La próxima puesta en marcha de la producción del nuevo modelo de automóvil llamado Ágile determinó ya que General Motors reincorpore a unos 170 trabajadores a los que mantenía suspendidos o no había renovado contrato. Pero además, según informaron a este diario digital desde la empresa y desde la seccional Rosario de Smata, la perspectiva es que en los próximos sesenta días se produzcan más incorporaciones, tal vez unas cien. También hay expectativas de necesidad de más mano de obra en empresas contratistas y autopartistas cuya actividad está directamente ligada a la producción de la planta de Alvear.
A fines del año pasado, General Motors había dispuesto despedir a una cantidad de obreros similar a la que ahora está incorporando. ¿Qué pasó en el medio? Intervino el Estado nacional, otorgando un crédito millonario con los fondos de la Ansés engrosados tras la decisión de terminar con el sistema de jubilación privada.
“Este mes ya se terminaron de reincorporar todos los compañeros efectivos que estaban suspendidos y también volvieron a llamar a muchos de los que eran contratados y también habían estado suspendidos”, informó Marcelo Barros, titular de la seccional local del gremio de los mecánicos.
“Nosotros calculamos que en los próximos dos meses, cuando vaya arrancando la producción del nuevo modelo, van a tener que incorporar por lo menos a otros cien trabajadores”, agregó el dirigente sindical.
Desde General Motors Argentina, en tanto, Bernardo García confirmó que “en agosto se reincorporaron los operarios que estaban suspendidos”. Respecto del futuro, el voceron prefirió no arriesgar un número pero ratificó que en el área de recursos humanos de la empresa hay preparativos para sumar trabajadores: “Se está trabajando en ese sentido, pero todavía no sabemos a cuánto va ascender la necesidad de personal”, indicó.
Barros, por su parte, señaló que ante la inminente producción del modelo Ágile desde el gremio perciben buenas señales en cuanto a lo que pueda suceder en empresas contratistas y autopartistas. “Si las ventas del nuevo auto andan bien, seguro van a tener que tomar gente”, estimó.
Estas novedades poco tienen que ver con la situación de General Motors a fines del año pasado, cuando ante el Ministerio de Trabajo de la Nación gremio y patronal acordaron un régimen de suspensiones que afectó a unos 300 de los dos mil trabajadores de su fábrica argentina.
El acuerdo llegó al cabo del conflicto que se había desatado cuando la empresa dispuso despedir a más de 400 obreros, argumentando que la crisis internacional había determinado una caída en sus ventas.
Además, General Motors afrontaba una situación muy crítica en lo que a su operatoria global se refiere. Y no se derrumbó del todo por la decisión del gobierno estadounidense de asistir a la firma con casa central en Detroit.
Por estas pampas, en tanto, la automotriz advirtió que corría peligro la continuidad del llamado proyecto Viva, que contemplaba la producción del nuevo modelo.
Allí fue que el gobierno nacional resolvió otorgar a GM Argentina un crédito de 70 millones de dólares, que la presidenta anunció en un acto que se realizó en la fábrica cercana a Rosario.
Cristina explicó allí que el Estado otorgaba la asistencia asegurándose que los fondos le serían devueltos a través de garantías de distinto tipo, incluida la propia producción de la fábrica de Alvear, y que el objetivo era sostener el proyecto Viva, las fuentes de trabajo y la producción automotriz en el país.
Ahora se están viendo los resultados.
