En El Diario del Centro del País de la ciudad de Villa María son 30 los apóstoles que arremetieron contra la adversidad cuando Jesús y la diosa fortuna los dejaron solos. La editorial Talamochita, propietaria del periódico, había quebrado y justo corrían aquellos días de diciembre de 2001 grabados a fuego en la memoria de todos los argentinos. Allí fue que arrancó la recuperación, con la conformación de la cooperativa Comunicar que ahora, a ocho años de aquel oscuro panorama, se dio el lujo de encender las luces de su nuevo y amplísimo local que, además, es la encarnación del sueño de la casa propia y no ya para 30 sino para 50 trabajadores de prensa y gráficos jugados a la autogestión. El acontecimiento se festejó como es debido, con amigos llegados de distintos lugares del país y con la emoción lógica que provocan los hitos de las epopeyas.

La flamante sede propia de Comunicar queda en una calle villamariense que se llama –oh diosa casualidad- Periodistas Argentinos. Y del galpón pelado que era hace dos años, cuando la cooperativa la compró en un remate, devino en redacción, planta de impresión y oficinas de El Diario del Centro del País.

En rigor, la mudanza se va a terminar en los próximos días, por lo que a poco de terminado el acto y el festejo que se realizó el mediodía los laburantes del diario volvieron a la que pronto va a pasar a ser la “vieja” redacción sobre Yrigoyen, uno de los anchos bulevares que cruzan Villa María.

En el trabajo cotidiano en ese lugar se edificó la posibilidad de construir la nueva sede, que ocupa 1600 metros cuadrados y que está pensada para albergar más de lo que hoy genera Comunicar. Allí se está instalando ya la rotativa a color que la cooperativa adquirió a través de un subsidio del gobierno nacional y que va a marcar un nuevo escalón de crecimiento y, a la vez, un nuevo frente de batalla.

Es que “la lucha por la dignidad no se detiene”, recordó a los cooperativistas villamarienses Julio Delgado, de El Independiente de La Rioja, el decano de los diarios cooperativos del país ahora agrupados en la Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina (Adiccra), de la que El Diario del Centro del País es activo participante.

Delgado fue el primer orador del acto de inauguración de este lunes y aprovechó para repasar la agenda de desafíos del sector que le tocó representar con su discurso. “Ya pudimos lograr la ley de medios audiovisuales y ahora vamos por el acceso al papel, nuestra materia prima, para asegurar la libertad de expresión”, remarcó, retomando el reclamo de los diarios cooperativos y de pymes contra el monopolio de la empresa Papel Prensa.

El siguiente orador fue el abogado Miguel Rodríguez Villafañe, un referente más que jurídico del sector cooperativo y protagonista de muchas luchas por garantizar el desarrollo de las experiencias de la economía solidaria.

“Acá hubo una apuesta a la esperanza, al nosotros”, destacó Rodríguez Villafañe, para dar paso al recuerdo de aquellos primeros meses en que los trabajadores del diario villamariense se repartían apenas unos veinte pesos por semana y cotejarlo luego con la realidad actual. Pese a ejemplos como este, destacó, siempre abundaron “los defensores de la propiedad privada” y nadie o muy pocos hablan de “la propiedad solidaria”.

“Para los grandes desafíos en valores no hay militantes pequeños”, continuó, ya en el tramo final de su intervención, en el que calificó a los trabajadores de Cooperar como “héroes de la civilización democrática”.

Delgado y Rodríguez Villafañe formaron parte de la gran cantidad de invitados especiales que aceptaron el convite a la inauguración. Estuvieron referentes de las instituciones locales y autoridades municipales y provinciales, dirigentes de otras cooperativas y de mutuales, funcionarios nacionales del área de comunicación y hasta un ex campeón mundial de boxeo como Gustavo Ballas, uno de los miles de villamarienses que hicieron de El Diario del Centro del País el líder periodístico de toda la región.

El cierre de los discursos estuvo a cargo de la presidenta de Comunicar, Mercedes Dagna, y ya para entonces la emoción en su rostro y el de sus compañeros y compañeras transmitía más que cualquier texto.

Igual hubo tiempo para extender el festejo en un generoso lunch, disfrutar el arte de actores y músicos y apreciar un video sobre la historia de la cooperativa.

En el final del video, cuando ya los ánimos estaban más distendidos, menos pendientes de la atención a los invitados, los trabajadores largaron el grito de desahogo con la consigna que resume todo: “el diario es/de los trabajadores/y al que no le gusta/se jode”.

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