creaurban; Madero Urbana SA; Sociedad de Inversiones Dique 4; Cincovial SA; Corpus Energía; y Compañía Americana de Transmisión eléctrica.

Los principales ingresos –en términos brutos– del grupo provinieron, según el balance de 2015, de las obras viales, que representan un 35 por ciento de dichos ingresos. El 25 por ciento los proporcionó la “generación de energía”; el 12 las concesiones viales; igual porcentaje las “obras ferroviarias” y el 7 por ciento lo aportaron las “obras hídricas”, entre los principales rubros.

En 2014 el holding declaró ingresos (facturación, no ganancia) por 2.369 millones de pesos, que el año pasado treparon a 3.630 millones. La Etapa I de las obras de remodelación del Monumento a la Bandera tiene un presupuesto oficial de poco más de 134 millones. Creaurban ofertó 148 millones, siendo la más económica de las tres presentas a la licitación. Un monto que luce poco significativo en la facturación global del grupo. Pero, todo suma.

Fuente: El Eslabón

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