Cristina arrojó una ofrenda floral al Canal de Beagle en honor a los caídos en la guerra de Malvinas.

Memoria, verdad y justicia en clave malvinera fue el signo del discurso de la presidenta en el Día del Veterano y los Caídos en Malvinas. Cristina también pidió a la Cruz Roja identificar los restos de los muertos en los combates en las islas. El acto fue en Usuahia, pero Bonfatti siempre estuvo cerca.

“Él siempre me decía eso, que yo era una presidenta malvinera”, dijo la jefa de Estado antes de arrancar su discurso, en respuesta a un grito que le llegó desde el público reunido en el acto y en una nueva alusión a Néstor Kirchner de esas que tanto molestan al gorila medio de estos días.

Después, desgranó en sintonía Malvinas la difundida consigna del movimiento en defensa de los derechos humanos poniendo al tope de la memoria a los soldados que murieron en la guerra. “¿Por qué será que la historia siempre se lleva a los jóvenes en los momentos difíciles?”, inquirió bajo el gris de la siesta en la ciudad más austral del mundo.

En cuanto a la verdad, la presidenta puso el eje en “la decisión de desclasificar el informe Rattembach” y su importancia a la hora de situar y entender la guerra de 1982. En este sentido, remarcó que “el Reino unido quiere hacer creer que aquella (de invadir las islas en 1982) fue una decisión del pueblo rgentino” cuando en realidad “en ese momento estaba confiscada la libertad de todo el pueblo argentino”.

“Esta no es una historia que empezó hace 30 años, es una historia de 180 años de usurpación”, reafirmó la presidenta, tras haber cargado a la pasada contra “voces minoritarias pero con amplia repercusión mediática que intentan desmerecer el reclamo de soberanía”, en directa referencia a periodistas e intelectuales que se oponen a la política oficial sobre Malvinas y que tienen entre sus principales figurones a Jorge Lanata y Beatriz Sarlo.

En otro tramo del discurso, Cristina relató que el viernes pasado dirigió una carta al titular de la Cruz Roja Internacional para que se puedan identificar a “los soldados argentinos y aún ingleses que no han podido ser identificados, porque todos merecen tener su nombre en una lápida y cada madre tiene ese derecho inalienable de enterrar a sus muertos, poner una placa y llorar frente a esa placa». El pedido de la mandataria es que la Cruz Roja interceda, “como autoridad internacional reconocida por todos”, ante el premier británico David Cameron, para acordar cómo llevar adelante la identificación de los caídos.

Ya sobre el final de su discurso -al que antecedieron palabras de un ex combatiente y de la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos- la presidenta retomó lo de «memoria para quienes lucharon en el frente y murieron combatiendo», más «verdad para todos los argentinos y para todos los pueblos del mundo», para completar reclamando «justicia para con nuestros derechos, justicia para con el derecho al diálogo y justicia para el cumplimiento del derecho internacional, para que podamos tener un mundo mejor, más seguro y más justo».

Terminada su intervención, Cristina recibió saludos de muchos de los asistentes al acto que contó con la participación de numerosos funcionarios nacionales pero sólo tres gobernadores: la anfitriona Ríos, el santacruceño Daniel Peralta y el santafesino Antonio Bonfatti, que no pierde oportunidad de aparecer cerca de la mandataria nacional.

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